Chispas……

 La estatua de Simón Bolívar en México

 Por Hugo Álvarez Pífano

 Inauguración de la Estatua Ecuestre del Libertador Simón Bolívar en el Paseo de la Reforma en Ciudad de México

                                                                                  I

                               Avenidas y estatuas de los héroes de México en Venezuela

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1.- La estatua de Morelos en Caracas

Muy bien guardada en el corazón cultural de Caracas, entre el Museo de Ciencias y el Museo de Bellas Artes, a los inicios de la Avenida México, se encuentra la Plaza Morelos, dedicada al sacerdote y posteriormente caudillo militar José María Morelos y Pavón (Michoacán, 30 de septiembre de 1765 – Ecatepec, 22 de diciembre de 1815) quien preparó y llevó a cabo la segunda etapa (1811-1815) de la Guerra de Independencia de México. Se trata de una estatua voluminosa maciza e imponente, obra del escultor mexicano J Olaguibel, quien nos ofrece una cara del héroe con mirada penetrante y ojos muy abiertos, como si se encontrara asombrado del sitio de Caracas que escogieron para colocar su estatua: sin lugar a dudas, uno de los mejores en la ciudad capital.

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2.- La estatua de Lázaro Cárdenas

Un poco más allá en dirección al centro de Caracas, en los predios del Hotel Hilton (así se llamaba en época de la inauguración del monumento) está Lázaro Cárdenas del Río (Jiquilpan, 21 de mayo de 1895-Ciudad de México, 19 de octubre de 1970) militar y político mexicano que fue presidente de México entre el 1 de diciembre de 1934 y el 30 de noviembre de 1940. Realizó importantes acciones de gobierno: la reforma agraria, la creación de los “ejidos” en el sector agropecuario, la nacionalización de la industria petrolera y su generosidad por haber brindado asilo político a millares de exiliados españoles durante la guerra civil española.

En una visión muy personal, lo que me llama la atención de esta estatua es que el general Lázaro Cárdenas luce una guayabera nocturna (según las normas del protocolo la guayabera diurna tiene mangas cortas y la nocturna manga largas) y su rostro ofrece un asombroso parecido físico con un colega de la Cancillería venezolana: el Embajador Alberto Pérez Perazzo, quien solía usar también esa prenda tropical de vestir en su versión para las noches. Un día encontré a Pérez Perazzo y le dije: Alberto te hicieron una estatua en los predios del Hilton y me respondió: Se equivocaron de sitio, pues yo suelo tener sabrosas conversas y “echarme palos” con mis amigos en el Restaurante Alvarez, en la esquina de Veroes, es allí donde deben hacerme mi estatua. Valga esta anécdota, para afirmar que el general Lázaro Cárdenas tiene su estatua en un inmejorable sitio de Caracas: frente al Teatro Teresa Carreño, donde la pueden ver miles de personas que asistían a óperas, conciertos y espectáculos musicales que tenían lugar, casi todos los días, en este teatro.

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3.- La estatua de Benito Juárez

Siempre caminando hacia el centro de Caracas, en la misma Avenida Méjico, está la estatua de Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca, 21 de marzo de 1806 – Ciudad de México, 18 de julio de 1872) fue abogado y político, de origen indígena zapoteca, Presidente de México en períodos comprendidos entre el 18 de diciembre de 1857 y el 18 de julio de 1872. A Benito Juárez le tocó desempeñarse en la primera magistratura en una época muy importante de la historia de Méjico, que corresponde a la consolidación de esa nación como República. El monumento es obra del escultor mexicano J. Olaguibel. Espléndidamente bien colocado.

