La Mirada del Mundo sobre Honduras

El secuestro de 105 empresarios hondureños

 Por Hugo Álvarez Pífano

Hugo Álvarez Pífano

El secuestro de mayores proporciones jamás llevado a cabo en toda Centroamérica: 105 empresarios hondureños, dos ministros, el presidente del Banco Central y el presidente de la Asociación de Industriales, tomados como rehenes.

Hugo Alvarez Piano, Encargado de la Embajada de Venezuela en Honduras y el Obispo de San Pedro Sula, Monseñor Jaime Brufau actuaron como negociadores del Gobierno hondureño frente al movimiento guerrillero.

Diez guerrilleros pertenecientes al Movimiento Popular de Liberación “Cinchoneros” MPL-C (1) el 17 de septiembre de 1982, llevaron a cabo el secuestro de 105 notables empresarios de San Pedro Sula –la ciudad industrial de Honduras- quienes se encontraban reunidos en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) Dos ministros del gabinete ejecutivo: el Ministro de Hacienda, Arturo Corleto y el Ministro de Economía, Gustavo Alfaro, también fueron tomados como rehenes: el Presidente del Banco Central de Honduras, Gonzalo Carías Pineda y el Presidente de la Asociación de Industriales, Pastor Zelaya (2).

Ahora bien, el objeto de la reunión era la discusión de las políticas económicas impulsadas por el recién instalado gobierno civil conducido por el liberal Dr. Roberto Suazo Córdova (1982-1986) médico y político de tendencias moderadas, a quien algunos sectores de la oposición y en especial de la izquierda, consideraban responsable de la consolidación de un proceso de “ultra derechización” del país –entre otras cosas- al nombrar como Comandante de las Fuerzas Armadas de Honduras al General Gustavo Alvarez Martínez, militar formado en la Argentina de los grandes dictadores del post peronismo, acendrado anticomunista, partidario de endurecer la Doctrina de Seguridad Nacional y a quien se atribuía la fundación de una especie de escuadrón de la muerte (Batallón 3-16) destinado a hacer frente a los guerrilleros comunistas y a los narco traficantes, estos últimos comenzaban a ensayar  apariciones furtivas en Honduras.

El movimiento rebelde pedía a cambio de los rehenes, entre otras condiciones, 1.- la liberación de varios presos políticos 2.- la expulsión de tropas y asesores militares extranjeros (USA) de Honduras y 3.- la derogación de un decreto aprobado meses antes en el Congreso Nacional que penalizaba las protestas sociales. Una agenda política bastante difícil de negociar.

Para esa época Honduras era vista en el mundo como un oasis de paz, en comparación con sus hermanos de centro américa – El Salvador, Guatemala y Nicaragua- que enfrentaban verdaderas catástrofes humanitarias: genocidios, exterminio de poblaciones indígenas, sicariatos, asesinatos de sacerdotes, muerte de líderes agrarios, comandos guerrilleros que mataban sin piedad a amplios sectores de la población y pare de contar porque la lista de crímenes es interminable. Esta acción de un grupo armado comunista tuvo una inmensa trascendencia internacional (3), todo el mundo dirigió su mirada a Honduras: por vez primera los guerrilleros hondureños pusieron en evidencia ante el mundo las contradicciones sociales existentes en una Honduras con la mirada puesta en su modernización, que buscaba cómo abrir el camino a una democracia sustentable en el tiempo.

