Editorial

COMIENZA MOVIDO EL 2022

En Venezuela, la primera quincena del año ha resultado ser muy noticiosa, comenzando por los enfrentamientos de grupos irregulares armados que actúan al margen de la ley, dejando trágico saldo de personas fallecidas y heridas en la población de Barrancas del Orinoco, un evento parecido sucedió al sur del estado Apure, en la frontera con Colombia; el resultado negativo obtenido por el chavismo en la irregular repetición de las elecciones en el estado Barinas a pesar del ventajismo del gobierno a través de la utilización de los recursos públicos; el avance de la pandemia proveniente de China, que continua infectando y matando a decenas de miles de venezolanos, en medio de la opacidad y poca credibilidad de las cifras oficiales; la nueva suspensión del voto de Venezuela ocurrida en la ONU por falta de pago a la Organización, así como a los funcionarios acreditados en el exterior, tampoco les pagan sus salarios y lo mas reciente, la posibilidad planteada por el vicecanciller de Rusia de enviar tropas a Venezuela. Sobre este ultimo tema queremos hacer algunos comentarios ya que resulta insólito, que Rusia quiera utilizar a Venezuela como una especie de peón en su juego de ajedrez geopolítico. El señor Putin, lleva mas de veintiún (21) años en el poder tiempo en el cual ha modificado las leyes para permitir controlar las instituciones y poder ser relegido de forma vitalicia, de esta forma acabo con la democracia en Rusia. En lo interno, desde hace varias décadas ha estado eliminando a todos los posibles rivales políticos y en lo externo continua buscando recuperar la influencia rusa en las exrepúblicas soviéticas, Por mencionar algunos casos de injerencia rusa en Georgia, en Rumania, en Lituania y el resto de los piases Bálticos, recientemente la actuación en la crisis política de Kazajistán (la exrepública soviética de mayor dimensión territorial) donde enviaron tropas y la “joya de la corona” que para Rusia es Ucrania. En Ucrania, los rusos desde hace varios años se han venido cumpliendo con su estrategia que tiene por objeto la desestabilización y desintegración de su vecino, hemos visto como en la frontera entre Rusia y Ucrania se han formado milicias pro-rusas que son armadas y financiadas por los rusos, que mantienen una guerra de baja intensidad con las tropas ucranianas en la zona. El primer paso de este “plan ruso” ya fue cumplido cuando lograron la anexión de la península de Crimea a Rusia. En los últimos meses las alarmas se encendieron en Ucrania, en la Unión Europea y Estados Unidos, debido a la importante movilización de tropas y equipos militares rusos en la frontera, con lo cual existe un eminente riesgo de conflicto bélico, que ha provocado declaraciones ca. El caso es que la mayoría de los Ucranianos quieren vivir en libertad y democracia, además quieren pertenecer a la Unión Europea, con lo que dejarían de estar bajo la influencia de los rusos y ellos consideran que esto es una amenaza a su seguridad, Algunos analistas han calificado esta declaración del funcionario de la cancillería rusa sobre el envió de tropas a Venezuela como “una fanfarronada” que solo busca poner mas presión a los piases occidentales con respecto a la situación en Ucrania. Sin embargo, es importante resaltar que una declaración de este tipo, en la cual se pretende involucrar a nuestro pais en un eminente conflicto, en el cual no esta en juego ningún interés nacional, requiere asumir una posición clara. Por lo tanto esperamos que se produzca una declaración por parte de la Cancillería y la Fuerza Armada, rechazando de forma contundente esta posibilidad ya que viola nuestra soberanía y la Constitución. De lo contrario se podría pensar que existe complicidad. Finalmente esperamos que este movido comienzo en Venezuela, sea el inicio de los cambios que el pais requiere.

VENEZUELA 2021, OTRO AÑO MAS DE OSCURIDAD

Desde hace más de dos décadas Venezuela vive el periodo más oscuro de su historia republicana, no solo por la falta de luz, lo cual también contribuye, en buena medida. El caso es que uno de los países con mayor potencial de desarrollo de Latinoamérica, hoy presenta cifras como las reflejadas en la última encuesta ENCOVI, donde se señala que el 94.2 de los venezolanos, se encuentran bajo los niveles de pobreza y el 76,6 se encuentra en pobreza extrema. Estas vergonzosas estadísticas, se reflejan en los miles de niños que no pueden consumir diariamente las proteínas necesarias para su desarrollo físico e intelectual, en el incremento de la deserción escolar, el aumento de la delincuencia y la prostitución, en el caso de nuestros adultos mayores, que se encuentran pensionados y jubilados, a quienes solo se les cancela 7 (siete) bolívares mensuales, lo cual ni siquiera alcanza a 2 (dos) dólares. Podríamos continuar mencionando casos de una lamentable e interminable lista. En el tema de la salud y la pandemia, el estado del sistema de sanitario es realmente crítico, no solo las instalaciones físicas y la dotación, sino también, en un personal que aún mantiene la mística y amor a su trabajo, pero desmotivado y desmoralizado ya que su salario no les alcanza para comer. Los enfermos también la tienen muy difícil ya que el precio de los medicamentos es realmente surrealista.  Por el deterioro de las condiciones sanitarias han vuelto a surgir enfermedades que se consideraban erradicadas, como la malaria. En cuanto a la pandemia, aunque pareciera que ya fue superada la crisis por la falta de vacunas, los venezolanos continúan padeciéndola, sin poder contar con un registro creíble de infectados y fallecidos. Las consecuencias económicas no han sido tan dramáticas como en otros piases ya que desde hace varios años nos encontramos con una economía en caída libre. En el tema económico, todavía continuamos los venezolanos sometidos a la perversa inflación, la cual continúa siendo la mayor del planeta, con la consecuencia de seguir empobreciendo a la población. Para intentar protegerse los venezolanos han dolarizado la economía de forma anárquica y sin control, generando una inflación, que ahora es en dólares. Prácticamente ha desaparecido el bolívar, como moneda, todos los precios y transacciones se realizan en dólares, no así los salarios, sobre todo los que dependen de la administración publica, los cuales luego de quitarles seis ceros al bolívar, la mayoría no pasa un digito. Las remesas desde el exterior se han convertido en el principal ingreso del pais, lo cual permite que algunas familias logren llegar a fin de mes. En los últimos meses ha surgido una burbuja o espejismo de recuperación económica, con el surgimiento de mercados y bodegones repletos de productos importados (con los cuales se cae la tesis del bloqueo), a los cuales tiene acceso un porcentaje muy pequeño de la población. La brecha entre ricos y pobres ha aumentado de forma obscena, prácticamente eliminando la clase media que se había creado en la democracia. El tema de los servicios públicos y la corrupción, están ampliamente relacionados. Es recurrente la falta de luz y agua (que cuando llega es insalubre), por falta de gas doméstico, ahora muchos venezolanos deben cocinar con leña, el deterioro del transporte y la vialidad pública, caso especial es el de la gasolina y diésel, donde los habitantes de este “pais petrolero” se ven sometidos a realizar muchas horas, incluso días, de colas para poder surtir de combustible a sus vehículos y transporte. En el tema de la seguridad pública interna, desde hace varios años vemos el surgimiento de mega bandas delictivas y “los pranes” en todo el pais, los cuales construyen y controlan “ghettos” a   donde no llega la acción del Estado. Algunos de los casos más mediáticos son, el “Tren de Aragua” que actúa en el centro del pais, El “Koki” en la Cota 905 en Caracas, El “Wilexis” en Petare, quienes representan al “hombre nuevo creado en revolución”, estos delincuentes se dedican a la extorsión, a la venta de drogas y al secuestro. Debido a ello han conseguido importantes recursos económicos y todo tipo de armamento sofisticado de todos los calibres, incluso explosivos, bajo la mirada impotente de algunos cuerpos de seguridad y en otros casos con complicidad de funcionarios. En el tema seguridad fronteriza y la soberanía, varios grupos armados colombianos actúan a lo largo   de la frontera entre ambos países. Hace unos meses se produjo en el estado Apure, un enfrentamiento entre la Fuerza Armada Venezolana y grupos irregulares colombianos con el doloroso resultado de soldados venezolanos fallecidos y heridos, así como varios militares secuestrados. También, se señala que algunos grupos guerrilleros colombianos participan impunemente en el ecocidio, que se realiza al sur del Orinoco. De igual forma, en los últimos meses hemos visto como se ha desatado una “guerra” entre los “disidentes de las FARC” y los “contra disidentes”, por el control de territorios y de las rutas del narcotráfico, donde según informaciones provenientes de Colombia, han caído en territorio venezolano algunos de los más emblemáticos cabecillas de la “Nueva Marquetalia”, como son alias “Santrich, “El Paisa” y “Romaña”. En el tema de los Derechos Humanos, el gobierno de Maduro es considerado a nivel internacional como violador de los derechos humanos, según los informes presentados por los dos últimos funcionarios que han desempeñado el cargo de Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y los dos elaborados por la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos de Naciones Unidas. En estos informes se señala contundentemente las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzosa, las detenciones arbitrarias, la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradante, incluida la violencia sexual o de género. La respuesta que se ha dado a los mismos, ha sido tratar de descalificar a las personas y las instituciones, que han producido estos informes. En el tema de la Justicia internacional, en medio de muchas expectativas el 31 de octubre llego a Caracas, el Fiscal de la Corte Penal

