Claves para el futuro de nuestra industria petrolera

Por Rafael Gallegos

Los venezolanos estamos – no lo dude – en las puertas de una nueva era cuyo arranque va a ser pivoteado por el nacimiento de una nueva industria petrolera. Por ello, es fundamental tener claridad y desarrollar consenso acerca de qué y cómo hacer con nuestros hidrocarburos, para que estos estimulen el desarrollo sustentable de una Venezuela que a la larga no dependa del petróleo.

Más allá de sembrar, tal vez la palabra adecuada sea: cosechar el petróleo.

Para comenzar, es necesario comprender varios aspectos:

-La Pdvsa azul… no volverá…. Resucitarla sería como reparar un carro de pérdida total. Es decir, no se trata de recuperar Pdvsa, sino de crear una nueva industria petrolera.

-El estado no tiene dinero para invertir en la industria petrolera… es decir, es indispensable el capital privado para acometer su reconstrucción.

-El imperio existe y es malo (Rafael Poleo dixit)…. El capital no tiene patria, ni amigos, solo intereses. Si no, observen la reciente reunión de los inversores internacionales en Londres para estudiar formas de inversión si gana Maduro. No se puede pecar de inocencios. Es importante que las leyes se orienten hacia una justa distribución de beneficios entre la nación y los inversionistas. Hay que estar claros en que si los venezolanos no controlamos nuestra industria petrolera, la controlarán otros. Y por cierto, controlar no es sinónimo de estatizar.

– Al petróleo le quedan muchas décadas…. Las energías alternas han tenido una velocidad muy inferior a lo esperado. Parecen lejos de convertirse en disruptivas. Dese hace casi un siglo ha habido la creencia que sólo le quedan veinte años al negocio petrolero, y eso ha perjudicado nuestra visión a largo plazo.

– Es hora del HUB ENERGÉTICO…. de sustituir los análisis aislados de petróleo por uno sistémico de Energía. En Venezuela hay petróleo, gas, energía hidráulica, sol, viento. ¿Entonces? Además con ríos navegables, gas, electricidad, bauxita y hierro, se pueden desarrollar empresas de aluminio, de hierro, y agregar valor con manufactura.

Igualmente es importante definir estrategias más allá de las palabras. Por ejemplo:

Privatización…. Esta palabra, per se, dice poco. Porque todas las concepciones del negocio quieren incorporar capitales. Los que quieren recuperar la Pdvsa azul bregan por capitales para Pdvsa. Por ejemplo el gobierno, que los ruega.

Por otra parte están los que quieren vender, tipo lejano oeste, los activos de Pdvsa al primer postor.

Finalmente, están (estamos), quienes plantean el Cómo hacer para incorporar capitales privados con una LOH que además de orientar la Visión del negocio, plantee Agencia de Energía, Rondas de Licitación y regalías e impuestos variables. Tal como han hecho muchos países de América Latina, cuya participación promedio en el negocio queda en alrededor del 60%.

Algunas concepciones denigran de la “privatización”, y otros la subliman sin explicar el cómo. Eso sí, todos quieren incorporar capitales privados. ¿Entonces? El problema está en la palabra. Lo correcto es incorporar capitales privados explicando la estrategia.

Por otra parte, la Ley Orgánica del Gas permite 100 % de capitales privados en todos sus procesos. Y sin embargo, las inversiones escasean, ¿por qué?

Confianza… la palabra clave para incorporar capitales es Confianza. Y ella depende de leyes, separación de poderes., seguridad jurídica, respeto. Todo junto. Si no hay Confianza, los inversionistas en lugar de venir a Venezuela se irán a Guyana, Brasil Argentina… Venezuela dejó de ser el monopolio petrolero de América Latina.

Estatización…. Parece una mala palabra. Se habla con cierto dejo de “estatistas”, y volvemos al cómo. ¿Cuál debe ser el rol del estado? Ni petroestado, ni desaparecer… gris es el árbol de la vida. El negocio petrolero tiene que ser operado mayoritariamente por empresarios privados, sin embargo el estado debe controlar el negocio (que no es operar). Repetimos: si no lo controlamos nosotros, lo harán otros.

Sería sano que al final del proceso de reconstrucción quedara una Pdvsa muy redimensionada en el mercado compitiendo en igualdad de condiciones con múltiples empresas privadas. Por cierto, sería sano que entre esos capitales haya de propietarios venezolanos.

Igualmente, si se salva Citgo, sería para procesar crudos venezolanos tal como se planificó inicialmente. De lo contrario, ¿qué sentido tendría mantener su propiedad?

También hay que definir la participación venezolana en la OPEP. Muy simple, si se quiere participar e influir en los precios, el estado debe poder controlar- en determinados casos – los volúmenes de producción.

USO DE LOS BENEFICIOS DE LA INDUSTRIA…. No se deben repetir los errores de los años setenta que en nueve años llevaron a Venezuela del boom a la devaluación. Es imperativo evitar, hasta por ley, el uso de las divisas del negocio en el gasto público, así como proceder a descentralizarlos. Los beneficios deben ser utilizados en inversiones y planificados rigurosamente.

Igualmente hay que aplicar estratégicamente las políticas de Responsabilidad Social Corporativa, ya que estas están orientadas al desarrollo sustentable de las áreas aledañas a la industria (buena parte del país), que pueden crear un efecto dominó de prosperidad en tantas áreas hoy hambrientas y deprimidas.

Muy importante definir el rol de la resurrección de nuestra principal industria. Con consenso y con grandeza.

Es hora de repensar el petróleo y de repensar a Venezuela.

PD: La primera acción para resucitar a la industria petrolera y al país, es salir en masa a votar el 28J. Todos, sin excusas y con muchas esperanza


Rafael Gallegos Castro

Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV