Rafael Gallegos

Venezuela petrolera: seis cuentos y tres remordimientos

Ya basta de tantos miramientos, remordimientos y dudas acerca de nuestro futuro petrolero y gasífero. Tenemos un gigantesco potencial y el mundo seguirá requiriendo de los hidrocarburos por décadas. ¿Entonces? ¿Qué esperamos para declarar que los hidrocarburos son el primer motor para intentar la resurrección de este desvencijado país llamado Venezuela… y actuar en consecuencia? Hay mucho cuento (¿posverdades?) enfocado a que creamos ya pasó nuestra era petrolera, y que tenemos que dedicarnos a otra cosa. Veamos algunos: CUENTO 1: EL PETRÓLEO ES EL CULPABLE DE LA CONTAMINACIÓN Algunos piensan que si desarrollamos la industria petrolera venezolana vamos a “contaminar” al planeta. Mientras tanto, en nuestras narices, Guyana, Brasil y Argentina muestran tasas de crecimiento de producción de hidrocarburos que nos alejan cada vez más de nuestra otrora condición de monopolio petrolero de América Latina. Y el propio Estados Unidos, gracias al petróleo de lutita, casi que triplica su producción de petróleo en los últimos veinte años, y aprovecha la invasión rusa a Ucrania para dar salida a su gas y convertirse en proveedor de Europa. Se trata de un fenómeno que el mundo – y en nuestro caso Venezuela- debe atacar con seriedad y en conjunto. Sincerarnos, ante la imposibilidad de vivir sin petróleo, minimizar la contaminación. Aplicar es la estrategia de Limpiar el Petróleo. ¿Cómo? Procesos con energías alternas incorporadas, CAC (captura y almacenamiento de carbono), y mínimos mandatorios del SHA (Seguridad, Higiene y Ambiente). CUENTO DOS: VENEZUELA SUPERÓ EL RENTISMO Otros comparten el cuento – puro cuento propagado por la “revolución” – de que “superamos el rentismo”, cuando la realidad es que ellos “acabaron con la renta” cuando deterioraron aquella PDVSA que era la segunda petrolera del mundo, y convirtieron a Venezuela en apenas el noveno productor de la OPEP. La realidad es que el paradigma de eternizarse en el poder, contrasta con una Venezuela próspera. Cuatro o cinco millones de barriles generarían, una portentosa clase media, y capitales para la lógica lucha por la alternabilidad. Palabra esta, mortal para la “revolución”. CUENTO 3: LAS SANCIONES SON CULPABLES DEL DERRUMBE DE PDVSA También hay quienes pregonan que PDVSA se vino abajo por las sanciones, como si ignoraran, en primer lugar, que el bajón de producción ocurrió antes de la aplicación de las sanciones; y en segundo término, que la decadencia de esa empresa se inició en 1999 y tuvo su punto de inflexión cuando se les ocurrió botar a la mitad de la nómina en el conflicto de 2002- 2003. CUENTO 4: NUESTRO PETRÓLEO ES DE MALA CALIDAD Cierto que la mayoría de nuestras reservas son pesadas y extra pesadas; pero: En primer lugar tenemos petróleo liviano como para producir tal vez dos millones de barriles diarios por décadas. Y en cuanto a la Faja, se trata de un crudo muchísimo más competitivo que el canadiense. Ellos para producir tienen que deforestar, excavar con palas gigantescas, trasladar por correas la tierra para extraerle el bitumen; y luego devolver en trenes la tierra, colocarla en su lugar y reforestar. ¿Qué tal?, y con todo y eso van para cuatro millones de barriles diarios. ¿Y por qué los canadienses sí y nosotros no? CUENTO 5: NO SOMOS UN PAÍS GASÍFERO Venezuela posee la séptima reserva de gas del mundo. Y si exploráramos – para variar no lo hacemos- podríamos ser la cuarta o quinta reserva tras gigantes como Rusia, Irán, Qatar. En el Mar Caribe poseemos capacidad para extraer el gas, procesarlo, licuarlo (LGN), embarcarlo en metaneros y exportarlo. Igual hay suficiente gas para el consumo nacional en hogares, vehículos e industrias. Suficiente para operar las industrias del hierro, del aluminio y la petroquímica, así como para satisfacer la demanda eléctrica vía plantas. Claro que sí somos un país gasífero, pero hay que explorar, organizarse, atraer inversiones y por cierto, dejar de ventear casi dos mil millones de pies cúbicos diarios en Monagas. CUENTO 6: LLEGAREMOS A UN MILLÓN DE BARRILES DIARIOS Da la impresión que el gobierno todos los años le pide al Niño Jesús un millón de barriles diarios para Navidad, y como que se portan mal, porque nunca les llega el regalo. Pero por encima de todo, un millón de barriles es una cifra muy pobre y modesta en referencia a nuestras reservas, el conocimiento de la industria y la capacidad de nuestra infraestructura. La realidad es que podemos llegar en el mediano plazo a 4 millones de barriles diarios, y a 10.000 millones de pies cúbicos diarios de gas. A procesar más de un millón de barriles en nuestras refinerías generando gasolina y gasoil para los venezolanos (cero colas) y para la exportación. Y procesar otro millón de barriles en extranjero. Por cierto, es Urgente – Urgentísimo- salvar Citgo. Pero una nueva industria petrolera próspera requiere seriedad, una LOH que materialice la visión de una nueva industria petrolera con empresas y capital privado, y control del estado. Así como Confianza: Respeto a los inversionistas, separación de poderes, cero corrupción y Democracia. Ningún inversionista va a traer miles de millones de dólares para perderlos. De no haber Confianza, se irían para Guyana, Brasil Argentina y paremos de contar. Para superar esa triste modestia de un millón fallido de barriles diarios, y llegar a cuatro, son imperativas la Confianza, y la Democracia. Lo contrario es seguir dando ante el mundo la insólita imagen de un limosnero sentado en un barril. REMORDIMIENTOS (DE CONCIENCIA… COLECTIVA) Como generación… aunque no sea “culpa” suya: 1. Destruimos la segunda petrolera del mundo… 2. Dilapidamos al país más rico del continente y lo pusimos a la cola de América. 3. Recibimos una especie Kuwait latinoamericano, adicionalmente con una democracia floreciente, y entregaremos a la siguiente generación un país desvalijado y muy pobre, tal como… ¿Cuba, Nicaragua, Haití?, ponga usted nombre. ES URGENTE: 1. Que superemos los cuentos de camino y los remordimientos de conciencia colectivos. 2. Que reconstruyamos una industria petrolera y gasífera de nivel mundial, que impulse el CAC (captura y almacenamiento del carbono) y haga simbiosis con el aprovechamiento

