Por: Sara V. Medina O
La cooperación internacional es un aspecto fundamental del mundo actual, donde los problemas y desafíos trascienden las fronteras por lo cual se requiere generar un enfoque conjunto y colaborativo entre diferentes actores de la sociedad. Lo cual, implica la colaboración y el trabajo conjunto entre países, organizaciones internacionales, actores no estatales y la sociedad civil para abordar asuntos de interés común y alcanzar objetivos compartidos. Esta cooperación no se limita únicamente a los gobiernos, sino que también involucra a las organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. Estas instituciones desempeñan un papel vital al promover y facilitar la cooperación internacional, actuando como plataformas de diálogo y coordinación entre los países.
Dado que está vinculada a las relaciones multilaterales y bilaterales, la cooperación internacional permite recopilar información y aplicar buenas prácticas para acelerar el desarrollo digital. Esto implica la adopción de nuevas herramientas tecnológicas, como la digitalización económica, que consiste en integrar y utilizar tecnologías digitales en áreas económicas, desde la producción hasta la distribución y el consumo.
Las relaciones multilaterales y bilaterales constituyen herramientas valiosas para la recopilación de información y la adopción de buenas prácticas que aceleren el desarrollo digital. Este proceso va de la mano con la implementación de nuevas herramientas tecnológicas, como la digitalización económica. La digitalización económica se define como la integración y el uso de tecnologías digitales en todos los ámbitos económicos, desde la producción hasta el consumo.
Además, la digitalización económica implica una transformación profunda de los modelos tradicionales hacia modelos más eficientes y automatizados. Este cambio se lleva a cabo a través de la creación de un entorno digital que articula recursos humanos, institucionales y financieros. Lo que genera una nueva generación de modelos de negocio emergentes, como las plataformas online, el crowdfunding y la economía colaborativa (sharing economy). Estos modelos, impulsados por herramientas tecnológicas como Internet, sistemas en la nube, análisis de datos, inteligencia artificial, blockchain, comercio electrónico y automatización, redefinen las dinámicas económicas tradicionales.
Al mismo tiempo, se busca facilitar la transferencia de conocimientos y recursos, tanto en capital humano como tecnológico, para impulsar la adopción de iniciativas. Un ejemplo de estas puede ser el esfuerzo por fomentar la inclusión digital, promover la educación en habilidades digitales y desarrollar infraestructuras de tecnología de la información y la comunicación (TIC), así como fomentar la innovación tecnológica.
En el caso de América Latina, la región enfrenta desafíos específicos en la digitalización económica, como la falta de infraestructura digital, la brecha entre áreas urbanas y rurales, y la limitada accesibilidad a servicios digitales en comunidades remotas (infraestructura digital). Entonces, la cooperación internacional aborda estos desafíos proporcionando financiamiento y apoyo técnico para el desarrollo de infraestructuras digitales, como redes de banda ancha y centros de datos. Además, busca fortalecer las capacidades locales en el uso de tecnologías digitales mediante la transferencia de conocimientos y tecnología especializada
En América Latina, existen diversos organismos internacionales que brindan apoyo y cooperación en la digitalización económica. Algunos de estos organismos son:
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que tiene programas y proyectos enfocados en el desarrollo de infraestructuras digitales, el fortalecimiento de capacidades y la promoción de la inclusión digital en América Latina.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que realiza investigaciones y brinda asesoramiento en políticas públicas para promover la transformación digital en la región, así como el desarrollo de estrategias de gobierno electrónico.
Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que promueve la conectividad y el acceso a las tecnologías de la información y comunicación en América Latina, así como la colaboración entre los países en el desarrollo de políticas y regulaciones en este ámbito.
Estos son solo algunos ejemplos de los organismos internacionales que contribuyen a la digitalización económica en América Latina. Su trabajo en conjunto con los gobiernos y otras organizaciones es fundamental para superar los desafíos en la región para generar un mayor impacto y promover estrategias que sirvan para mejorar los indicadores económicos, sociales y tecnológicos de la sociedad en busca de mejores alternativas de cálida de vida. Es por ello que dentro de la región se destacan algunos países de América Latina por tener un mayor desarrollo y adopción de tecnologías digitales como lo son: Chile, Brasil, Ecuador y Uruguay.
Tomando la referencia de la República de Chile como pionero en la región y principal objeto de esta investigación por ser reconocido entre las diversas organizaciones y estudios internacionales como uno de los líderes en América Latina en términos de economía digital.
El gobierno de Chile optó por varias estrategias entre ellas la promoción de políticas favorables a la inversión en infraestructura digital. Se realizaron inversiones significativas en telecomunicaciones, incluyendo la expansión de redes de fibra óptica y el desarrollo de infraestructuras para facilitar el acceso a Internet de alta velocidad para lograr tener mayor conectividad de la zona geografía del país.
Para inicios del 2000, el país empezó a realizar varias agendas digitales para fomentar el crecimiento económico entorno a la digitalización, comenzando por la elaboración de Chile: Hacia la Sociedad de la Información, la que posteriormente fue reemplazada por la Agenda Digital Chile 2004-2006, la Estrategia para el Desarrollo Digital de Chile 2007-2012 la Agenda Digital Imagina Chile 2013-2020 y la Agenda Digital 2020. Estas agendas fueron impulsadas por su política y orientación internacional pero carecían de un plazo que trascendiera con el tiempo, estaban delimitadas por periodos presidenciales y no permitía la conexión de una agenda con otra.
