Esta semana se celebró en Nueva York la 78º Asamblea General de la ONU, y a más de un año y medio del inicio de la invasión rusa, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky intervino ante la Asamblea General, a través de un video pregrabado, señalando que la Rusia de Putin “está empujando al mundo a una guerra final”.
Sin embargo, Zelensky, realizó una propuesta de paz, la cual consiste en lograr más apoyo económico y militar, además de aumentar las sanciones a Rusia en el escenario mundial. Así como “la retirada total de todas las tropas (…) de todo el territorio soberano de Ucrania dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas” y “el pleno restablecimiento del control efectivo de Ucrania sobre toda la frontera estatal y la zona económica exclusiva”.
El presidente ucraniano, recalco que “El veto en manos del agresor es lo que llevó a la ONU a un callejón sin salida”, por lo que propuso a la Asamblea General, órgano donde se sientan los 193 países miembros de la ONU, tendría el poder de “anular” el veto. Su discurso recibió una ovación de pie de muchos de los asistentes a la sesión.
Vale la pena recordar que el año pasado la Asamblea General extraordinaria de las Naciones Unidas se adoptó una resolución en la que se exigía a la Federación de Rusia que “retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”. El documento, presentado por más de 90 países, obtuvo 141 votos a favor, cinco en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea) y 35 abstenciones.
El presidente Zelensky, también intervino en el Consejo de Seguridad de la ONU y con respecto a Rusia, señalo que tras “574 días de dolor, pérdidas y lucha”, el Estado que había lanzado la “criminal agresión sigue presente entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad”, refiriéndose al hecho de que Rusia es un miembro permanente de ese órgano.
Estas intervenciones de Zelensky en Naciones Unidas, reavivan el debate relativo a la necesidad de reforma de la Organización de Naciones Unidas, la cual no debe centrarse solo en la conformación del Consejo de Seguridad, órgano de la ONU, que tiene la responsabilidad de mantener la paz en el planeta, objetivo que no ha podido ser cumplido porque los intereses particulares de los países que tienen derecho a veto en el organismo y paralizan las acciones de este Órgano, el ejemplo evidente la Invasión de Rusia a Ucrania.
Las reformas tienen que ir más allá del tema burocrático y plantearse una reforma integral, la misma debe realizarse en otros órganos como Consejo de Derechos Humanos, donde entre sus miembros participan países señalados de ser violadores de los Derechos Humanos como es el caso de Cuba.
También en la lista donde existe necesidad de cambios, están la UNESCO (el tema de la educación, la tecnología y la ideología, sobre todo en el tercer mundo o sur global), UNICEF (el tema de la familia. la niñez y la novedosa ideología de genero), FAO (el tema de la agricultura y la alimentación y el hambre), ACNUR (el tema de los refugiados), la OIM (el tema de las migraciones).
Hay mucho trabajo por delante, lamentablemente son pocos los lideres latinoamericanos, que entienden la urgencia de comenzar las reformas y desaprovechan la oportunidad que ofrece la Asamblea General, dando discursos largos y repetitivos, muy vinculados al tema ideológico, por lo que solo les queda como a Petro, protestar porque los delegados se salen de la sala o hablan de otras cosas.