Claves para el futuro de nuestra industria petrolera

Por Rafael Gallegos Los venezolanos estamos – no lo dude – en las puertas de una nueva era cuyo arranque va a ser pivoteado por el nacimiento de una nueva industria petrolera. Por ello, es fundamental tener claridad y desarrollar consenso acerca de qué y cómo hacer con nuestros hidrocarburos, para que estos estimulen el desarrollo sustentable de una Venezuela que a la larga no dependa del petróleo. Más allá de sembrar, tal vez la palabra adecuada sea: cosechar el petróleo. Para comenzar, es necesario comprender varios aspectos: -La Pdvsa azul… no volverá…. Resucitarla sería como reparar un carro de pérdida total. Es decir, no se trata de recuperar Pdvsa, sino de crear una nueva industria petrolera. -El estado no tiene dinero para invertir en la industria petrolera… es decir, es indispensable el capital privado para acometer su reconstrucción. -El imperio existe y es malo (Rafael Poleo dixit)…. El capital no tiene patria, ni amigos, solo intereses. Si no, observen la reciente reunión de los inversores internacionales en Londres para estudiar formas de inversión si gana Maduro. No se puede pecar de inocencios. Es importante que las leyes se orienten hacia una justa distribución de beneficios entre la nación y los inversionistas. Hay que estar claros en que si los venezolanos no controlamos nuestra industria petrolera, la controlarán otros. Y por cierto, controlar no es sinónimo de estatizar. – Al petróleo le quedan muchas décadas…. Las energías alternas han tenido una velocidad muy inferior a lo esperado. Parecen lejos de convertirse en disruptivas. Dese hace casi un siglo ha habido la creencia que sólo le quedan veinte años al negocio petrolero, y eso ha perjudicado nuestra visión a largo plazo. – Es hora del HUB ENERGÉTICO…. de sustituir los análisis aislados de petróleo por uno sistémico de Energía. En Venezuela hay petróleo, gas, energía hidráulica, sol, viento. ¿Entonces? Además con ríos navegables, gas, electricidad, bauxita y hierro, se pueden desarrollar empresas de aluminio, de hierro, y agregar valor con manufactura. Igualmente es importante definir estrategias más allá de las palabras. Por ejemplo: Privatización…. Esta palabra, per se, dice poco. Porque todas las concepciones del negocio quieren incorporar capitales. Los que quieren recuperar la Pdvsa azul bregan por capitales para Pdvsa. Por ejemplo el gobierno, que los ruega. Por otra parte están los que quieren vender, tipo lejano oeste, los activos de Pdvsa al primer postor. Finalmente, están (estamos), quienes plantean el Cómo hacer para incorporar capitales privados con una LOH que además de orientar la Visión del negocio, plantee Agencia de Energía, Rondas de Licitación y regalías e impuestos variables. Tal como han hecho muchos países de América Latina, cuya participación promedio en el negocio queda en alrededor del 60%. Algunas concepciones denigran de la “privatización”, y otros la subliman sin explicar el cómo. Eso sí, todos quieren incorporar capitales privados. ¿Entonces? El problema está en la palabra. Lo correcto es incorporar capitales privados explicando la estrategia. Por otra parte, la Ley Orgánica del Gas permite 100 % de capitales privados en todos sus procesos. Y sin embargo, las inversiones escasean, ¿por qué? Confianza… la palabra clave para incorporar capitales es Confianza. Y ella depende de leyes, separación de poderes., seguridad jurídica, respeto. Todo junto. Si no hay Confianza, los inversionistas en lugar de venir a Venezuela se irán a Guyana, Brasil Argentina… Venezuela dejó de ser el monopolio petrolero de América Latina. Estatización…. Parece una mala palabra. Se habla con cierto dejo de “estatistas”, y volvemos al cómo. ¿Cuál debe ser el rol del estado? Ni petroestado, ni desaparecer… gris es el árbol de la vida. El negocio petrolero tiene que ser operado mayoritariamente por empresarios privados, sin embargo el estado debe controlar el negocio (que no es operar). Repetimos: si no lo controlamos nosotros, lo harán otros. Sería sano que al final del proceso de reconstrucción quedara una Pdvsa muy redimensionada en el mercado compitiendo en igualdad de condiciones con múltiples empresas privadas. Por cierto, sería sano que entre esos capitales haya de propietarios venezolanos. Igualmente, si se salva Citgo, sería para procesar crudos venezolanos tal como se planificó inicialmente. De lo contrario, ¿qué sentido tendría mantener su propiedad? También hay que definir la participación venezolana en la OPEP. Muy simple, si se quiere participar e influir en los precios, el estado debe poder controlar- en determinados casos – los volúmenes de producción. USO DE LOS BENEFICIOS DE LA INDUSTRIA…. No se deben repetir los errores de los años setenta que en nueve años llevaron a Venezuela del boom a la devaluación. Es imperativo evitar, hasta por ley, el uso de las divisas del negocio en el gasto público, así como proceder a descentralizarlos. Los beneficios deben ser utilizados en inversiones y planificados rigurosamente. Igualmente hay que aplicar estratégicamente las políticas de Responsabilidad Social Corporativa, ya que estas están orientadas al desarrollo sustentable de las áreas aledañas a la industria (buena parte del país), que pueden crear un efecto dominó de prosperidad en tantas áreas hoy hambrientas y deprimidas. Muy importante definir el rol de la resurrección de nuestra principal industria. Con consenso y con grandeza. Es hora de repensar el petróleo y de repensar a Venezuela. PD: La primera acción para resucitar a la industria petrolera y al país, es salir en masa a votar el 28J. Todos, sin excusas y con muchas esperanza Rafael Gallegos Castro Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV