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4.- Una avenida y tres estatuas en Caracas en homenaje a México y a sus héroes

En efecto, así ha sido a través de los siglos nuestra forma de expresar los sentimientos de hermandad y afecto a ese gran país hermano que es México. También en todas las calles y plazas de nuestras ciudades y pueblos se encuentran testimonios de admiración a Méjico: avenidas, calles y plazas, cines, bares, rumbas y clubes nocturnos, emisoras de radio y pare de contar, todos con nombres mejicanos. En particular, en Barquisimeto me ha llamado la atención un afamado restaurante y club nocturno que se llama “México por la noche Restaurante” en ocasión de una visita a ese lugar, note un mariachi integrado en su casi totalidad por músicos del Yaracuy, a los cuales conocía desde hacía muchos años, entonces uno se acercó y me dijo, con un inmejorable acento mejicano: Buenas noches embajador -me permite una plática- recuerda nuestro encuentro en Ciudad de México, Plaza Garibaldi, en la “Casa del Mariachi” donde yo ofrecía presentaciones con este mariachi puro mejicano que usted va a tener el placer de escuchar en breve. A lo que respondí, por supuesto que te recuerdo, pero no en Méjico sino en Cocorote, los dos somos de allí. A este punto, dejó el acento mexicano y riposto: Hermano no me vayas a quitar la chamba, toda esta gente piensa que yo soy puro mejicano. Tú eres diplomático y viajas por todo el mundo, sirve de testigo que me vistes en la Plaza Garibaldi y añade otra presentación más en Guanajuato, en la Plaza de los Mariachis ¿Qué tal?

                                                                                  II

                   Estatuas, avenidas y calles de los héroes de Venezuela en México

1.- Visita del Presidente de México, Luis Echeverría Álvarez a Venezuela

Del 25 al 30 de julio de 1974, el presidente de Méjico Luis Echeverría Álvarez realizo una visita de estado a Venezuela, durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez Rodríguez. Para esa fecha no existía en México ni una sola estatua de los héroes venezolanos de nuestra independencia, no había tampoco avenida o calle alguna con el nombre de Venezuela o de algún venezolano ilustre. Es muy probable que en las bibliotecas públicas no se encontraran libros de autores venezolanos ni música o películas venezolanas en las radios o en los cines. Por supuesto, como es obvio, tampoco en la Plaza Garibaldi de la capital ni en Guanajuato, se encontraban los mariachis de Cocorote. Definitivamente, Venezuela brillaba por su ausencia en todo el territorio mejicano ni siquiera con un modesto testimonio de una presencia cultural minimalista. La cancillería venezolana, a diferencia de la mejicana, nunca había llevado a cabo una diplomacia cultural en ese país.

Esta visita fue ocasión propicia para que Pérez planteara a Echeverría, el deseo de Venezuela de inaugurar una estatua de El Libertador Simón Bolívar, en el más espléndido sitio de la capital mejicana que -el presidente Luis Echeverría Álvarez- tuviera a bien escoger para tal propósito. Echeverría escogió El Paseo de la Reforma, efectivamente el mejor lugar. Pérez de su parte se comprometió a donar a México, la mejor de todas: la estatua ecuestre de El Libertador que se encuentra en la Plaza Bolívar de Caracas. Pacto sellado en una declaración conjunta de ambos presidentes.

2.- Manos a la obra

A partir de ese momento los funcionarios que estábamos a cargo de la preparación de esta visita oficial del presidente de Méjico a Venezuela, comenzamos también a ocuparnos del seguimiento de los resultados de la misma: Un primer resultado, la Estatua Ecuestre de Simón Bolívar en el Paseo de la Reforma de Ciudad de México. Ahora bien, antes de continuar con la historia de esta estatua, me sea consentido hacer unas breves consideraciones sobre lo que se puede llamar la “teoría de la estatua” esto es: la estatua como una forma de agradecimiento y como un medio de dar a conocer al héroe y en cierto modo promover su engrandecimiento. En este orden de ideas, recomiendan los expertos, que las estatuas se coloquen en sitios muy concurridos por el público, donde pasen millones de personas en pocos días, por esta razón el Paseo de la Reforma es inmejorable.

                                                                                    III

La estatua ecuestre de Bolívar en Caracas y Lima

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1.- La estatua ecuestre de El Libertador en Caracas.