Fue necesario generar relaciones con organismos internacionales e internos del país para generar un plan sostenible en el tiempo que pudiera contar con la revisión de la agenda y su cumplimiento, un marco institucional y normativo, el país estaba acelerando de manera rápida hacia la transformación digital, con la creación de la Fundación País Digital 2021, la comisión de transportes y telecomunicaciones del Senado.
Por ejemplo, el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) de la Comisión Europea ha situado a Chile como el país con el mejor desempeño en América Latina en términos de digitalización económica. Adicionalmente, el Speedtest Global Index reveló en junio de 2022 que Chile posee la conexión a internet de banda ancha fija más rápida del mundo, con una velocidad promedio de descarga de 213,73 Mbps. Actualmente, Chile ha logrado un despliegue de fibra óptica que supera el promedio de países como Estados Unidos o los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Es importante resaltar también el informe de elaboración de Índice de transformación digital de Empresas 2023, realizado por el país chileno en busca de generar un análisis detallado de las empresas, startups y pymes que han hecho vida en el mercado chileno, donde se puede destacar que la transformación digital de las empresas ha incrementado, posicionándose en un nivel intermedio digital. Por lo cual, poco a poco el país y el comercio ha cerrado la brecha digital y posicionando sus recursos, servicios y bienes a la nueva era digital.
En los últimos años, Chile ha generado en la agenda denominada “Estrategia de Transformación digital Chile 2035” que permitirá ser guía del sector de tecnologías de información y comunicaciones para generar una sociedad capacitada digitalmente. En el marco de este acuerdo, se han realizado esfuerzos para promover la economía digital y la colaboración en temas relacionados, como la protección de datos, el comercio electrónico y la gobernanza de internet.
Entre programas de las relaciones bilaterales estarían: la participación con Brasil, China y otros países en la construcción del cable submarino Fibra Óptica Austral (FOA), que proporciona Internet de alta velocidad a la región chilena de Magallanes, la más austral del mundo. Siendo un proyecto ambicioso proyectado desde el 2020, que buscara conectar a toda la región chilena esta iniciativa FOA es el avance tecnológico más importante en décadas para la zona austral de Chile, pues permitirá que todos sus habitantes sean parte de la era digital.
Por otro lado, la colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el cual presentó en su primera entrega “Estrategia Digital”, que busca impulsar la inclusión digital y la formación en competencias digitales en la región, incluye el uso de herramientas digitales para promover la conectividad y ampliar el acceso a los servicios financieros digitales para el 2020.
Asimismo, con la Iniciativa América Crece realizada en el año 2020, se aplican conocimientos técnicos y financiamiento específico para impulsar la transformación digital en la región en Alianza por la Conectividad Digital y la Ciberseguridad (DCCP), Estados Unidos anunció USD 10 millones en enero de 2020 para promover la conectividad digital y la ciberseguridad en América Latina y el Caribe.
Es relevante mencionar la adhesión de Chile al Convenio de Budapest sobre la Ciberdelicuencia, en sesión del 16 de noviembre de 2016 el Senado Chileno aprobó la entrada del país al convenio por 22 votos a favor. Para el 21 de abril del 2017, depositó el instrumento de adhesión pasando tres meses después convirtiéndose en el miembro número 54 y el primero de Sudamérica. Por otra parte, la participación en el “Índice de Ciberseguridad” realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) en el año 2020, se ubicó en el puesto 74 a nivel mundial dentro de 182 países sobre su nivel de ciberseguridad, Por ende, este se encuentra a la mitad de varios países de la OCDE y de economías avanzadas. Según, la UIT Chile tiene como ventaja la formulación de leyes en materia de ciberseguridad y protección de datos, así como mecanismos de cooperación internacional.
Por último, se resaltan un factor clave en la digitalización económica que son las startups en Chile este sector ha innovado y crecido en los últimos años permitiéndole a diferentes sectores de la sociedad generar una creatividad y participación de la misma en la creación de startups. Asimismo, sumarse a las iniciativas del programa del Estado como lo son Start-Up Chile y CORFO. Este se define como un mecanismo de apoyo para otorgar financiamiento a las micro y pequeña empresa lideradas por mujeres, de todo Chile, con necesidades de capital de trabajo, inversión y/o refinanciamiento.
El mayor logro de Chile, en el rango de tiempo de 2019-2023, sería la creación de su “Agenda de Transformación Digital 2035” a fin de desarrollar un entorno económico y accesible en el área del uso de las Tecnología de la Información dentro los 7 ejes de estudio, en concordancia con la participación de países y empresas que permiten el desarrollo del país tales como el Acuerdo de Asociación de Transpacífico, Acuerdo de Asociación Económica Digital y la Estrategia de Transformación Digital para Chile 2035, punto importante de toda la infraestructura y crecimiento digital del país en su entorno económico a través de las iniciativas, programas, leyes y demás temas de interés en el país.
Es necesario generar en la región espacios de encuentro para propiciar temas relevantes a la digitalización económica de los países con ayuda de organismos internacionales que ayuden a la formulación y dialogo de los mismos, como lo hizo Chile.
Por ende, es fundamental para Chile seguir impulsando el crecimiento económico a través de buenas prácticas y aliados. Siendo un proceso necesario para adaptarse a los cambios tecnológicos globales y aprovechar las oportunidades que ofrece la era digital en todo el marco global que caracteriza esta nueva globalización que apremia a los países que están a la vanguardia, siendo el país uno de los mejores en América Latina.

Sara Medina
Licenciada en Estudios Internacionales Universidad Santa María