Venezuela: Polo energético de América Latina

Por Rafael Gallegos Castro PARÁBOLA DE LOS TALENTOS En la “parábola de los talentos” (talento: moneda equivalente a 34 kg de plata) de los evangelios, se plantea que un hombre rico que se iba de viaje llamó a sus siervos. Al primero le dio cinco talentos, al segundo le dio dos y al tercero uno. Cuando regresó del viaje les pidió cuentas. Los dos primeros siervos duplicaron los talentos, y el tercero le dijo que enterró su talento y se lo devolvió sin ninguna ganancia. Jesús cuenta que el hombre rico castigó al tercero, quitándole su talento y entregándoselo al que tenía diez. Los venezolanos, no lo dude, nos hemos comportado en los últimos veinticinco años como el tercer siervo de la parábola, o peor, porque  seguramente ni siquiera podríamos devolver un talento. VENEZUELA DESPILFARRADA  Hemos despilfarrado la gran cantidad de talentos con que nos dotó la naturaleza, léase petróleo, gas, o energía hidráulica, sobre todo en estos años de “revolución” o mejor, de destrucción estratégica para comerte mejor. Además, no hemos aprovechado el sol ni los vientos como energías solar y eólica.  ¡Hasta cuándo seguiremos siendo un limosnero sentado en un barril! Según el gobierno, tenemos “las mayores reservas petroleras del mundo”. No es cierto; pero de todas formas tenemos gigantescas reservas. Pero despilfarramos este talento, apenas producimos 800.000 barriles diarios en lugar de cuatro o cinco millones que nos permitirían generar prosperidad y construir un gran país. En gas poseemos la séptima reserva más grande del mundo (si exploráramos podríamos ser la cuarta), también despilfarrada: no tenemos gas en nuestras cocinas, hay empresas paralizadas por no disponer de ese combustible, en lugar de apagones tenemos alumbrones, y  se queman vergonzosas cantidades de gas en Monagas. Tenemos un gran potencial de energía hidráulica. Aprovechado en los años de la república civil  con la construcción de la maravilla que es la represa del Guri, así como otras menores. Hoy muchas de las turbinas están inservibles, el sistema de transmisión deja mucho que desear y por cierto, tampoco estamos aprovechando el potencial de las plantas eléctricas. Igualmente no le hemos sacado jugo a nuestra capacidad para posicionarnos en energía solar y eólica, como hacen otros países. Hasta cuándo seguiremos despilfarrando tantos talentos con que nos dotó la naturaleza. HACIA UN POLO ENERGÉTICO Es la hora de proponernos a aprovechar nuestras potencialidades. Y de romper paradigmas, los cambios profundos empiezan en las mentes. No somos sólo un país petrolero y gasífero. Somos un país energético. ¿Cuántos países del mundo tienen abundante  petróleo, gas, caudalosos ríos, sol y viento? ¿Cuántos? Saque cuenta y le sobrarán los dedos de las manos. Y ese potencial es industrias, dinero, calidad de vida. Ya es hora de mirarnos como un país energético y superar este estado de despilfarro. Y si a estas potencialidades agregamos el hierro y el aluminio… sume y siga sacando cuentas de los países que disponen de estos recursos… y le sobrarán los dedos de una mano. HUB ENERGÉTICO El denominado Hub Energético es un modelo muy orgánico de desarrollo, producto del trabajo de un equipo de destacados técnicos venezolanos coordinados por Víctor Vázquez y Lino Carrillo, que fue adoptado por el equipo energético de ‘’Venezuela Tierra de Gracia”. Su aplicación nos permitiría aprovechar nuestras singulares potencialidades energéticas, desarrollar un poderoso parque industrial y por ende elevar cuánticamente nuestra deterioradísima calidad de vida. Se trata de cambiar nuestro modelo de desarrollo, de tender y atravesar un puente que nos conduzca desde nuestra ya vetusta concepción petrolera hacia una   concepción energética, que redunde en la optimización entrelazada de las industrias de hidrocarburos, eléctrica, solar y eólica,  que nos convierta en el Polo Energético de América Latina. Es la hora de desarrollar nuestra industria petrolera hasta más de 4 millones de barriles diarios; nuestra producción de gas hasta 10 mil o doce mil millones de pies cúbicos diarios, haciendo que llegue gas directo a los hogares, a las industrias, y que podamos exportar en metaneros, gas licuado a Europa y otros lares. De desarrollar a partir del gas y otras corrientes de refinería una poderosa industria petroquímica, así como dotar nuestras plantas eléctricas. Igualmente, es hora de aprovechar nuestras ventajas comparativas y desarrollar la industria de aluminio (bauxita, ríos, gas) para generar empleos y divisas exportándolo,  y empleos y calidad de vida transformando el aluminio en latas, ollas, sartenes, neveras, lavadoras, vehículos, aviones, papel de aluminio, techos de vivienda y paremos de contar. Idem con las ventajas comparativas de la industria siderúrgica (hierro, ríos, gas).  A partir del hierro reducido con gas, y del acero obtenido con carbono, se puede exportar, o generar valor agregado en Venezuela: maquinarias, electrodomésticos, vehículos, sillas tuercas… ¿Cuántos países poseen simultáneamente petróleo, gas, energía hidráulica, sol, viento, ríos navegables, bauxita, hierro? Llega la hora de aprovechar estos talentos. Pero no es mágico, hace falta voluntad, estrategia, educación, instituciones, inversores privados, leyes que estimulen la inversión. Una urgente y novedosa concepción de país. También plantea el Hub Energético el aprovechamiento de los muchos pozos petroleros inactivos en condiciones para almacenar el CO2, que tiene Venezuela. Esto redundaría en el liderazgo de los procesos de captura y almacenamiento de carbono (CAC), llamado en el futuro a descontaminar los procesos asociados a los fósiles. Es imperativo –ya- un gobierno que proyecte y materialice  el desarrollo nacional. Que convierta para empezar, a Venezuela el Polo Energético de América Latina. Un polo que sirva de motor de arranque para desarrollar también nuestras potencialidades agrícolas, industriales, turísticas… Un nuevo país que nos merecemos. Venezuela tiene que surgir, sin excusas. De nuestras innovadoras mentes trabajando en equipo. Y debe hacerlo antes de que la dejadez y mediocridad en el aprovechamiento de nuestros talentos nos iguale con Macondo, aquel pueblo condenado a cien años de soledad que no tuvo una segunda oportunidad sobre la tierra. Además, ya es la hora del retorno de ese excepcional talento de nuestros jóvenes y no tan jóvenes, que la falta de oportunidades de la “revolución” empujó a otros lares. Nuevos paradigmas para una nueva Venezuela. EL VOTO ES LA OPORTUNIDAD El

¿Comenzó la transición?

Por Rafael Gallegos Castro La política al igual que la física, no tolera vacíos. Cuando los gobiernos se agotan, se inician las transiciones hacia modelos más sustentables. La “revolución’’ que hemos padecido los venezolanos por un cuarto de siglo ha perdido buena parte de los soportes que le dieron vida: apoyo popular, liderazgo carismático, abundante flujo de caja, calidad de vida. La vía democrática que los llevó al poder y los mantuvo por años, se les ha hecho muy, pero muy cuesta arriba. La verdad es que ya nadie los quiere. Las encuestas indican que el candidato unitario Edmundo González Urrutia, a menos que aparezcan obstáculos insalvables, se dirige a una resonante victoria el 28 de julio. Él ha dicho: “seré el presidente de la transición”. Las transiciones no son nada nuevo en Venezuela. Todas obedecen a agotamiento del modelo o del liderazgo, y todas tienen sus consecuencias. Hemos tenido transiciones malas, transiciones buenas y transiciones frustradas. Veamos algunas: Juan Vicente Gómez en 1908… (Transición Mala) Ni sus más áulicos soportaban al Cabito. Los ciudadanos querían un cambio de gobierno, estaban hartos de sus continuas parrandas, los pleitos internacionales como por ejemplo el rompimiento de relaciones diplomáticas con Colombia y Estados Unidos; la represión, la mala situación económica. Estaba tan agotado el gobierno de Cipriano Castro que apenas se embarcó en el navío Guadalupe para operarse del riñón en Alemania, comenzó la conspiración. En tres semanas lo tumbó su compadre Juan Vicente, que quedó como presidente provisional. Gómez fue una mala transición. Cuando murió, en 1935, Venezuela tenía más de 80 % de analfabetas, el promedio de vida era 34 años, y campeaban las enfermedades endémicas, todo en medio de una gigantesca represión. Su “provisionalidad” duró… 27 años. López Contreras en 1935… (Transición Buena) Murió Gómez y había que sustituirlo. Dos tendencias lucharon. La del terrible primo del mandatario, Eustoquio Gómez, apoyado por la familia Gómez. Tratando de llegar al poder, Eustoquio fue abaleado y muerto en la Gobernación de Caracas. La otra opción era López Contreras, ministro de Guerra. Al final se impuso y con altos y bajos comenzó a transformar al país y a implantar la democracia. La transición de Diógenes Escalante en 1945… (Transición Frustrada) El general Isaías Medina Angarita fue un gran presidente. Sin embargo no pudo manejar ni el relevo de los militares “chopo e’ piedra”, generalotes de a caballo que seguían gobernando por encima de los oficiales de escuela; ni la imperiosa necesidad de la votación universal, directa y secreta. El Embajador Diógenes Escalante fue seleccionado como candidato presidencial unitario, de común acuerdo entre e gobierno, los oficiales jóvenes, y los políticos emergentes encabezados por Rómulo Betancourt, a condición de que implantaría las elecciones universales, directas y secretas. Pero… una enfermedad cerebral sacó del juego al Embajador Escalante. El presidente Medina, sin mucha consulta, procedió nombrar candidato al ministro de Agricultura Ángel Biaginni, que no satisfizo ni a los jóvenes oficiales, ni a los políticos, y se generó movimiento 18 de Octubre, que dio al traste con el gobierno. La transición de Larrazábal el 23 de enero… (Transición Buena) Los militares y el pueblo se cansaron de los fraudes y la represión de Pérez Jiménez, aunado a que internacionalmente, ya venían de regreso las dictaduras militares aupadas por Estados Unidos. El ex director del Círculo Militar y en ese momento jefe de la Armada, Wolfang Larrazábal, encabezó la transición. Era el oficial de más alta graduación en la milicia. Soportó la intentona de Castro León en julio del 58. Cuando se lanzó como candidato presidencial entregó el mando. Perdió las elecciones y reconoció la derrota. Cuando algunos compañeros militares le susurraban al oído que por qué no daba un golpe y se quedaba en Miraflores, el almirante les respondía: “caramba, ustedes me colocaron aquí para que tumbara a un dictador y ahora quieren que yo me convierta en dictador…” Larrazábal fue un gran venezolano que comprendió y ejerció su rol de manejar la transición hacia la democracia. La transición del 2024 está obligada a ser excelente… De la primaria de octubre 2023 surgió el apabullante liderazgo de María Corina Machado. Casi todas las encuestas reflejan que si fuera candidata presidencial arrasaría con más del 70%, lo cual constituiría un récord. Sin embargo, como sabemos MCM está inhabilitada. Ella dijo: “hasta el final”, y muy pocos sabían el significado de esa frase. Actuó con mucha inteligencia, en lugar de escándalos o estridencias sorprendió a gobierno buscando sustitutos en línea con la Plataforma Democrática. Finalmente, se escogió al Embajador Edmundo González Urrutia como candidato. Sus rivales políticos comenzaron una campaña de desprestigio diciéndole tapa amarilla, títere, segundón etc. , cuando la realidad es que el candidato presidencial Edmundo González es la punta de la lanza integrada por el liderazgo de María Corina, la Plataforma Unitaria y otras organizaciones, y energizada por el inmenso deseo de cambio de un ciudadanía hastiada de tanta carencia material y espiritual, y de abrazar a sus hijos por las frías pantallas de las computadoras y teléfonos. Y la punta de la lanza se dirige hacia una elección cuyo resultado permitirá el transito hacia la recuperación de Venezuela. La transición está en sus manos, en las mías y en las de su vecino, que tenemos el deber de votar y hacer que los demás voten, para poder decir el 29 de julio: Transición Habemus. Un transición Que no sea mala como la de Gómez, ni frustrada como a de Escalante, sino buena como las de López y Larrazábal. A votar.   Rafael Gallegos Castro   Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV   