La estatua ecuestre de El Libertador Simón Bolívar, ubicada en la Plaza Bolívar de Caracas, fue inaugurada en 1874 por Antonio Guzmán Blanco, es la obra artística más importante que realizó el connotado escultor italiano Adamo Tadolini, con una fundición en bronce de los talleres von Muller de Munich en Alemania. El Libertador se ofrece en su gallarda figura, al tomar al caballo por las riendas con una mano, mientras con la otra presenta su sombrero en señal de saludo al pueblo que lo aclama como su libertador. El caballo está apoyado sobre sus patas traseras, mientras las delanteras están en el aire, con la actitud de un caballo brioso, que requiere un jinete con mano firme rumbo a los ideales de independencia y libertad.  Ahora bien, ocurre que esta estatua de la plaza caraqueña no es una obra original, es una copia de la obra primigenia que fue inaugurada en la Plaza de El Libertador Simón Bolívar en Lima.

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2.- La estatua de El Libertador Simón Bolívar en Lima

En el año 1825 el Congreso del Perú acordó la construcción de un monumento al Libertador Simón Bolívar en la Plaza Mayor de Lima y allí mismo se colocó la piedra inaugural de este monumento de gran significado histórico. Años más tarde, el Congreso encargó a un comisionado en Roma, la misión de convocar a un concurso para la confección de la estatua y del pedestal. El ganador fue el escultor italiano Adamo Tadolini, quien preparo un molde del imponente monumento a Simón Bolívar -de cuatro metros de altura y veintitrés toneladas de peso. Sobre ese modelo, el escultor alemán Müller, superintendente de la fundición de Múnich, se encargó de la fundición de la estatua. El pedestal fue obra del artista romano Felipe Guacarini. El 9 de diciembre de 1859 fue inaugurada y en Lima ha permanecido como la más bella y original estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar que ilumina el transcurrir de los años en la historia patria de la noble nación peruana.

                                                                                        IV

                                         La estatua ecuestre de El Libertador Simón Bolívar en México

1.- Nuevas caras en la construcción del monumento al Libertador

Para la fecha en que el Presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, efectuó una visita de Estado a México del 17 al 22 de marzo de 1975, para corresponder a la que realizó el Presidente Echeverría a Venezuela en julio de 1974, por supuesto el escultor Adamo Tadolini (Boloña 1788-1863), pupilo de Antonio Canova, había muerto hacía mucho tiempo, pero sus descendientes conservaban el molde, se les pagó una autorización para usarlo, la fundición alemana von Muller ya no existía, entonces se encomendó el vaciado de la estatua a la Fundición Bruni en Roma. Un colosal error que condujo a consecuencias fatales, pues la Fundición Bruni no estaba en capacidad técnica de cumplir con obras de esta envergadura. Todas las dificultades que se presentaron para la llegada de la estatua a Méjico están narradas en un ameno e inteligente escrito del Embajador Omar Zurita Aponte: Bolívar a pie y a caballo, publicado en la página de Codeivid.

2.- De nuevo a la “teoría de la estatua”

El vaciado de la estatua ecuestre del Libertador es una labor compleja, requeridora de una  tecnología de punta, en razón de que las tres partes principales de la estatua deben vaciarse por separado y luego ensamblarse, a saber: a) el caballo alzado sobre sus dos patas traseras -los tobillos del caballo no son de bronce, más bien de acero de excelente calidad para soportar el peso de toda la estatua- b) el héroe y todos sus aperos (riendas, saboreadores, polainas, estribos, cinchas, espuelas y sombrero) y por último, c) la verga del caballo, con una buena consistencia en su corpachón y dos cojones robustos, esto lo exige la “teoría de la estatua” el caballo del héroe debe ser muy viril, como la proyección inmortal de su figura histórica.

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Pues bien, cuando la estatua llegó a México, de sus tres componentes fundamentales faltaba uno: la verga del caballo y sus cojones. ¿Por qué razón no llegó el tercer componente de la estatua? Se desconoce el motivo y tampoco se sabía cuánto tiempo demoraría en llegar, de manera que a los organizadores de la visita se les ofrecían dos opciones: suspender el acto de develación del monumento y posponerlo hasta la fecha de llegada del órgano viril del caballo; lo otro, proceder al acto con un caballo capado por vicisitudes desconocidas por los organizadores del evento. Entonces, ocurrió un hecho providencial, se presentó un viejecito, inteligente y parlanchín, quien dijo ser escultor e inventor de una resina muy ligera de peso que imitaba al bronce, con la cual él podía elaborar en pocas horas la verga del caballo, pronta para ser colocada en el agujero de la estatua hecho para tal propósito. La idea fue aprobada de inmediato y así se hizo.