“LOS ACOMPAÑÉ HASTA EL CEMENTERIO, PERO NO ME ENTIERRO CON USTEDES”

La Visita del Fiscal de la Corte Penal Internacional Esta semana Karim Khan, el nuevo Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), realizó una visita a América Latina con miras a evaluar los avances de la justicia en algunos países de la región. Primero pasó por Colombia, donde manifestó una opinión favorable en torno a la evolución de la justicia, luego viajó a Panamá y culmino su gira en nuestro país. Al final de la visita, el día 3 de noviembre, realizó un anuncio que todavía mantiene asombrado a gran parte del pais. El fiscal Khan señaló que, una vez culminado el examen preliminar sobre el caso de Venezuela, ahora se pasará a la próxima etapa del proceso. Ante este hecho hay que hacer varias precisiones, la primera es que el proceso de investigación no es contra el pais (Venezuela) sino contra los funcionarios involucrados en las denuncias respectivas, quienes deberán enfrentar la justicia internacional, en el caso que se logre demostrar que cometieron Crímenes de Lesa Humanidad, establecidos en el Estatuto de Roma. De esta forma, debe quedar claro que la responsabilidad y las penas son individuales y no colectivas. Otra precisión pertinente es que este tipo de crímenes no prescriben, además que no puede alegarse “la obediencia debida” en descargo de la responsabilidad por los actos cometidos. De esta forma existe la responsabilidad de quien comete el crimen, como de quien da la orden, lo cual se refleja a través de la línea de mando. La experiencia que existe en varios casos, como por ejemplo en los Balcanes, donde el Tribunal Ad-Hoc creado antes de la existencia de la CPI, no solo llevó a juicio a Slobodan Milosevic (quien falleció poco antes de su sentencia), sino que ha buscado de forma continua a todos los miembros de la cadena de mando responsables de los crímenes de lesa humanidad, con lo cual demuestra que a pesar del intento de esconderse por parte de algunos de los considerados criminales en el conflicto, todavía continúan siendo perseguidos y apresados por la justicia internacional, a pesar de haber transcurrido casi tres décadas. El anuncio de continuar a la fase de investigación constituye un acontecimiento histórico, ya que es la primera vez que en la Corte se inicia este tipo de proceso en el hemisferio occidental. Además, lo novedoso -y podemos también señalar como insólito- es que este caso se trata de una situación que no es producto del desarrollo de un conflicto armado o una guerra, sino de una política de represión y empobrecimiento de la población que ha producido un éxodo masivo, según algunas fuentes,  cercano a un 25% de la población. En este sentido, ya existen precedentes relacionados con gobernantes en ejercicio, que han sido procesados, como son los casos de Omar Al Bashir (Sudan) a quien el gobierno, que existía antes del golpe militar de hace unos días, se había comprometido a extraditar para que asistiera a la CPI o el caso de Muhamar Gadafi (Libia), quien fue asesinado en su pais, antes de comparecer La actuación de la CPI, se basa en la complementariedad, es decir que interviene cuando en un pais no hay capacidad para hacer justicia, por lo que se debe revisar la actuación de La Misión Internacional Independiente de Verificación de Hechos designada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la cual ha publicado dos informes bastante detallados: el primero sobre la situación de los Derechos Humanos y la represión en Venezuela, y el último, de fecha 16 de septiembre de 2021, en el que se ahonda pormenorizadamente en la situación del sistema de Justicia. [i] Por lo tanto, es importante señalar, que sea cual sea el resultado del proceso que se va a llevar a cabo en la Corte, el memorándum firmado por el señor Maduro y el fiscal Khan constituye un triunfo contra el sistema de impunidad en Venezuela, ya que representa un compromiso para adecuar el sistema judicial a los estándares de la justicia internacional. Cabe señalar que urge una revisión sustancial del sistema de justicia en Venezuela. Por citar un caso, el máximo tribunal está irregularmente constituido al permanecer en sus puestos 13 personas cuyo nombramiento fue anulado por la Asamblea Nacional, procediendo en uso de sus atribuciones a designar sus remplazos, los cuales no han podido asumir sus responsabilidades dadas la persecución y desinstitucionalización imperantes. Lo mismo puede mostrarse con el Poder Ciudadano. Finalmente, son varios los funcionarios que en los últimos meses “han visualizado” la situación que deberán enfrentar y han decidido salirse de esa espiral de impunidad, tal vez, no por una reflexión profunda, sino tratando de obtener ciertos beneficios.  En este grupo figuran personajes ligados a los aparatos de inteligencia y vinculados a temas judiciales, sobre los cuales puede aplicarse la frase que titula este editorial:  los acompaño hasta el cementerio, pero no me entierro con ustedes. Siendo la responsabilidad personalísima y no pudiendo esgrimirse la obediencia debida,  ¿Qué harán los subalternos? ¿Guardarán silencio o testificarán con tal de salvarse? Amanecerá y veremos [i]https://docs.google.com/viewerng/viewer?url=https://codeiv.org/wp-content/uploads/2021/09/2021.09.15-Short-Report-ES-FINAL.pdf