Oficina Número Dos

Por Rafael Gallegos De la obra de Miguel Otero Silva – otro de los grandes escritores semiolvidados de Venezuela – tomaremos dos novelas, una continuación de la otra, que describen la transición de Venezuela desde un país pobre y palúdico hacia la nación petrolera en que nos convertimos en el siglo XX. Se trata de “Casas Muertas” y “Oficina Nro. 1”. La primera se desarrolla en Ortiz, un pueblo desvencijado, palúdico y sin oportunidades donde buena parte de su población emigra. Y Ortiz se va convirtiendo en un pueblo fantasma. La segunda de las novelas: “Oficina Nro. 1”, muestra el despegue, con virtudes y defectos, de una población petrolera venezolana, que se puede extrapolar como el inicio de la ruta de la sociedad petrolera en que nos convertimos en el siglo XX. Otros autores como Ramón Díaz Sánchez (Mene), César Rengifo (Tetralogía del petróleo), o José León Tapia (Vientos de Huracán) pueden ilustrar este devenir petrolero para dar más luces al respecto. CISNE NEGRO A la nación dictatorial, caudillesca, autoritaria, palúdica, endeudada y hasta invadida que fue Venezuela en los albores del siglo XX, le emergió desde el fondo de la tierra un cisne (negro) que lo cambió todo: el petróleo. El Zumaque, el Barroso, los campos petroleros, las divisas, fueron transformando paulatinamente a Venezuela. Al morir Gómez, éramos un país sin deuda externa; pero con 80% de analfabetismo y un promedio de vida de … 34 años. López Contreras y Medina Angarita evidenciaron mucho progreso: pininos de democracia, saneamiento, nuevas leyes petroleras, infraestructura; pero seguían gobernando los “chopo e piedra” en la milicia, y era muy fuerte el residuo del gomecismo en las esferas de poder, entre otros aspectos por un caduco sistema electoral. El “18 de Octubre”, militares de escuela y buena parte de los líderes de las generaciones emergentes se aliaron y tomaron el poder. Se estableció la votación universal, directa y secreta; se inició una revolución educativa, se aceleraron las obras de infraestructura, por factores internacionales se multiplicó la producción de petróleo, y se incrementó la participación de Venezuela en ese negocio. Luego vendrían Pérez Jiménez, los cuarenta años de república civil y esta “revolución” bolivariana que padecemos. El petróleo lo impregnó todo. Hasta las mentes de los hombres. Logros en educación, salud, infraestructura, crecimiento de ciudades y democracia; convivieron con proteccionismo, estatismo, tabaratismo, consumo suntuario, crecimiento de la marginalidad, inmigración sin control, y al final … una sociedad no sustentable, que devino en autoritarismo, luego del fracaso del intento de modernización de CAP. Son innegables los logros en calidad de vida buena parte del siglo XX. Venezuela se redimensionó. Los mejores años de nuestra historia. Lo malo fue que no supimos cambiar el modelo que ya no era sustentable. Y Venezuela escogió el fácil camino del mesianismo. Hoy asistimos a una Venezuela desbaratada. A una moderna versión de “Casas Muertas”, con gigantesca emigración y con el riesgo de convertirnos en un país fantasma. Para remate, la industria petrolera, que dio pie a la novela “Oficina Nro. 1” se ha “autosuicidado” (CAP dixit). Pdvsa, a pesar de los limitados esfuerzos actuales, no es ni la sombra de aquella petrolera considerada “la segunda del mundo”. Sin embargo, la buena noticia es que los venezolanos estamos en condiciones de resucitar a la industria petrolera y escribir en colectivo una novela que podría llamarse “Oficina Número Dos”. Las reservas de petróleo y gas existen, la expectativa de mercado es de décadas, los técnicos petroleros venezolanos son cuantiosos y de calidad. ¿Entonces? ,¿qué esperamos? SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA EL PETRÓLEO… Y PARA EL PAÍS “… porque los pueblos condenados a cien años de soledad no tendrán una segunda oportunidad sobre la tierra”, finalizó el Gabo su incomparable “Cien años de Soledad”. Pero, albricias, contrariamente a Macondo, el petróleo venezolano sí tiene una segunda oportunidad sobre nuestra tierra. Pero hay que ganársela. ¿Y cómo se gana? En primer lugar … cambiando el modelo político por uno que genere confianza: separación de poderes, libertad económica, de prensa, de pensamiento, elecciones vinculantes, respeto al ciudadano, respeto a los inversionistas… democracia. En segundo término… estimulando la atracción de inversiones petroleras con una Ley Orgánica de Hidrocarburos competitiva, que incluya Agencia de Energía que dirija Rondas de Licitación de paquetes energéticos que devenguen en una industria petrolera con empresas privadas, una Pdvsa pequeña compitiendo en igualdad de condiciones, y un estado que controle el negocio ( distinto a operar el negocio). Con planes similares para la industria eléctrica, no hay que olvidar que hay una perfecta simbiosis hidrocarburos – electricidad. Cada una depende de la otra. Y finalmente, hay que utilizar los beneficios de la industria de hidrocarburos de manera estratégica…. para que sirvan de pivote para la construcción de un país sustentable: No utilizar los impuestos y la regalía en gasto sino en inversión, descentralizar los beneficios, aplicar responsabilidad social empresarial en las nuevas empresas. Es decir vincular los beneficios petroleros con el desarrollo nacional. Una trilogía:: Cambio de modelo político. Empresas de energía competitivas, no hay países prósperos sin empresas prósperas. Y utilización de los beneficios empresariales con una visión de desarrollo del país. AL RESCATE DE LOS PANCHITO MANDEFUA Cerramos con una referencia al bellísimo cuento Panchito Mandefua, de otro gigante semiolvidado: José Rafael Pocaterra. No queremos que la pobreza , el abandono y el fracaso de país, hagan que – como en el cuento- el Niño Jesús, se conmueva en las navidades y se lleve a nuestros niños marginales a cenar con Él. Tenemos que crear un país próspero donde todos nuestros niños puedan cenar con sus padres en Navidad, en Año Nuevo y… todos los días. Niños felices, país con futuro. ¿Difícil?, sí; pero necesario. La nueva Venezuela comienza por la infancia. Hay que revertir esta realidad plagada de niños desnutridos. ¡Hasta cuándo! PD: La primera meta de esta “Oficina Número Dos”, es salir a votar todos – todos- en 28 de Julio. Sin excusas y sin depresiones. Somos más, muchos más y tenemos razón. ¿Entonces? Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en