En estas circunstancias, el presidente Roberto Suazo Córdova me pidió que me encargara junto al Obispo de San Pedro Sula, Monseñor Jaime Brufau, de las negociaciones ante el comando guerrillero. En ese entonces, Honduras contaba con unos 60 Embajadores acreditados, yo no tenía el rango de Embajador, era ministro consejero, Encargado de la Embajada de Venezuela. Siempre he pensado que el presidente de Honduras tuvo tres razones para hacer la escogencia de mi persona como negociador: 1.- El ex canciller de Venezuela Arístides Calvani visitaba muy a menudo Honduras y muchas veces me tocó acompañarlo a entrevistas con el presidente Suazo Córdova e importantes líderes políticos locales, esta vinculación con el movimiento demócrata cristiano fue un factor de confianza para un gobierno liberal. 2.- Desde mi llegada a Honduras hice amistad con el General Gustavo Alvarez Martínez, siempre me distinguió como un apreciable intelectual a quien el respetaba, esto fue un factor determinante. 3.- Tuve también dos amigos de gran apoyo, colaboradores cercanos del presidente Suazo Córdova: Elvin Santos, alcalde de Tegucigalpa y su hermano Maximilien Santos, destacado activista político del partido liberal. Muchos fueron los candidatos a negociadores, pero yo fui el escogido. Al final de las negociaciones se incorporó también Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, Nuncio Apostólico con sede en Nicaragua (acreditado también en Honduras), quien gozaba de una merecida fama de experto negociador con guerrilleros centroamericanos, pues había participado en otros casos de secuestros.

No pretendo ocupar la atención de mis lectores con detalles sobre las negociaciones con el grupo de guerrilleros, solo me resta decir, la ocupación de la Cámara de Comercio de Cortes finalizó poco antes del mediodía del 26 de septiembre de 1982, con la liberación de los 34 últimos rehenes y la salida del país de los diez guerrilleros, que abordaron un avión de la Fuerza Aérea panameña para dirigirse a La Habana, haciendo escala en Panamá, a donde llegaron a primeras horas de la madrugada de ese día.

Para terminar, creo de interés narrar una anécdota que tuvo lugar a propósito del secuestro: Un empresario del lugar, hombre adinerado y de alta posición social, salió en la tarde antes que se produjera el suceso y le dijo a su esposa que marchaba a la reunión en la cámara de comercio. Ahora bien, en lugar de cumplir con ese compromiso, se fue con una de sus amantes a un lujoso hotel de la localidad, muy bien acondicionado para esos menesteres, aislado y de mucha privacidad, entre otras ventajas para la infidelidad conyugal. A la mañana siguiente se presentó a su casa al mediodía –por lo visto el personaje de marras no vio televisión ni revisó la prensa, así estaría ocupado como un gran matador en su faena- le dijo entonces a su mujer: -No vine a dormir aquí porque pasé toda la noche y parte de la mañana en la reunión en la Cámara de Comercio de Cortes. ¿Qué piensa usted estimado lector: cuál fue la respuesta de su esposa? Eso lo dejo a su fértil imaginación y buen sentido del humor.

Notas:

1.- El movimiento “Cinchonero” toma su nombre de un legendario líder campesino Serapio Romero, quien se ocupaba de confeccionar cinchas para cabalgaduras, por esta razón fue apodado el “Cinchero” este personaje carismático lideró numerosas manifestaciones populares reivindicatorias de derechos humanos y en particular de revueltas campesinas por la tenencia de la tierra. El origen de este grupo es una escisión del Partido Comunista hondureño (PCH), a mediados de 1979. En ese entonces un sector del PCH radicalizado por la proximidad de la victoria sandinista en Nicaragua, presionó a su dirección hacia una postura clara de apoyo a la lucha nicaragüense. La demora de este partido en definirse a ese respecto llevó a la escisión del grupo que dirigían Tomás Nativi Gálvez, director de las relaciones internacionales del PCH y Fidel Martínez, quienes pasaron a formar la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP). Desde entonces se consideró que el grupo “Cinchonero” era el “brazo armado” de la URP. Todos los analistas políticos consideraban que estos dos grupos mantenían estrechos lazos con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) salvadoreño y con los movimientos comunistas de Nicaragua y Cuba.