EL PROBLEMA DE LOS MIGRANTES: UN ASUNTO DE RAIZ

Las pavorosas imágenes que se transmitieron hace algunos días desde Iquique, Chile, en contra de grupos de migrantes venezolanos, se han tornado cada vez más recurrentes. Mientras las escazas pertenencias de los migrantes ardían en hogueras azuzadas por la saña y el reconcomio, circulaba por las redes un mensaje atribuido a un candidato peruano que con exagerada teatralidad amenazaba con actuar contra los venezolanos, envenenado sus palabras con epítetos, falsedades y hostilidad. Todo ello se une a las funestas declaraciones de la alcaldesa de Bogotá que, en los aprietos en los que se mete, no encuentra otra carta de salida que exacerbar la xenofobia, queriendo ocultar con la supuesta culpabilidad de los venezolanos, sus torpezas y desatinos.  Ante los abusos que se cometen contra los venezolanos en el exterior vemos un cada vez mas disminuido servicio exterior venezolano, sumido es una especie de estado catatónico. El drama migratorio venezolano es alarmante y se equipara a las funestas realidades de Siria y el África subsahariana. Improvisadas embarcaciones rumbo a las Antillas, caminatas riesgosas para llegar a Colombia, Brasil o Guyana –bien sea para quedarse allí o seguir a otros destinos- y largos periplos en autobús o caminando, son el escape que encuentran muchos para tratar de conseguir en otras latitudes las condiciones mínimas para vivir y tratar de ayudar a sus familias, mientras la región habla bonito, pero pone trabas para cualquier inserción migratoria plena.   El gran inconveniente es que la comunidad internacional y los analistas solo están observando el asunto concreto del impacto que tiene la llegada de migrantes a sus regiones, sin entender que el problema radica en las causas que provocan dicho éxodo. Mientras en Venezuela se mantenga un régimen que recurre al empobrecimiento de la población como mecanismo para someterla, utilizando la represión, a la censura y al terror para mantenerse en el poder, atornillado además por unos poderes mal constituidos que no permiten la institucionalidad necesaria, la salida de ciudadanos se seguirá incrementando ante la mirada indiferente de quienes usurpan el mando, que a la larga, parecieran actuar con interés de que se marchen los individuos, para de esta manera tener que atender menos población y también para atestar los servicios de naciones cercanas, buscando que internamente se generen caos y desorden contra las administraciones de dichos Estados. Toca a la comunidad internacional seguir presionando para una salida rápida y lo menos traumática posible a la crisis que afronta Venezuela, De lo contrario continuara siendo imposible evitar que los venezolanos continúen huyendo de su trágica realidad. Los enseres ardiendo de los venezolanos en Iquique, es la evidencia de que si el problema no se atiende, experiencias humanitarias como las del Medio Oriente, la antigua Yugoslavia o África, serán cada vez menos lejanas. Lo fundamental pasa por entender que si no cambia, para bien, la situación interna de Venezuela, las cumbres internacionales, los recursos de la cooperación internacional y las declaraciones, no serán más que sentidos deseos y cosméticos exhortos. 