Medio Oriente… ¿Jugando al Armagedón?

Por Rafael Gallegos   Atónitos, observamos las guerras en el medio oriente. Un polvorín. Hamas ataca a Israel. Israel responde y ataca a Gaza. Irán apoya a Hamas. Estados Unidos y Europa apoyan a Israel.  Por su parte en Yemen hubo, pocos años ha, una cruenta guerra civil entre hutíes y el gobierno. Los hutíes, apoyados por Irán vencieron, entonces los países del Golfo intervinieron a favor del gobierno y bombardearon Yemen hasta la saciedad. En octubre pasado al inició de la guerra Gaza – Israel; los hutíes desde el lejano Yemen y apoyados por Irán, comenzaron sistemáticos ataques a embarcaciones en el Mar Rojo. Y no con flechas precisamente, sino con sofisticado armamento que incluye drones y misiles. Como respuesta, Estados Unidos y Gran Bretaña atacan a Yemen. Estados Unidos e Irán, se muestran los dientes. Estados Unidos ataca a aliados de Irán, en Irak y Siria. Por el Mar Rojo, vía Canal de Suez, pasa diariamente alrededor del 10 % del comercio mundial, el 40 % de los contenedores y más de tres millones de barriles de petróleo, así como importantes cantidades de gas natural licuado. El Canal de Suez es la conexión Asia – Europa. Ante la violencia, muchas empresas han obviado la ruta del Mar Rojo y envían sus naves a dar la vuelta por África para evitar los ataques. Esa vuelta tarda por lo menos diez días y cuesta millones de dólares, que se reflejarán en inflación. No hay que olvidar que Irán ansía desaparecer al Estado de Israel. Y que los hutíes tienen como lema “Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición de los judíos, victoria de Irán” En la zona se producen alrededor de 25 millones de barriles de petróleo por día. Buena parte de la energía de la civilización. He ahí el quid del asunto.  Sin ese petróleo el mundo volvería a la edad de piedra. ¿Hasta dónde puede llegar esta guerra, por tan preciado líquido y con tanto recalentamiento?, ¿hasta el tan pregonado Armagedón?   ¿Qué sucedería si Irán y sus aliados intentan sacar del mapa a Israel? Estados Unidos y sus aliados, ¿permitirían que eso sucediera? ¿Los Estados Unidos llegarían a destruir parte de Irán para evitar el descontrol total en la zona? ¿Y cómo reaccionarían China, que compra mucho petróleo en Irán y tiene inmensas inversiones en ese país por la Ruta de la Seda? ¿Y Rusia, aliado de Irán? Y si todos se descontrolan, ¿qué sucederá con la civilización? O sea, con usted, con su vecino y conmigo. VENEZUELA A primera vista Venezuela pareciera favorecida por este conflicto. De los años setenta, ochenta y hasta noventa nos quedó el recuerdo de como una lejana guerra petrolera, o el estornudo de un jeque árabe, incrementaba sustancialmente los precios del petróleo. Mayores precios … mayores divisas. Sin embargo, nuestra industria petrolera no es ni la sombra de aquella próspera Pdvsa ubicada en el país petrolero más confiable de occidente. En primer lugar, la escuálida producción de hidrocarburos, de gas y la improductividad de las refinerías, poco puede aprovechar un alza de precios. En segundo término, se habla que Estados Unidos necesita el petróleo de Venezuela y que suspenderá todas las sanciones. Falso. Así como a los economistas cuando hacen análisis simplones sin tomar en cuenta los factores políticos y sociales los acusan de “economicistas”, nosotros nos atrevemos a acusar de “petrolicistas” a quienes analizan esta realidad tomando en cuenta sólo el petróleo. Es necesario analizar que Estados Unidos, además del petróleo, necesita urgentemente recuperar el control del Mar Caribe, donde resalta el triángulo de las Trescubas, – que se puede convertir en endémico – integrado por Cuba, Nicaragua y Venezuela. Además, Estados Unidos necesita, con premura, que comience el retorno de tanto emigrante que afecta a su economía y modus vivendi. Ni la mejora de relaciones USA – Mar Caribe, ni el retorno importante de migrantes se materializará si no se recupera la industria petrolera – el primer motor. Y la recuperación de ésta ni de lejos se logrará con el esquema actual. Nuestro nivel de reservas debería reflejarse en una producción de tres o cuatro millones de barriles diarios, seis o siete mil millones de pies cúbicos de gas, y refinerías productivas. Para ello se requieren inversiones de miles de millones de dólares que no vendrán mientras no tengan seguridad y confianza en el retorno de los capitales, y que eso requiere de un gobierno eficaz, separación de poderes, tribunales autónomos, libertades de empresa y de prensa, y que para lograr estos aspectos se requieren elecciones libres… Ergo… se requiere un profundo cambio político. De lo contrario, anótelo, seguirá el marasmo. Y como si fuera poco, hay que tomar estar claros en que cerca de Venezuela, en Guyana, Brasil y Argentina hay hartas posibilidades de inversiones petroleras más seguras. Venezuela ya no es el monopolio petrolero de América Latina. La capacidad de atraer inversiones milmillonarias, hay que ganársela. ¿LLEGARÁ LA HUMANIDAD AL AÑO 2100? De los terribles jinetes del apocalipsis Pobreza, Contaminación, Cambio Climático y Peligro Nuclear, el más peligroso no lo dude, es Peligro Nuclear. Y es producto de esa paradoja donde la tecnología asciende vertiginosamente por modernos ascensores y las pasiones humanas suben, jadeantes, por tortuosas escaleras. Es triste que hayamos llenado al mundo de guerras cada vez más peligrosas y totales. Las acciones de buena parte del liderazgo mundial hacen recordar aquella figura de mono con hojilla. Como que no dan la talla. Tenía razón el Maestro Borges cuando hablaba del portentoso y frágil destino humano. La paz mundial es más que una palabra, requiere de un gran cambio de paradigmas. Cuando Caín mató a Abel lo hizo con una quijada de burro que apenas afectó a su víctima. Hoy los caínes manejan armas para centenares de armagedones. Dios quiera que elevemos nuestras pasiones, es cuestión de sobrevivencia.