2.- Cuando acepté del presidente Roberto Suazo Córdova mi designación como negociador del gobierno de Honduras, le manifesté que debía pedir autorización a mi gobierno para cumplir esta misión, a lo que me respondió: en la cámara de comercio hay tres heridos –no sabemos en qué condiciones están- usted debe trasladarse inmediatamente vía aérea para lograr atención médica de estos heridos y pedir la liberación de las mujeres secuestradas, la situación es muy grave pues todavía hay disparos. En efecto, sin autorización de mi gobierno, comenzamos –el obispo de San Pedro Sula y yo las negociaciones- una vez que este primer objetivo fue logrado, llamé al Canciller de Venezuela, Dr. José Alberto Zambrano Velazco, en solicitud de autorización al respecto: su jefa de gabinete me respondió que el canciller no podía atenderme porque estaba en una reunión muy importante. Al día siguiente, al enterarse por la prensa de la trascendencia internacional de este secuestro, me llamó y me dio autorización para aceptar el encargo. Fue la única vez que hablamos de este asunto, en una conversación de un minuto, sin ningún tipo de instrucciones.

3.- Entre los rehenes más prominentes se encontraba un coronel retirado del ejército hondureño: Miguel Ángel García, propietario de fincas de considerable extensión, a quien los movimientos de izquierda consideraban como un hombre que había confiscado “manu militari” las tierras de campesinos hondureños para confeccionar sus fincas, así mismo se le atribuían otros delitos de “lesa umanita” Cuando los cinchoneros lo identificaron trataron de ejecutarlo en forma sumaria. A este punto la intervención de Monseñor Brufau fue decisiva: explicó a los guerrilleros que ejecuciones sumarias no contribuían a facilitar las negociaciones.

4.- El secuestro de más de cien empresarios y políticos de significación en Honduras tuvo, como se dice hoy un efecto viral, toda la prensa a escala universal reseñó el suceso, no exagero al decir que apareció en todos los periódicos del mundo. Actualmente, después de 36 años no es mucho lo que queda en internet. He publicado algunos recortes de prensa que he encontrado en la red, los cuales pueden documentar este suceso de interés histórico para Honduras.

Fotografías:

1.- El doctor Roberto Suazo Córdova tomo juramento como presidente de la república el 27 de enero de 1982, llegó al poder bajo la promesa de llevar a cabo un ambicioso programa de desarrollo económico y social en Honduras. Para este plan Suazo contó con la ayuda efectiva del gobierno de los Estados Unidos de América, a quien no le convenía que Honduras pasara por la misma inestabilidad política de sus vecinos centroamericanos y en modo especial, la presencia de regímenes comunistas como el de Nicaragua y Cuba en la región. En la foto, de izquierda a derecha General Gustavo Alvarez Martínez, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras; Dr. Roberto Suazo Córdova, presidente de Honduras; el traductor; Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos de América; y Jorge W. Bush, Vice-Presidente de los Estados Unidos de América.

2.- Visita del Papa Juan Pablo II a San Pedro Sula, 8 de marzo de 1983, lo acompañan a su derecha Roberto Suazo Córdova, presidente de Honduras; a su izquierda Monseñor Jaime Brufau, Obispo de San Pedro Sula. Detrás Gustavo Alvarez Martínez, comandante general de las fuerzas armadas.                                                                                  Monseñor Brufau había sido el pasado año negociador en el secuestro de empresarios.

3.- Hugo Alvarez Pifano, Encargado de la Embajada de Venezuela en Tegucigalpa, saluda al presidente Roberto Suazo Córdova (septiembre de 1982).

4.-El general Gustavo Alvarez Martínez, comandante General de las Fuerzas Armadas de Honduras y el doctor Hugo Alvarez Pifano, Encargado de la Embajada de Venezuela en Honduras, en amena y cordial charla.

Hugo Alvarez Pifano

Diplomático con carrera de 36 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (1964-2000). Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia, (1958-1963); Master en Derecho Internacional del Instituto de Formación Profesional e Investigaciones de las Naciones Unidas, Embajador de Venezuela en Guyana (1986-1990), Haití (1990-1992) y el Reino de Dinamarca (1995-1999); fue Director de Tratados;
Director de América; Jefe de Gabinete Es autor del libro “Manual de los Tratados Bilaterales de Venezuela” Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (1972)

1 comentario en “La Mirada del Mundo sobre Honduras”

  1. Muy interesante Hugo ,relato histórico y diplomático. Te toco una situación bien delicada. Recibe un abrazo.Numa Quevedo Casas

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