3.- La estatua sobre su pedestal, muy bien dispuesta.

El monumento fue cubierto por un cilindro de tela que la ocultaba de la vista del público, dicho telón con forma de tubo era sostenido en alto por un entramado de cuerdas con el respectivo tricolor nacional de ambos países. Al cortar estas cuerdas los dos presidentes, caía el telón y se develaba el monumento. Los dos días anteriores a la fecha de realización del acto, llovió copiosamente durante las noches, por el contrario, en la mañana del día indicado para la que, sin lugar a dudas sería una importante efeméride histórica, un sol radiante de primavera dejó ver tímidamente su sonrisa cubierta apenas entre las nubes.

4.- Las dos delegaciones de México y Venezuela que asistieron a la develación de la estatua

Creo no pecar de exageración al afirmar que, a excepción del presidente Rafael Caldera en su primer gobierno, Carlos Andrés Pérez fue el presidente de Venezuela que en su primer gobierno también, tuvo el equipo de políticos y tecnócratas más calificado para atender con mayor profundidad el desarrollo de una Venezuela moderna. Esta fue precisamente, la delegación que lo acompañó a México en esa visita de estado. Tal vez, la única figura del gabinete venezolano un tanto desgarbada era la de Carmelo Contreras Barboza, llamado “el Robespierre venezolano” quien en un arranque de fidelidad y obediencia al presidente Pérez, declaró a la prensa: Si el presidente Pérez me pide cortar cabezas, yo voy y las corto y se las entrego a mi presidente. Aparte de este “folklorismo” Carmelo Contreras era un próspero criador de ganado en el estado Zulia, con grandes conocimientos del oficio. Como ministro de Agricultura y Cría se decía que sabía de ganadería, pero muy poco de agricultura. Pues bien, esto era un asunto fácil de resolver: nombrar como director general del ministerio a alguien con conocimientos de agricultura y articular un dúo. A continuación, las dos delegaciones de México y Venezuela que asistieron a la develación de la estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar en México.

Luis Echeverría Álvarez, Presidente de México y su señora esposa María Esther Zuno de Echeverría; Carlos Andrés Pérez Rodríguez, Presidente de Venezuela y su señora esposa Blanca Rodríguez de Pérez.

Fernando García Robles, Ministro de Relaciones Exteriores de México y Premio Nobel de la paz (Tratado de Tlatelolco); Ramón Escovar Salom, Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, profesor en la UCV de Venezuela y en universidades de Europa y de los Estados Unidos de América (autor de una importante y consistente obra de textos políticos).

Manuel González Cosío, Embajador de México en Venezuela y Rafael José Neri Mago, Embajador de Venezuela en México.

Francisco Javier Alejo, Secretario del Patrimonio Nacional de México y Héctor Hurtado, Ministro de Hacienda de Venezuela.

José López Portillo, Secretario de Hacienda y Crédito público de México y Constantino Quero Morales, Ministro de Fomento de Venezuela y posteriormente Presidente del Fondo de Inversiones de Venezuela.

Antonio Dovali Jaime, director general de Petróleos Mexicanos; Valentín Hernández Acosta, Ministro de Minas e Hidrocarburos de Venezuela.

Oscar Brauer Herrera, Secretario de Agricultura y Ganadería de México y Carmelo Contreras Barboza, Ministro de Agricultura y Cría de Venezuela.

Julio Hirschfeld Almada, Secretario de Turismo de México y Frank Briceño Fortique, Presidente de la Corporación de Turismo de Venezuela.

Carlos Ávila Martínez, director general de la Comisión de Fomento Minero de México y Miguel Layrisse, Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Venezuela. Argenis Gamboa, Presidente de la Corporación Venezolana de Guayana y el General Valentín Montaña Madrid, Director General del Instituto de Petroquímica de Venezuela.

