Sin sanciones…¿Despegará la Industria Petrolera?

  

Por  Rafael Gallegos     

El gobierno norteamericano liberó – condicionada y temporalmente – buena parte de las sanciones a la industria petrolera venezolana. Ahora ésta tiene libertad para invertir en petróleo y en gas, para importar materiales y equipos y para vender hidrocarburos en el mercado internacional. La única limitante seria, parece ser el financiamiento.

Empresas de servicios como por ejemplo Schlumberger, han anunciado su retorno a Venezuela. Posiblemente Shell, ENI y Repsol también hagan acto de presencia. Y las empresas mixtas, podrán incrementar sus inversiones.

La mitología del gobierno plantea que la increíble destrucción de Pdvsa que ha dejado a los venezolanos prácticamente sin divisas y sin seguridad energética, se debe a las sanciones y que, por ende al levantarse éstas la industria petrolera venezolana volverá a su prosperidad pre revolucionaria.  

Nada más falso. Las sanciones no son las culpables de que Pdvsa haya decaído desde 3,3 millones de barriles por día y 7 mil millones de pies cúbicos diarios de gas, hasta apurados setecientos mil barriles diarios de petróleo y cuatro mil millones de pies cúbicos diarios de gas, de los que por pésima gerencia se quema o se airea la mitad.

Y tampoco las sanciones son culpables de la postración del sistema refinador, otrora exportador de gasolina, gasoil y otros derivados, y hoy incapaz de satisfacer las mínimas necesidades nacionales.

AYUDAMEMORIA

La increíble decadencia de Pdvsa, y hay que recordar la historia para no repetirla, se debe a la política gubernamental que ya se vislumbraba durante la primera campaña presidencial de Chávez.

¿Recuerdan la campaña de “las colitas de los aviones de Pdvsa”, o el “estado dentro del estado” que, según la propaganda electoral era Pdvsa? Campañas para desprestigiar a una petrolera estatal de más de tres millones de barriles diarios, que se enrumbaba a seis en pocos años.  De haber seguido esos planes Venezuela sería hoy el cuarto productor de petróleo del mundo, detrás de Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita. ¿Qué tal?

Destruir Pdvsa formaba parte de la estrategia made in La Habana de destruir el capitalismo para montar sobre sus escombros el socialismo. ¿Recuerda cuando botaron a 23.000 gerentes y técnicos de Pdvsa en la lobotomía empresarial más insensata de que se tenga memoria?  ¿Recuerda cuando Rafael Ramírez dijo que Pdvsa era chavista y roja rojita al que no entendiera se lo iban a hacer entender a “carajazos”? ¿Recuerda a Chávez diciendo “yo provoqué el paro, tenía que tomar esa colina que era Pdvsa”? He ahí el origen del desastre.

Nada que ver con las sanciones.

LUEGO DE LA ELIMINACIÓN DE SANCIONES…

Es claro que la suspensión temporal y condicionada de sanciones traerá algunas mejoras, por demás deseables, en Pdvsa. Seguramente se producirá gas y condensado en el Caribe, se hará negocio con Trinidad y Tobago, se incrementarán inversiones en las empresas mixtas. Se comenzará a desarrollar logística para perforaciones. Además, se podrán vender los hidrocarburos sin descuentos. La producción se incrementará en unos doscientos mil barriles en un año, hasta más de 900.000 bd.

En cuanto a las refinerías, nada indica que la suspensión de sanciones traiga reformas significativas que permitan satisfacer los mercados nacionales. 

Y claro, el gobierno dispondrá de más divisas, que mejorarán el flujo de caja. Pdvsa fortalecerá su músculo financiero y seguramente habrá algunas mejoras operacionales.

Pero eso… no es suficiente para la recuperación de la industria, ni del país.

¿QUÉ HACE FALTA PARA RECUPERAR LA INDUSTRIA PETROLERA?

¿Qué significa “recuperación”? … Un nivel acorde con nuestras potencialidades. Es decir, unos tres o cuatro millones de barriles diarios, unos diez mil millones de pies cúbicos de gas diarios, unas refinerías capaces de satisfacer la seguridad energética (incluyendo Citgo que sería gravísimo perderla), y un mercadeo interno de hidrocarburos como al que estábamos acostumbrados antes de la “revolución”.

¿Cuánto?…  Unos 15.000 millones de dólares al año durante por lo menos siete u ocho años.

¿Quiénes serían los inversores? … No hay otra opción: los capitales de Exxon, Shell, BP, CNPC, algunos árabes, etc. que son los únicos que disponen pingues cantidades de dinero. Y por más “panas” que sean, si no hay confianza, no vendrán.

¿Qué requieren los inversionistas? Confianza, marco jurídico y separación de poderes… tres cosas que el gobierno no puede dar.

¿Y las refinerías? Para superar tanto parchete se requieren inversiones unos 10 mil millones dedólares… para que usted disponga de gasolina y gasoil suficiente.

CONCLUSIÓN

La eliminación de sanciones no genera ni confianza, ni seguridad jurídica para que vengan al país las inversiones necesarias.  

Las sanciones han sido apenas la guinda de esta gigantesca torta que ha puesto la “revolución” en casi un cuarto de siglo. Su suspensión se reflejará en unos 200.000 barriles diarios adicionales en un año, y en el despegue del gas en el Mar Caribe. Y no garantiza mejora sistémica del sistema refinador. 

Al suspender las sanciones se acaba la excusa. ¿A quién culparán ahora?

El problema es sistémico y es político, por ello, la salida es sistémica y política.

PD: Y si el gobierno no cumple los acuerdos de Barbados, podría revertirse la liberación de sanciones. O sea…

Rafael Gallegos Castro

Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV

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