Las ceremonias fúnebres y los actos protocolarios que de ellas se derivan tienen una historia copiosa y variada, de acuerdo con las ideas religiosas de los distintos pueblos desde la más remota antigüedad. De ahí la gran importancia en todas las culturas en cuanto al ritual de la muerte y a las exequias. El funeral, también llamada exequias, debe su nombre a que en las antiguas costumbres sobre todo en Grecia y Roma, se enterraba a los muertos por la noche a la luz de las antorchas. Las ceremonias continúan y cada religión tiene sus propios ritos especiales. El Reglamento de Ceremonial y Protocolo Militar, del Ministerio del Poder Popular para la Defensa de la República Bolivariana de Venezuela, trae en detalle las honras fúnebres debidas, en lo que respecta a los componentes de la Fuerza Armada Nacional, a las autoridades nacionales, comenzando por el Presidente de la República, los Poderes Públicos Nacionales, parlamentarios, magistrados, ministros, gobernadores, iglesia y oficiales entre otros. En tal sentido y dada la importancia de los distintos honores establecido en el reglamento respectivo, una definición la encontramos en el Capítulo VI, Sección Primera en cuanto a los honores militares se refiere. En su artículo 67, se define de la siguiente manera: “Los honores militares son las ceremonias que, por cortesía y respeto, rinden las agrupaciones militares a los Símbolos Patrios o a aquellas personalidades de alta investidura o significación establecidas en leyes o reglamentos, tales como el Santísimo, El Libertador, Autoridades civiles, Diplomáticas, Eclesiásticas, militares o Dignatarios Extranjeros” En cuanto al tema de los honores militares, me voy a referir de una manera directa con los HONORES FÚNEBRES. En septiembre de 2010, falleció el extinto Gobernador del Estado Guárico William Lara, Su cuerpo fue velado en Capilla Ardiente en la Sede del Consejo Legislativo con asistencia de Altas personalidades de la vida nacional, regional y Municipal. Observamos que el servicio de la Capilla Ardiente se llevara en la Sede del Consejo Legislativo, eso es natural siempre y cuando en el Palacio de Gobierno, no tuviera el espacio suficiente para la sala velatoria. Se pudo observar el desconocimiento casi general que tienen los Funcionarios de Ceremonial de Estado al servicio de la actual administración regional y nacional, me refiero muy especialmente a los Símbolos Regionales. En primer lugar, se cometió el error de cubrir el ataúd con la Bandera Nacional –al revés– cuando en realidad y en su condición de Gobernador en ejercicio, es colocar la Bandera del estado; así como también la interpretación del el Himno del estado –Coro-primera Estrofa- Coro- en el momento de rendirle los honores correspondientes a su alta investidura con quince disparos de cañón en el momento de la Inhumación de sus restos Otro detalle, fue que el Primer Magistrado Nacional le otorgó la Condecoración más alta que tiene Venezuela que es la Orden de “El Libertador” en el grado de Gran Cordón, (Post-Mortem), hasta allí es procedente. Lo que se recomienda es situar una mesa delante del féretro y colocar las Joyas al pie de la urna que es lo que se recomienda y se estila. Pues le hicieron cometer el error de colocar la Banda de la Condecoración, sobre la base de vidrio que cubre el ataúd. El extinto Congreso de la República (en sus respectivas cámaras) y el actual Hemiciclo Protocolar de la Asamblea Nacional ha sido escenario de las exequias para rendir homenaje a los parlamentarios cuando mueren en el ejercicio de sus funciones. Un ejemplo de tantos que se pueden enumerar donde los caprichos oficiales se hacen presentes, señalamos las exequias a exparlamentarios y personalidades que no han ocupado curul alguno en el parlamento. Por ejemplo, al Ex Diputado Leonardo Ferrer (1996), fue velado en Capilla Ardiente en la Cámara de Senadores o Senado de la República, como se llamaba para el momento de las exequias. Sin embargo, a la ex parlamentaria Argelia Laya (1997) sus restos fueron velados en Capilla Ardiente, por encargo de la Presidencia del Senado, en el Salón de expresidentes del Extinto Congreso de la República. No obstante, al extinto Danilo Anderson (2004), quien en vida fuera Fiscal del Ministerio Público Venezolano, el Ceremonial de Estado no tuvo inconveniente en colocar la Bandera de Venezuela sobre el ataúd y precisamente lo llevaron a Capilla Ardiente a la sede del Parlamento sin que éste fuera parlamentario. Asimismo, observamos como la Asamblea Nacional rindió homenaje póstumo al extinto Diputado Luis Tascón (2010), cumpliendo el Reglamento de Ceremonial y Protocolo Militar, en cuanto a los Honores Fúnebres correspondiente a su alta investidura, en el Hemiciclo Protocolar del Palacio Legislativo Nacional, sólo se observó el detalle de la Bandera Nacional que estaba horizontal como debe ser — pero al revés –sobre su Ataúd. En el servicio funerario de exequias a Guillermo García Ponce, quien no era Diputado Activo, llamó la atención de que el Presidenrte de la República, por segunda vez, le hicieron cometer el error de colocar sobre la base de vidrio que cubre el ataúd, la Condecoración de la Orden de El Libertador Post-Mortem y, además colocaron la Bandera de Venezuela –que no le sale– de un modo al revés, como ocurrió con el féretro del Gobernador del Estado Guárico, (no era parlamentario) cuando fue velado en el recinto del Hemiciclo Protocolar, donde el Vice-Presidente Ejecutivo, en representación del Jefe del Estado, repitió el error de colocar la Banda del Gran Cordón de El Libertador sobre el Ataúd. Es allí, donde se hace la observación del desconocimiento de los Directores y Asistentes de Ceremonial y Protocolo, de cómo se ejecutan las herramientas de trabajo tan necesarias en los distintos actos y eventos en el nivel nacional. Estos errores, no se llegaron a cometer en las citadas anteriores Honras Fúnebres, debido a la buena preparación –en su oportunidad– que tienen los profesionales del Ceremonial del Estado. En otro orden de ideas, el Salón Elíptico, ubicado en la parte norte del el Palacio Federal Legislativo, que depende del Ejecutivo Nacional,