Petróleo y Democracia

Por Rafael Gallegos Venezuela posee el insólito récord de haber echado por la borda a una próspera industria petrolera. Hoy debería estar produciendo más de 5 millones de barriles diarios y apenas rozamos los 800.000. Igual sucede con el gas, deberíamos estar cerca de 10.000 millones de pies cúbicos diarios y tan solo producimos unos 4.000 millones, de los cuales se quema la mitad en el oriente del país (más del doble de lo que exportan Trinidad y Tobago). En cuanto a las refinerías, ni hablar, en un momento llegamos a tener una capacidad de procesamiento de unos 3 millones de barriles por día (1,3 en Venezuela y 1,7 en USA, Europa y Curazao), y hoy a duras penas llegamos al 10 o 15 % de esa cifra, colocándonos muy lejos de la seguridad energética, que era costumbre en la República Civil. Adicionalmente, las “heroicas” expropiaciones de la “revolución” generaron demandas contra Venezuela por un cuantioso monto que nos puede hacer perder Citgo, el último mohicano de aquella exitosa internacionalización de los años 80. También, el insólito derrumbe de Pdvsa dejó a Venezuela con muy pocas divisas, que se reflejan en los indigentes salarios y pensiones que sufrimos usted, su vecino y yo. LAS CAUSAS Habría que remontarse a la campaña de Chávez en 1998. ¿Recuerda aquello de Pdvsa es un estado dentro del estado, o la campaña de “las colitas de Pdvsa”? Puras pamplinas pagandísticas.  La realidad es que ya en los primeros años de “revolución”, el gobierno hizo a Pdvsa más opaca que nunca y acabó, no con las “colitas” … sino con la flota aérea de la empresa. Para no entrar en tanto detalle, enfoquémonos en las principales causas de la destrucción de la industria petrolera: –      El despido ilegal de más de 20.000 trabajadores de Pdvsa… la mayor lobotomía empresarial de la historia. –      La politización … hasta el logo de Pdvsa lo pintaron de rojo. Rafael Ramírez hizo historia cuando le dijo a los trabajadores que quien no fuera rojo rojito tenía que irse, que todo lo que tenían se lo debían a Chávez y que al que no entendiera se lo iban a hacer entender a “carajazos”. –      La nueva filosofía…  Pdvsapasó de ser una empresa petrolera con contenido social, a una empresa social con algún contenido petrolero.  ¡Ah!, y una gigantesca caja chica. Como se observa, en esta destrucción no juegan ningún rol las sanciones ni el bloqueo. Estos llegaron cuando el mal estaba hecho. Además, si a ver vamos la primera sanción fue: “exprópiese”. EL PEQUEÑO SALTO DE PDVSA La verdad es que en los últimos tiempos – luego de la impune “desaparición” de 23.000 millones de dólares – se observa un esfuerzo por rescatar a Pdvsa. A nuestro entender, muy incompleto porque ataca parcialmente un problema sistémico. Además, las condiciones del entorno político gubernamental apenas permiten un brinquito. Veamos: La producción se ha incrementado paulatinamente. Ya llega a 800.000 barriles de petróleo por día. Chevron – el bastión del incremento- está produciendo alrededor de 160.000 barriles diarios. Eso ha ayudado. Pero no se observan otras fuentes de importancia, y para realmente levantar la producción petrolera harían falta miles de millones de dólares que permitieran estudios de yacimientos, activaran más de cien taladros, movilizaran muchas empresas de servicios, y un largo etcétera. Además, es imperativa una nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos. Ninguno de estos factores está presente, contimenos la confianza de los inversionistas. Por ello son demasiado optimistas las proyecciones hasta un millón de barriles diarios que hace el oficialismo. En cuanto a las refinerías, menos que menos. Los expertos plantean que más allá de los parches, hacen falta planes integrales e inversiones por más de 10.000 millones de dólares, y un personal muy especializado, para recuperar la capacidad de producir nuevamente para consumo y exportación gasolina, diésel y en general los combustibles necesarios para mover el parque automotor y alimentar (gas y gasoil) las plantas eléctricas. En lo que sí se nota un cambio significativo es en el negocio del gas natural. En el Mar Caribe están por reactivarse los campos Patao, Mejillones y otros por la zona de Paria.  Frente a la costa de Falcón, se puede optimizar el campo Perla, el más grande de Latinoamérica. En el campo Dragón ya hay acuerdo para producirlo y exportar gas a Trinidad y Tobago. Estos campos pueden llegar a producir en el corto plazo más de dos mil millones de pies cúbicos diarios, y mucho más en el largo plazo. Los disparadores del negocio del gas son: los nuevos precios del gas venezolano, la ley respectiva que permite 100 % de capital privado, la profusión mundial del GNL – gas natural licuado – producto de licuar el gas natural a menos 161 grados centígrados, para embarcarlo en metaneros a cualquier lugar del mundo. Todo ello en el marco de la suspensión temporal de sanciones. El GNL ha revertido la condición de fenómeno local del gas. Con el tiempo, será tan global como el petróleo. LA RESURRECCIÓN PETROLERA SERÁ EN DEMOCRACIA… O NO SERÁ Cuando algún político se rasgue las vestiduras pidiendo eliminación de sanciones, hay que exigirle que se rasgue más… pidiendo también elecciones limpias. Lo contrario, es prender velas al modelo chino, es decir, férrea dictadura y alta competitividad. Y eso, además de indeseable, créame, es improbable en Venezuela. La destrucción del aparato productivo y de la institucionalidad en nuestro país no permite ni el modelo chino, ni el vietnamita. Esas dictaduras aplican estrategias de competitividad y producen toneladas de buenos ingenieros, técnicos y médicos, así como muchas profesiones y oficios que en Venezuela estamos muy pero muy lejos de generar.   De China sólo estamos capacitados para copiar el autoritarismo, algo así como un modelo cubano. ¿Es eso lo que usted quiere para Venezuela? Para resurgir la industria petrolera es imperativo un nuevo esquema nacional que genere confianza (credibilidad) en que los inversionistas van a recuperar sus divisas en paz y sin temer a “heroicas” expropiaciones. De lo contrario, se van para Guyana, Argentina, Brasil… Venezuela ya no es el monopolio petrolero de

