EL DRAMA DE LA MIGRACION DE LOS VENEZOLANOS
Una realidad que quedara como uno de los capítulos de la triste historia de la Venezuela contemporánea Se estima que más de un quinto de la población ha huido de Venezuela, esta cifra en frio dice muy poco de la tragedia que más de seis millones de venezolanos, han tenido que vivir. Miles de historias trágicas de compatriotas, que huyen sin recursos del drama humanitario que se vive a diario en nuestro país. La inmigración venezolana se ha convertido en un problema regional, ya que la región no estaba preparada para enfrentar una crisis humanitaria de esta dimensión. El éxodo de los venezolanos representa el mayor desplazamiento de personas de un país, después de la Siria, país que se encuentra inmerso en una cruenta guerra civil desde hace varios años. En la actualidad y a pesar de pandemia la salida de los venezolanos, continua, a través de las distintas trochas o caminos en las fronteras con Colombia y Brasil. También los venezolanos se lanzan al Mar Caribe en precarias embarcaciones, hacia las islas vecinas de Aruba, Curazao, Bonaire o hacia Trinidad y Tobago, donde la actitud del gobierno de este país hacia los venezolanos que llegan ilegalmente ha sido realmente condenable. La travesía de los que deciden irse a otros países del sur del continente, comienza por Colombia, muchos se quedan en ese país, pero otros deciden continuar más hacia el sur, por un periplo muy peligroso. Los venezolanos que deciden hacer esta ruta en su mayoría lo hacen sin recursos, solo armados con la esperanza de lograr una vida mejor que la tienen en Venezuela. Muchos realizan el trayecto caminando, atravesando cientos de kilómetros con parajes inhóspitos, paramos, selvas y desiertos. En este recorrido incierto no siempre consiguen personas de buena voluntad que los ayuden, si no que muchos terminan siendo estafados o víctimas de las redes de la delincuencia organizada, que en cantidad de casos terminan siendo sometidos y los explotados. Oficinas de Naciones Unidas como ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), han tratado de improvisar mecanismos para ayudar a los venezolanos. Sin embargo, esta es insuficiente para cubrir el enorme volumen de los migrantes, que buscan sobrevivir del caos que se vive en Venezuela, aun a riesgo de sus vidas y de enfrentar acciones xenofóbicas en algunos piases . En este sentido hay que reconocer el esfuerzo que ha realizado el gobierno de Colombia. El presidente Iván Duque ha anunciado que otorgara a los venezolanos un régimen de protección temporal, a través del cual se regularizara su permanencia en Colombia y podrán tener derecho a trabajar en ese país. Una decisión humanitaria que contrasta con el trato que se les ofrece en otros países como, por ejemplo, Trinidad y Tobago y Perú. Por más esfuerzo que se realice a nivel internacional, este problema no tendrá solución, si no se ataca la raíz del mismo. Mientras el gobierno de Venezuela, continúe empobrecido a su población, a través de la inflación más alta del planeta y la pulverización del bolívar, con un salario mínimo y pensiones que representan menos de un dólar al mes, mientras los bienes y servicios se cobran en dólares americanos, a precios más altos que en los Estados Unidos, la migración continuara creciendo. Pero los problemas no son solo económicos, se pueden seguir enumerando cosas como, que mientras no funcionen los servicios públicos, mientras los hospitales y servicios de salud estén colapsados, mientras la educación a todos los niveles continúe cayendo en picada, mientras la delincuencia siga gobernando zonas del país y de la Capital de la Republica, mientras no se consiga gasolina (apropiada) y repuestos para los vehículos y un largo, etc. Los problemas sociopolíticos, quedaran para otro Editorial, Mientras tanto, afirmamos que hasta que no se realice un cambio de régimen político, esta situación continuara, así, como el drama de los venezolanos que emigran. Nuestros compatriotas continuaran huyendo del país, que hasta hace unos pocos años, era considerado una potencia energética y el de mayor potencial de América Latina.