                                                                                      V

                                                             Desarrollo y final de los hechos

1.- Un protocolo muy apropiado a una visita de estado, con un acto central: develación de un monumento a El Libertador.

Los dos presidentes de México y Venezuela llegaron al mismo tiempo, una agraciada niña de unos catorce años de edad entregó un ramo de flores a la señora de Pérez y acto seguido a la señora de Echeverría. ES NECESARIO TENER COMO REFERENTE A ESTA NIÑA, ELLA NO SE RETIRO, SE QUEDO PRESENTE CON SU MIRADA DIRIGIDA AL MONUMENTO. Los dos presidentes a un mismo tiempo cortaron las cintas, el telón calló y el monumento se presentó a la vista de los participantes del acto: en ese momento todos los asistentes estaban de espaldas al monumento, solo la niña estaba de frente, fue en ese momento de un silencio contenido por la emoción, cuando se escuchó una palabra pronunciada por la niña: CHISPAS, la cual da nombre a esta crónica.

Todos los presentes -sorprendidos y estupefactos- dirigieron su mirada al monumento, ninguno de ellos podía creer lo que estaban viendo: después de dos noches de lluvia, la verga del caballo hecha con una misteriosa resina de un alquimista-escultor mexicano, con la absorción del agua se había dilatado hasta alcanzar dimensiones desorbitantes, parecía un gigantesco hongo de enorme cabeza y de tonalidades color naranja. Era casi tan grande como el caballo al cual donaba una virilidad muy especial. La reacción del público fue diversa: la gran mayoría no entendía qué estaba sucediendo, pues pensaron que se trataba de una obra de arte moderna y vanguardista; otros se asustaron, al pensar en un acto de saboteo a una visita exitosa y otros pocos reían a carcajadas. Inmediatamente el monumento fue cubierto nuevamente con su cilindro de tela, en espera de la llegada de la pieza de bronce faltante. El presidente Luis Echeverría con su talento y habilidad, se encargó de que la prensa de su país no reseñara estos incidentes protocolares y no fueran recogidos para la historia en forma alguna.

2.- El paso de los años

Pasaron algunos años todavía, para que el monumento al Libertador fuera completamente restaurado, fue cambiado su sitio original, por supuesto siempre en el Paseo de la Reforma, se le hizo un nuevo pedestal, esta vez muy bello y moderno, el cual aparece en la foto de presentación de esta crónica y se le llama en la nomenclatura de los más exquisitos y bellos monumentos de México: Glorieta de Bolívar, en el Paseo de la Reforma.

3.-Consideraciones finales

En esta ocasión quiero compartir con mis lectores una reflexión que encontré en la red, ignoro quien es el autor, pero en todo caso, estoy de acuerdo: “Hoy, por suerte, ya sólo cabe la estatua como agradecimiento, pero mucho me temo que nuestras sociedades son menos agradecidas y más egoístas que las de nuestros abuelos, y por eso cuesta tanto levantar una estatua en honor de una persona. Abundan, eso sí, los torpes monumentos sin sentido, abstractos, que a nadie se refieren y que por tanto nada significan, que sólo lanzan el mensaje de un renacer del anonimato del hombre, que ya no está perdido ante el poder de Dios sino ante el poder aniquilador e igualador en la estupidez de la televisión. Y es que hoy, para existir, no cuentan las estatuas sino las veces que se sale en la televisión”.

Fotografías:

1.- Foto de presentación: El monumento de El Libertador Simón Bolívar en la Glorieta de Bolívar, en el Paseo de la Reforma en Ciudad de México.

2.- Estatua en Caracas del sacerdote y posteriormente caudillo militar José María Morelos y Pavón (Michoacán, 30 de septiembre de 1765 – Ecatepec, 22 de diciembre de 1815)

3.- Lázaro Cárdenas del Río (Jiquilpan, 21 de mayo de 1895-Ciudad de México, 19 de octubre de 1970) militar y político mexicano que fue presidente de México entre el 1 de diciembre de 1934 y el 30 de noviembre de 1940.

4.- Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca, 21 de marzo de 1806 – Ciudad de México, 18 de julio de 1872) fue abogado y político, de origen indígena zapoteca, Presidente de México en períodos comprendidos entre el 18 de diciembre de 1857 y el 18 de julio de 1872.

5.- Avenida México, una de las arterias viales más bellas de Caracas.

6.- Estatua de El Libertador Simón Bolívar en Caracas.

7.- Estatua de El Libertador Simón Bolívar en Lima.

8.- Trabajos de ensamblaje de la estatua de Simón Bolívar a su llegada a México.

Hugo Álvarez Pífano

Diplomático con carrera de 36 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (1964-2000). Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia, (1958-1963); Master en Derecho Internacional del Instituto de Formación Profesional e Investigaciones de las Naciones Unidas, Embajador de Venezuela en Guyana (1986-1990), Haití (1990-1992) y el Reino de Dinamarca (1995-1999); fue Director de Tratados;
Director de América; Jefe de Gabinete Es autor del libro “Manual de los Tratados Bilaterales de Venezuela” Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (1972)

@hugoalvapi

6 comentarios en “Chispas……”

  1. Jubal Valerio Hernandez

    Estimado Hugo. te saludo cordialmente y agradezco tu completa cronica sobre las esculturas y estatuas de importantes personajes de nuestra Historia. Me gustaria escribieras sobre la escultura ecuestre del Libertador que fue colocada en la Avenida La Paz de Tegucigalpa, en 1959.Un abrazo.

  2. Estimado Jubal, gracias por tu apreciado comentario. Entiendo que las dos únicas estatuas ecuestres que existen en Tegucigalpa son las de Francisco Morazán -prócer de Honduras y de Centroamérica- y Simón Bolívar (hace 40 años fue la última vez que visité Tegucigalpa, una ciudad muy bella y grata, a la cual me unen profundos afectos. Agradezco que después de tanto tiempo tengo todavía amigos que me recuerdan) Todos los numerosos próceres de esa Avenida de la Paz tienen solamente bustos. El monumento de El Libertador desde lo alto en su brioso caballo mira con agrado la ciudad de Tegucigalpa, sin duda que le gusta encontrarse en el sitio en que lo han colocado nuestros hermanos los hondureños. Esta estatua -cuyo molde parece corresponder al de Adamo Tadolini, para su obra maestra de Lima- fue develada en 1959, durante el gobierno del presidente Rómulo Betancourt, cuando Venezuela echó a andar uno de los más bellos sueños que pudo concebir nación alguna en el mundo: UNA VENEZUELA EN DEMOCRACIA.

  3. Saludos Dr. Hugo , usted cómo siempre le imprime una nota de humor a sus crónicas , interesante información en relación a la ubicación de las estatuas de personajes históricos, sobre todo el de uno de los más grandes hombres del continente americano nuestro Simón Bolivar el libertador . Gracias por hacerme reír un buen rato , le deseo feliz navidad en compañía de sus familiares .

  4. Estimada señora Rosalinda, muchas gracias por su apreciado comentario, precisamente de eso se trata, disfrutar del buen humor que acompaña a los acontecimientos de la diplomacia venezolana a través de nuestra historia reciente: un ejercicio de inteligencia para los estudiantes universitarios que quieren seguir la diplomacia como un oficio. Noto que usted disfruta de mis crónicas y quiero obsequiarle dos de mis libros ya agotados: “El vals venezolano, historia y vida” y “Cantantes líricos de Venezuela” le envío mi correo electrónico: hugoalvarezpifano@gmail.com. Envíeme una dirección para hacerle llegar ambos libros. Reciba un afectuoso saludo y mis mejores deseos por unas felices pascuas y próspero año nuevo 2022.-

  5. Estimado Vicente, muchas gracias por tu apreciable comentario. ¿Quiero hacerte una pregunta? Te interesaría tener alguno de mis libros -autografiado, por supuesto, pues yo no soy como esas personas que se niegan a poner su firma en sus libros- ya están agotados y si tienes interés me gustaría obsequiarte algunos. Por mi correo privado puedes enviarme una dirección. Un afectuoso abrazo.

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