El gas en el mundo occidental

 Por Rafael Gallegos      Cuando cayó el Muro de Berlín, Fukuyama publicó “El fin de la historia”. Planteó que con el acabose del comunismo – y de la guerra fría- se iniciaba una nueva era, en la que todos los países serían capitalistas y se enrumbarían por la senda del progreso. Sin embargo, otro autor, Huntintong contradijo ese planeamiento en su libro “Choque de civilizaciones”. Dijo que continuarían los enfrentamientos. Que, en lugar de capitalismo vs comunismo, sería entre civilizaciones. La occidental, la china, la rusa, la árabe, etc. Y que la occidental a la larga resultaría derrotada. ¿Qué tal? Los hechos como que le dan razón a Huntintong. Hoy el comunismo está demodé, salvo en algunas mentes trogloditas. Sin embargo, afloran contradicciones entre las diversas civilizaciones. Rusia invade Ucrania, China amenaza Taiwán, algunos musulmanes pelean con Israel. Rusia, China y los musulmanes son capitalistas; pero con un gigantesco déficit de democracia y practican culturas muy diferentes a la occidental. Se trata de civilizaciones diferentes; pero obligadas – cuestión de sobrevivencia – a ponerse de acuerdo para compartir los recursos del planeta, fundamentalmente la energía. EL INSUSTITUIBLE GAS NATURAL En las matrices energéticas proyectadas para el sXXI el gas natural cobra creciente importancia. Es fundamental como combustible en procesos eléctricos, industriales, caseros. El pavoroso frío del invierno europeo lo convierte en un elemento de vida o muerte.  Su ingente necesidad hace que sea candidato a ser considerado energía limpia en Europa, a pesar que sí contamina. Además, es útil como materia prima en procesos muy importantes como la siderurgia, la petroquímica y otros.   RESERVAS DE GAS De los doce países con más reservas de gas natural en el mundo, solo dos pertenecen la civilización occidental: Estados Unidos y Venezuela. ¿Qué diría Huntintong si se enterara que buena parte de la seguridad energética de occidente reposa en subsuelos de otras civilizaciones? Tema para los geopolitólogos. Por cierto, Venezuela podría disponer de por lo menos un 20 % más de reservas si explorara en búsqueda de gas. Pero Pdvsa no explora… LOS PRODUCTORES DE GAS Al revisar las tablas de los mayores productores de gas en el mundo, se pueden hacer las siguientes observaciones: –      Estados Unidos, con la segunda mayor reserva de gas, es el primer productor. –      De los diez mayores productores de gas, cuatro pertenecen al mundo occidental, con una producción similar a la de los otros seis de la tabla. Es decir, occidente se ha puesto las pilas para minimizar la dependencia. –      Venezuela – ¿hasta cuándo seguiremos paseando en los últimos puestos del tren de la historia? -, a pesar de ser la séptima reserva mundial de gas, no aparece entre los quince primeros productores. ¿Cuántos miles de millones de dólares, empleos y en general bienestar estamos perdiendo de generar por este empeño de ser los últimos del salón? Por cierto, Estados Unidos ha multiplicado su producción de gas con la lutita. Ya llega casi a 100.000 millones de pies cúbicos por día y está comenzando a sustituir a Rusia en el abastecimiento de gas a Europa. GAS NATURAL LICUADO El GNL (gas natural licuado) es la resultante de un proceso de licuefacción de gas metano a -161,5 grados centígrados y ocupa un volumen 600 veces menor que el gas. Luego se traslada a grandes distancias en metaneros. El GNL ha transformado al gas desde un fenómeno local hasta un combustible global. Otro tema para los geopolitólogos. Esto se debe a que la longitud de los gasductos tiene un límite comercial. A grandes distancias (como por ejemplo América – Europa) dan pérdidas y lo rentable es el uso de metaneros. Por ejemplo, Estados Unidos traslada GNL a Europa en metaneros y está sustituyendo a Rusia. Se ha tardado un poco en masificar la operación por la construcción de plantas en Europa que regasifiquen el metano líquido, para luego incorporar el gas a las redes de gasductos. VENEZUELA Nuestro país tiene grandes oportunidades de hacer florecer la industria del gas natural. En el subsuelo hay potenciales reservas que podrían crecer con procesos exploratorios. Por otra parte, las leyes de hidrocarburos venezolanas permiten 100 % inversión privada, los volúmenes de capital requeridos son mucho menores que los petroleros lo que facilita entrada de capitales venezolanos, además las sanciones como están hoy, casi que no afectan. Las oportunidades están en: –      Red nacional de gas doméstico y comercial… de manera más limpia y segura, podría llegar a nuevos sitios y sustituir las bombonas de gas, liberando el propano y butano para la exportación. –      Mar Caribe… En Campo Dragón se puede producir gas para venderlo a Trinidad y Tobago, que lo licuaría (GNL) y exportaría. Igual en oriente y occidente se puede producir gas, transformarlo en GNL y exportarlo en cantidades superiores a 2 mil millones de barriles y a largo plazo seis mil. Miles de millones de dólares. –      Plantas eléctricas…  expandiría el servicio eléctrico disminuyendo los cortes de luz, sustituiría el gasoil en las plantas de manera más limpia y liberando ese líquido para exportación. Además, en caso de un cambio de modelo que se refleje en un importante crecimiento de la economía, minimizaría el riesgo de retroceso por no disponer de servicio eléctrico. –      Industrias… Expandiría el crecimiento industrial al ser utilizado como combustible, y como insumo. –      Petroquímica… el petróleo del sXXI. Y no está amenazada por ninguna transición energética. Los países con las mejores petroquímicas no poseen ni gas, ni nuestras facilidades. ¿Entonces? –      Gas quemado y aireado en oriente… Venezuela produce alrededor de cuatro mil millones de pies cúbicos de gas al día. De este volumen, se desperdicia… la mitad… en los mechurrios del oriente del país. Equivalentes a más de 200.000 barriles diarios de petróleo. Un crimen de lesa economía. Saque cuentas. Como dice el doctor Calderón Berti, en Venezuela no hay gas porque lo están botando. OPORTUNIDAD El mundo occidental ha maximizado su producción de gas natural, minimizando la dependencia de las otras civilizaciones y compensando su inferioridad en reservas. Contrario a lo que ha hecho Venezuela ¿Hasta cuándo seguiremos dilapidando nuestras potencialidades? El mundo

¿Acuerdo de Barbados, o acuerdo de afeitados?

Por  Rafael Gallegos      En lo único que están de acuerdo el gobierno y la oposición, es en que no están de acuerdo. Decenas de infructuosos diálogos así lo confirman. Que somos muy diferentes. Que ellos no quieren dejar el poder. Que la oposición está muy dividida. Miles de excusas se esgrimen justificando tanto fracaso. Pero necesidad obliga. El país no da más. ¿O será que tenemos que acostumbrarnos a unos sueldos y pensiones de mendigo? ¿O a tener pésimos servicios de luz y de gas y de agua? ¿O a tener la nevera vacía? ¿O a abrazar a los hijos y a los nietos por Internet? ¿O a esta eterna ineficacia gubernamental? ¿Hasta cuándo un país con tantas potencialidades debe vivir como un mendigo? EL ACUERDO DE BARBADOS La verdad es que su firma pareció la de un matrimonio obligado donde los novios apenas se miran y eso por el qué dirán. Por su parte, la ciudadanía venezolana tuvo cierta esperanza con el Acuerdo e intentaba, por fin y muy merecidamente, respirar con tranquilidad. Si se pudiera sintetizar el significado del Acuerdo de Barbados, sería con la expresión: Te cambio sanciones por democracia. O profundizando un poco más: si el gobierno cumple con la Constitución, los Estados Unidos levantan las sanciones. No se había secado la tinta de la pluma y el gobierno en rueda de prensa advirtió que no iba a habilitar a nadie – léase María Corina Machado. El miedo es libre. Saben que habilitarla significa perder las elecciones y claro, dejar el poder. Sin embargo, como intento -fallido- de mostrar buena fe, la “revolución” liberó algunos presos políticos. Como para apaciguar los leones y aparentar democracia. Y por encima de opiniones agoreras, el gobierno permitió la Primaria. Claro, pensaban que la oposición fracasaría. Inventaron que la Primaria era un desorden y que tendría mínima asistencia. Y lo peor… se creyeron su propio cuento. Para asegurar el fracaso de la Primaria, “sugirieron” a los medios radiales y televisivos ignorar la elección, es decir hacer como si ésta no existiera. Televisoras y radios suspendieron sus operativos electorales. Actuaron como si los millones de venezolanos que votaron… no hubieran existido. Algo así como tapar el sol con un dedo.  Pero el gentío que salió a votar aterró al gobierno. Aunque usted no lo crea, intentaron inútilmente anular los efectos del evento; como si el pánico ante el gentío y la decisión tomada en un insólito 93 % por MCM, no hubiera sido –per se – un efecto devastador. LOS LÍMITES DE ESTADOS UNIDOS Luego de la firma, Estados Unidos suspendió algunas sanciones. Dieron libertades a las inversiones petroleras y a su comercialización. Otro tanto hicieron con la explotación del Arco Minero. En su conjunto, la suspensión parcial y temporal de sanciones podría por lo menos, duplicar los ingresos anuales del fisco para el 2024.   Ante el incumplimiento de las promesas del gobierno, apuntalados por las señales negativas como el ataque post mortem a la elección Primaria, el alto funcionario del gobierno norteamericano Juan González, ha proferido advertencias explicando que si el gobierno de Venezuela no habilita a candidatos – léase otra vez María Corina- y no libera presos políticos antes del 30 de noviembre, restablecerá las sanciones. ¿Lo hará? Si esto sucediere, nada más la ausencia de Chevron se reflejaría en minimización de divisas y seguramente al retorno de la hiperinflación, escenario que más que al pueblo aterra al gobierno, porque se asociaría a una inestabilidad social cuyos efectos pueden terribles y no podrían ser suspendidos por ningún tribunal. EL GOBIERNO… … no se quiere ir, por ello afila sus hojillas e intenta quitarle la barba al Acuerdo de Barbados. La verdad es que ningún gobierno se quiere ir, lo que pasa es que, en las democracias, tienen que hacerlo cuando pierden los comicios. Y punto. Ellos saben que la frase del líder español Felipe González es muy cierta: no tienen la menor oportunidad de ganar unas elecciones medianamente limpias. Tal vez por ello han intentado un globo de ensayo con la frase – como sin querer queriendo- “con sanciones no hay elecciones”. Y ojalá no se les ocurra un “galtierazo” … sería peor el remedio que la enfermedad.  2024 La suerte está echada. Por más que intenten “afeitar” al Acuerdo de Barbados, en 2024 la Constitución ordena – y las potencias occidentales están muy atentas- una elección presidencial libre donde no lo dude, se manifestará el deseo profundo de cambio de un pueblo pobre en más de 90%, que exige ingresos, servicios, comida, trabajo, y sobre todo democracia. Y este cambio, desde ya es irreversible. Ojalá no quieran “afeitar” Barbados. Les podría pasar como aquel señor que fue por lana y salió trasquilado. Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV

Sin sanciones…¿Despegará la Industria Petrolera?

   Por  Rafael Gallegos      El gobierno norteamericano liberó – condicionada y temporalmente – buena parte de las sanciones a la industria petrolera venezolana. Ahora ésta tiene libertad para invertir en petróleo y en gas, para importar materiales y equipos y para vender hidrocarburos en el mercado internacional. La única limitante seria, parece ser el financiamiento. Empresas de servicios como por ejemplo Schlumberger, han anunciado su retorno a Venezuela. Posiblemente Shell, ENI y Repsol también hagan acto de presencia. Y las empresas mixtas, podrán incrementar sus inversiones. La mitología del gobierno plantea que la increíble destrucción de Pdvsa que ha dejado a los venezolanos prácticamente sin divisas y sin seguridad energética, se debe a las sanciones y que, por ende al levantarse éstas la industria petrolera venezolana volverá a su prosperidad pre revolucionaria.   Nada más falso. Las sanciones no son las culpables de que Pdvsa haya decaído desde 3,3 millones de barriles por día y 7 mil millones de pies cúbicos diarios de gas, hasta apurados setecientos mil barriles diarios de petróleo y cuatro mil millones de pies cúbicos diarios de gas, de los que por pésima gerencia se quema o se airea la mitad. Y tampoco las sanciones son culpables de la postración del sistema refinador, otrora exportador de gasolina, gasoil y otros derivados, y hoy incapaz de satisfacer las mínimas necesidades nacionales. AYUDAMEMORIA La increíble decadencia de Pdvsa, y hay que recordar la historia para no repetirla, se debe a la política gubernamental que ya se vislumbraba durante la primera campaña presidencial de Chávez. ¿Recuerdan la campaña de “las colitas de los aviones de Pdvsa”, o el “estado dentro del estado” que, según la propaganda electoral era Pdvsa? Campañas para desprestigiar a una petrolera estatal de más de tres millones de barriles diarios, que se enrumbaba a seis en pocos años.  De haber seguido esos planes Venezuela sería hoy el cuarto productor de petróleo del mundo, detrás de Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita. ¿Qué tal? Destruir Pdvsa formaba parte de la estrategia made in La Habana de destruir el capitalismo para montar sobre sus escombros el socialismo. ¿Recuerda cuando botaron a 23.000 gerentes y técnicos de Pdvsa en la lobotomía empresarial más insensata de que se tenga memoria?  ¿Recuerda cuando Rafael Ramírez dijo que Pdvsa era chavista y roja rojita al que no entendiera se lo iban a hacer entender a “carajazos”? ¿Recuerda a Chávez diciendo “yo provoqué el paro, tenía que tomar esa colina que era Pdvsa”? He ahí el origen del desastre. Nada que ver con las sanciones. LUEGO DE LA ELIMINACIÓN DE SANCIONES… Es claro que la suspensión temporal y condicionada de sanciones traerá algunas mejoras, por demás deseables, en Pdvsa. Seguramente se producirá gas y condensado en el Caribe, se hará negocio con Trinidad y Tobago, se incrementarán inversiones en las empresas mixtas. Se comenzará a desarrollar logística para perforaciones. Además, se podrán vender los hidrocarburos sin descuentos. La producción se incrementará en unos doscientos mil barriles en un año, hasta más de 900.000 bd. En cuanto a las refinerías, nada indica que la suspensión de sanciones traiga reformas significativas que permitan satisfacer los mercados nacionales.  Y claro, el gobierno dispondrá de más divisas, que mejorarán el flujo de caja. Pdvsa fortalecerá su músculo financiero y seguramente habrá algunas mejoras operacionales. Pero eso… no es suficiente para la recuperación de la industria, ni del país. ¿QUÉ HACE FALTA PARA RECUPERAR LA INDUSTRIA PETROLERA? ¿Qué significa “recuperación”? … Un nivel acorde con nuestras potencialidades. Es decir, unos tres o cuatro millones de barriles diarios, unos diez mil millones de pies cúbicos de gas diarios, unas refinerías capaces de satisfacer la seguridad energética (incluyendo Citgo que sería gravísimo perderla), y un mercadeo interno de hidrocarburos como al que estábamos acostumbrados antes de la “revolución”. ¿Cuánto?…  Unos 15.000 millones de dólares al año durante por lo menos siete u ocho años. ¿Quiénes serían los inversores? … No hay otra opción: los capitales de Exxon, Shell, BP, CNPC, algunos árabes, etc. que son los únicos que disponen pingues cantidades de dinero. Y por más “panas” que sean, si no hay confianza, no vendrán. ¿Qué requieren los inversionistas? Confianza, marco jurídico y separación de poderes… tres cosas que el gobierno no puede dar. ¿Y las refinerías? Para superar tanto parchete se requieren inversiones unos 10 mil millones dedólares… para que usted disponga de gasolina y gasoil suficiente. CONCLUSIÓN La eliminación de sanciones no genera ni confianza, ni seguridad jurídica para que vengan al país las inversiones necesarias.   Las sanciones han sido apenas la guinda de esta gigantesca torta que ha puesto la “revolución” en casi un cuarto de siglo. Su suspensión se reflejará en unos 200.000 barriles diarios adicionales en un año, y en el despegue del gas en el Mar Caribe. Y no garantiza mejora sistémica del sistema refinador.  Al suspender las sanciones se acaba la excusa. ¿A quién culparán ahora? El problema es sistémico y es político, por ello, la salida es sistémica y política. PD: Y si el gobierno no cumple los acuerdos de Barbados, podría revertirse la liberación de sanciones. O sea… Rafael Gallegos Castro Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV