El impacto del acuerdo de alto al fuego en el conflicto del Alto Karaba

El fin de la Guerra Fría, que confrontó política y económicamente durante más de 50 años almundo occidental, liderado por los Estados Unidos, contra el oriental, encabezado por la UniónSoviética, trajo los ya conocidos cambios drásticos en la política que imperaba de manera forzosa,en el Este del continente europeo: la independencia de las repúblicas que conformaban estaconfederación de estados comunista, entre ellas Armenia y Azerbaiyán, y que notablemente sereavivaron las disputas territoriales entre las mismas. La primera acción la realizan las autoridadesde Armenia, que conjuntamente con las autoridades regionales del Alto Karabaj, pobladamayoritariamente por armenios. Posteriormente se autoproclama Estado autónomo, adoptandoel 1 de enero de 1989 una resolución de reunificación, a cuyos efectos realizaron un referéndumsin la participación de los ciudadanos azeríes que, por supuesto no reconocieron tal decisión.Luego de su declaración de independencia, el 30 de agosto de 1991, Azerbaiyán revocó ambosestatutos, tanto del de reunificación como el de autonomía. Hasta ahora, ningún Estado de lacomunidad internacional, ni organismo multilateral, le ha dado reconocimiento, sin embargo, losarmenios del Alto Karabaj no cesan sus intenciones separatistas y el conflicto se extiende concaracterísticas etno-territoriales. La búsqueda de soluciones, a corto plazo por lo menos, se hacedificultosa puesto que prevalecen aspectos intrínsecos relacionados a la identidad cultural,religiosa y social, entre otros. El conflicto del Alto Karabaj en el marco de la geopolítica regional y mundial.El conflicto del Alto Karabaj, aunque geográficamente se centra en los límites del oriente delcontinente europeo y el occidente asiático, no se puede considerar como un hecho aislado en elámbito global, ya que existen muchos factores, en medio del reacomodo de un nuevo ordenmundial, donde coexisten y cohabitan intereses políticos, económicos y militares de potenciastradicionales como Rusia, con las emergentes incluyendo a la República Islámica de Irán y Turquíaque pretenden ser parte activa del mismo. Esto, sin olvidar al resto de Europa y por supuesto delos Estados Unidos, que sin ser protagonista directo del asunto estima que, ante un avance delmundo hacia una multipolaridad, su presencia como factor determinante e influyente de lapolítica internacional se vería limitada y por tanto comprometida. Por otro lado, los organismos internacionales también forman parte de las aristas del problema, yaque son garantes de las herramientas de carácter políticas, llevadas al plano jurídico que sesupone de hecho, serían de “fiel cumplimiento” por todas las partes. Finalmente, más allá demeros compromisos, es necesario establecer parámetros e instrumentos que garanticen unaevaluación objetiva del proceso, que faciliten la aplicación asertiva de medios de resolución deconflictos. Para ello, lo más importante sería tener un diagnóstico real de la situación, queayudaría a evitar una escalada del conflicto. Ante estos escenarios, entonces se requeriría queotros actores del espectro de los organismos internacionales se involucraran: ACNUR, FAO,UNESCO, Amnistía Internacional. Deben agotarse todos los esfuerzos y medios diplomáticos a finde que lo establecido en los acuerdos sean vinculantes y por ende de fiel cumplimiento por partede las autoridades, tanto de Azerbaiyán como de Armenia. Claro está, siempre bajo los principiosde justicia e igualdad como lo establece el derecho internacional. Origen.El origen de este conflicto se remonta a los primeros años del Siglo XX, durante el régimen de laUnión Soviética. El enclave del Alto Karabaj, que ubicado entre los límites de Armenia y Azerbaiyán(ex repúblicas de la URSS), y que ambos países se disputan, no fue resuelto en su ínterin, sino que,al contrario: se agrava debido a reacomodos territoriales por intereses políticos ideológicos. Caberecordar que el poder político del antiguo régimen, era ejercido de manera centralizada desdeMoscú.Fue así, como ese territorio de 4.400 Km2 terminó siendo históricamente reconocido como parteintegral de Azerbaiyán, pero que al mismo tiempo alberga unos 146.500 habitantes,mayoritariamente de origen armenio. Esto se debe, principalmente a que, en los años 1922, 1927y luego 1969 el gobierno soviético trasladó a más de 100 mil personas de origen armenio a poblarel territorio, inclusive desde el exterior. Pese al reclamo de las autoridades de Azerbaiyán, estas nofueron atendidas por el Soviet Supremo. En 1964, un movimiento separatista pro armenio intentóinfluenciar al entonces presidente del Soviet Supremo, Nikita Kruschev, solicitando que fuerananexados a Armenia, o en su defecto a la misma Rusia, alegando un trato hostil de parte de lasautoridades de Azerbaiyán hacia ellos. Sin embargo, se revelaría que esto se trató realmente de unplan ideado por Josef Stalin, que consistía en crear en la región, una zona pro soviética autónomade Azerbaiyán. Fue de esta manera que el extinto régimen comunista soviético legó este conflictoa la actualidad. Surgimiento de disputas etnos-territoriales.Las disputas territoriales, por lo general están precedidas de eventos de carácter culturales y/oreligiosos que luego, por razones obvias, fundamentadas en diferencias relacionadas con elentorno geográfico avanzan al plano político. Esto, cuando se mantiene en el tiempo sin llegar asoluciones, corre el riesgo inminente de trascender de manera generacional. Además de otrosfactores externos ajenos a las partes, dentro de estos casos se pudiera situar el conflicto del AltoKarabaj, por las hondas raíces históricas que presenta. Adicionalmente, entran en juego, por unlado, los movimientos separatistas con intereses propios, los cuales son reprimidos severamentepor Azerbaiyán, que busca mantener la integridad territorial, mientras que Armenia los apoya conel objetivo de promover alianzas políticas.Desde el punto de vista de la geopolítica, encontramos, que Rusia, aparte de ser el principalmediador del conflicto, en su momento fue el principal aliado de Armenia, mientras que Turquía,apoya a Azerbaiyán con quien comparte estrechos lazos culturales y religiosos. En términosgenerales, cuando señalamos como a un conflicto etno territorial este caso, nos referimos a unapoblación armenia, mayoritariamente cristiana, ocupando un territorio ancestralmente islámico.El último escenario de este conflicto, es el ataque a objetivos “terroristas” por parte de las fuerzasarmadas de Azerbaiyán en septiembre 2023, que aceleró la decisión de las autoridades, vista suinferioridad bélica, de comunicar a su contraparte la necesidad inmediata de concretar lo que esahora el acuerdo de alto al fuego en vigencia, pero todavía, no cumplido. Aunque la noticia fuerecibida por la población en general, con mucha resistencia, no veían más alternativas ante elaumento acelerado de las víctimas. Más allá de las implicaciones políticas y militares de estosúltimos acontecimientos,