UN PAIS POBRE O UN POBRE PAIS

Los venezolanos vivimos desde hace demasiados años en medio de un tornado inflacionario, el cual ha devastado la economía del país y ha empobrecido a la gran mayoría de la población. Nos preguntamos cómo es posible que después de transcurrido tanto tiempo no se haya logrado o querido superar esta situación. La inflación no es un fenómeno económico nuevo, ha sucedido en muchos países. Durante el siglo XX, se produjeron casos emblemáticos, entre los que podemos mencionar, en Europa, después de cruentas guerras mundiales, lo que sucedió en Alemania. Otros casos han sido por mal manejo económico o político, como en el caso de algunos países del Suramérica, entre los que están Argentina, Brasil, Perú, entre otros. A ellos se suma el patético caso de Zimbabue, en África. Sin embargo, todos los países lograron salir de la perversa espiral inflacionaria. Existen medidas y programas económicos que se deben implementar para superar la inflación, que no son precisamente quitarle ceros a la moneda o cambiarle de nombre, lo cual ya se ha intentado obteniendo un rotundo fracaso. Se requiere que exista una verdadera voluntad para implementar las medidas ampliamente conocidas para salir de esta situación. Muchos economistas han señalado que la inflación es el impuesto más perverso que existe, ya que empobrece a la población y no hay forma de apañarse (como dirían los españoles) a esto. La población ha tratado de protegerse utilizando el dólar, sin embargo, esto ha producido una nueva distorsión, ya que los precios de los artículos son calculados en dólares, mientras los salarios y las pensiones continúan siendo en bolívares cada día más devaluados. Es conmovedor observar a personas en situación de calle, muchos de ellos de la tercera edad.  La Venezuela de hoy, es más desigual que hace dos décadas, vemos a la gran mayoría de la población intentando resolver el día a día para lograr comer, mientras por otra parte existe un pequeño grupo, vive en una grosera opulencia, visitando los lujosos restaurantes que aún quedan en Caracas, adquiriendo rubros en dudosos bodegones o importando vehículos de lujo ultimo modelo. De esta forma transcurre la vida en el país, mientras la brecha social continúa creciendo. Uno de los principales logros de la democracia venezolana fue haber formado una importante clase media, que tuvo la oportunidad de preparase y educarse. Lamentablemente, debido a la actual situación una gran cantidad de profesionales y trabajadores han tenido que emigrar ya que el país no les ofrece futuro, en lo que parece una política para el empobrecimiento de la población. La industria petrolera nacional colapsó, tal como se había pronosticado, se comieron la gallina de los huevos de oro. Pero también colapsaron las empresas básicas de Guayana, la agricultura y gran parte del sector industrial. Ahora el país, enfrenta una nueva realidad. Se requiere inversión y cooperación extranjera para salir del foso. Sin embargo, la situación política no lo permite, por esta razón se requiere destrancar el juego, se debe barajar el juego y comenzar una nueva partida. 

LA SOMBRA QUE QUIERE IMPONERSE

Decir que las universidades venezolanas están a merced de la desidia, el abandono y las tragedias, no es una licencia discursiva o una metáfora elegante. En los actuales momentos las instituciones educativas, independientemente su naturaleza, origen o posición, están sumidas en unas tinieblas que las engullen a pasos acelerados, aprovechándose de un régimen indolente y cruel que les niega los recursos, y de una comunidad interna que pareciera, en su mayoría, estar simplemente de espectadora. En días recientes las llamas consumieron buena parte de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la Universidad Central de Venezuela. La tétrica imagen de la institución consumida por el fuego se complementaba con el peligro que representaba la pérdida de valiosos archivos y la posibilidad de que líquidos inflamables que reposan en laboratorios cercanos hicieran combustión e incrementaran el riesgo. Pero la fatídica imagen no queda en los restos calcinados de libros, edificios y mobiliario, sino en que los bomberos que tienen su sede en la misma institución señalaron estar atados de manos por no disponer de los equipos adecuados y por carecer de agua para poder frenar el poder de las llamas. Algunos municipios prestaron apoyo para ayudar a controlar el siniestro, mostrando el incendio que la institución universitaria no logra satisfacer sus necesidades básicas. Lo ocurrido es la prueba fidedigna del interés del régimen por acabar a la universidad, volviéndola dependiente de las dádivas y las ayudas, mientras el insignificante presupuesto no tiene ningún tipo de lógica. Lamentablemente, es también la evidencia del desinterés por avanzar por parte de las instancias internas que demuestran carecer de capacidad de innovar y de mantener a la institución presta a no sucumbir. Pensar en el retorno al recinto universitario es un absurdo en un lugar que ni siquiera tiene agua y que ponen en duda los índices que la ubican como una institución de primer orden. Urge una reivindicación de la universidad combativa y valiente que se enfrente con herramientas a sus enemigos externos y a la inercia interna. Deben las instituciones cambiar la mentalidad de ser simples repetidoras de contenidos y sembrar en el corazón de las nuevas generaciones la irreverencia y el sentimiento por la libertad. Que de las cenizas a las que quedó reducida parte de la Universidad Central de Venezuela, renazca, cual ave fénix, una academia valiente que con entereza y claridad forme los recursos que la Venezuela de esperanza, que está por llegar, requiere. “Las naciones marchan hacia su grandeza al mismo paso que avanza su educación” – Simón Bolívar

DIA MUNDIAL DEL REFUGIADO

Hoy el 20 de junio se celebra como cada año el día de las personas refugiadas y desplazadas de todo el mundo Queremos, dedicarle este editorial a los millones de venezolanos que han tenido que huir del país por razones, políticas y económicas principalmente, Se estima que más de un quinto de la población ha huido de Venezuela, esta cifra revela la magnitud de tragedia que se vive en nuestro país, más de seis millones y medio de venezolanos, han salido buscando libertar y mejor calidad de vida. Miles de historias trágicas de compatriotas, que huyen sin recursos económicos esto ha provocado un drama humanitario que se vive a diario en nuestro país. La inmigración venezolana se ha convertido en un problema regional, ya que los países vecinos no estaban preparados para enfrentar una crisis humanitaria de esta dimensión. El éxodo de los venezolanos representa el mayor desplazamiento de personas de un país, después de la Siria, país que se encuentra inmerso en una cruenta guerra civil desde hace varios años. En la actualidad y a pesar de pandemia la salida de los venezolanos, continua, a través de las distintas trochas o caminos en las fronteras terrestres con Colombia y Brasil y hacia las vecinas islas del Caribe. Colombia acoge la mayor cantidad de personas, seguida por Perú, Chile, Argentina, Ecuador y el Brasil. También los venezolanos se lanzan al Mar Caribe en precarias embarcaciones, hacia las islas vecinas de Aruba, Curazao, Bonaire o hacia Trinidad y Tobago, donde la actitud del gobierno de este país hacia los venezolanos que llegan ilegalmente ha sido realmente condenable. La actualización del informe de Bachelet sobre Derechos Humanos en Venezuela también reseña la crisis migratoria en la trágica muerte de 28 venezolanos que intentaban llegar a Trinidad y Tobago a bordo de un peñero, y la vulnerabilidad que tienen los ciudadanos ante la trata de personas y el tráfico de drogas. Sin embargo, la huida continua y observamos casos de nuevas tragedias como el hundimiento de otra frágil embarcación con salda de tres fallecidos, y 15 personas desaparecidas Los venezolanos con algunos recursos se dirigen a Estados Unidos y Europa, pero la gran mayoria deciden irse a otros países del sur del continente, comienza por Colombia, muchos se quedan en ese país, pero otros deciden continuar más hacia el sur, por un periplo muy peligroso.  Los venezolanos que deciden hacer esta ruta en su mayoría lo hacen sin recursos, solo armados con la esperanza de lograr una vida mejor que la tienen en Venezuela. Muchos realizan el trayecto caminando, atravesando cientos de kilómetros con parajes inhóspitos, paramos, selvas y desiertos. En este recorrido incierto no siempre consiguen personas de buena voluntad que los ayuden, si no que muchos terminan siendo estafados o víctimas de las redes de la delincuencia organizada, que en cantidad de casos los explotan. Oficinas de Naciones Unidas como ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), han tratado de improvisar mecanismos para ayudar a los venezolanos. Sin embargo, esta es insuficiente para cubrir el enorme volumen de los migrantes, que buscan sobrevivir del caos que se vive en Venezuela, aun a riesgo de sus vidas. En este sentido hay que reconocer el esfuerzo que ha realizado el gobierno de Colombia. El presidente Iván Duque ha anunciado que otorgara a los venezolanos un régimen de protección temporal, a través del cual se regularizara su permanencia en Colombia y podrán tener derecho a trabajar en ese país. Una decisión humanitaria que contrasta con el trato que se les ofrece en otros países como, por ejemplo, Trinidad y Tobago donde se criminaliza la migración. Finalmente queremos llamar la atención, que por más esfuerzo que se realice a nivel internacional, este problema no tendrá solución, si no se ataca la raíz del mismo.  

VACUNAR CONTRA LA INSENSATEZ

Hace unos días, el gremio periodístico desarrolló una campaña, a través de las redes sociales, pidiendo que se diera la oportunidad a los trabajadores de los medios de comunicación social para vacunarse. La petición, aunque pareciera concreta, encierra una gran inquietud y es que a diferencia de otros países de la región, el proceso en Venezuela ha sido sumamente lento y como ocurre con todo, lleno de una gran opacidad. No se maneja con detalle la cifra de personas contagiadas y fallecidas, pues los hechos parecieran colisionar con unos partes diarios que tienen mucho de inquietantes. Según cifras de la ONG´s, Médicos Unidos Venezuela, hasta el 28 de marzo, han fallecido 408 médicos y personal de salud . A pesar de los heroicos esfuerzos que realizan los médicos, enfermeras y todos los trabajadores del sector salud, hay en el país preocupación por el desarrollo de una pandemia y las medidas contra la misma. Los centros asistenciales, tanto públicos como privados, están trabajando con mística pero sin los recursos y equipos suficientes para enfrentar la critica situación. Unas jornadas peculiares de flexibilidad que aparecen algunas semanas y que llevan a que reaparezca la enfermedad. Adicionalmente, el gran inconveniente que se presenta es que al ser Venezuela una nación con una realidad socioeconómica precaria, un confinamiento absoluto de la población podría salvar de la enfermedad, pero mataría de hambre a los muchos que viven al día. Como si eso fuese poco, el manejo de la temática de las vacunas ha mostrado nuevamente el rostro macabro de la minoría usurpadora, pues aunque se llegaron a acuerdos humanamente necesarios con la Asamblea Nacional reconocida por la comunidad internacional y gran parte de los venezolanos, a última hora vetó el ingreso de unas vacunas, aduciendo ciertas razones médicas que los conocedores de la temática no justifican para tomar una medida de esa magnitud. Tampoco hay claridad con la distribución de las vacunas que han ingresado. No sea han seguido los protocolos que se vienen implementando a nivel internacional en cuanto a los grupos de prioritarios o mas vulnerables. Mientras se vacunan a funcionarios públicos, quedan a la espera de recibirlas personas en situación prioritaria. Urge un viraje político democrático que permita asumir la conducción del país a actores que entiendan el drama social que se vive y que aporten soluciones a través de la cooperación internacional y las medidas urgentes. Las improvisaciones y la politización de la salud, han llevado a que la ciudadanía pague un precio costoso. Urge una vacuna de sensatez y libertad.

EL DRAMA DE LA MIGRACION DE LOS VENEZOLANOS

Una realidad que quedara como uno de los capítulos de la triste historia de la Venezuela contemporánea Se estima que más de un quinto de la población ha huido de Venezuela, esta cifra en frio dice muy poco de la tragedia que más de seis millones de venezolanos, han tenido que vivir. Miles de historias trágicas de compatriotas, que huyen sin recursos del drama humanitario que se vive a diario en nuestro país. La inmigración venezolana se ha convertido en un problema regional, ya que la región no estaba preparada para enfrentar una crisis humanitaria de esta dimensión. El éxodo de los venezolanos representa el mayor desplazamiento de personas de un país, después de la Siria, país que se encuentra inmerso en una cruenta guerra civil desde hace varios años. En la actualidad y a pesar de pandemia la salida de los venezolanos, continua, a través de las distintas trochas o caminos en las fronteras con Colombia y Brasil. También los venezolanos se lanzan al Mar Caribe en precarias embarcaciones, hacia las islas vecinas de Aruba, Curazao, Bonaire o hacia Trinidad y Tobago, donde la actitud del gobierno de este país hacia los venezolanos que llegan ilegalmente ha sido realmente condenable. La travesía de los que deciden irse a otros países del sur del continente, comienza por Colombia, muchos se quedan en ese país, pero otros deciden continuar más hacia el sur, por un periplo muy peligroso.  Los venezolanos que deciden hacer esta ruta en su mayoría lo hacen sin recursos, solo armados con la esperanza de lograr una vida mejor que la tienen en Venezuela. Muchos realizan el trayecto caminando, atravesando cientos de kilómetros con parajes inhóspitos, paramos, selvas y desiertos. En este recorrido incierto no siempre consiguen personas de buena voluntad que los ayuden, si no que muchos terminan siendo estafados o víctimas de las redes de la delincuencia organizada, que en cantidad de casos terminan siendo sometidos y los explotados. Oficinas de Naciones Unidas como ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), han tratado de improvisar mecanismos para ayudar a los venezolanos. Sin embargo, esta es insuficiente para cubrir el enorme volumen de los migrantes, que buscan sobrevivir del caos que se vive en Venezuela, aun a riesgo de sus vidas y de enfrentar acciones xenofóbicas en algunos piases . En este sentido hay que reconocer el esfuerzo que ha realizado el gobierno de Colombia. El presidente Iván Duque ha anunciado que otorgara a los venezolanos un régimen de protección temporal, a través del cual se regularizara su permanencia en Colombia y podrán tener derecho a trabajar en ese país. Una decisión humanitaria que contrasta con el trato que se les ofrece en otros países como, por ejemplo, Trinidad y Tobago y Perú. Por más esfuerzo que se realice a nivel internacional, este problema no tendrá solución, si no se ataca la raíz del mismo. Mientras el gobierno de Venezuela, continúe empobrecido a su población, a través de la inflación más alta del planeta y la pulverización del bolívar, con un salario mínimo y pensiones que representan menos de un dólar al mes, mientras los bienes y servicios se cobran en dólares americanos, a precios más altos que en los Estados Unidos, la migración continuara creciendo. Pero los problemas no son solo económicos, se pueden seguir enumerando cosas como, que mientras no funcionen los servicios públicos, mientras los hospitales y servicios de salud estén colapsados, mientras la educación a todos los niveles continúe cayendo en picada, mientras la delincuencia siga gobernando zonas del país y de la Capital de la Republica, mientras no se consiga gasolina (apropiada) y repuestos para los vehículos y un largo, etc. Los problemas sociopolíticos, quedaran para otro Editorial, Mientras tanto, afirmamos que hasta que no se realice un cambio de régimen político, esta situación continuara, así, como el drama de los venezolanos que emigran. Nuestros compatriotas continuaran huyendo del país, que hasta hace unos pocos años, era considerado una potencia energética y el de mayor potencial de América Latina.