La lamentable situación que se vive actualmente en Haití, es la consecuencia de un largo periodo incapacidad de lograr enfrentar la crisis política, económica y social, la cual ha trascendido a todos los sectores de la sociedad, a pesar de haber recibido ayuda internacional, por un largo periodo. La realidad es que hoy, Haití en un país fallido.
Hoy en día, el país esta acéfalo, no hay Presidente, ni Primer Ministro, la ausencia de las figuras de poder en Haití, en primer lugar con el asesinato, no resuelto, de Moïse en 2021 y luego con la salida de la figura en funciones de Ariel Henry este pasado mes de marzo ha fomentado, la violencia e incrementa el “vacío de poder que todavía limita más el monopolio del uso de la fuerza por parte de la estructura estatal”.
Días antes de ser asesinado el Presidente Moise, designó a Henry, en el cargo de primer ministro, algunas voces han señalado dudas sobre la actuación de Henry en el magnicidio. Lo que complica mas el tema es que los poderes legislativo y judicial, no tienen la legitimidad suficiente para poner calma. Pero tampoco no existe ningún líder o partido político con la suficiente capacidad para convocar al país a restablecer orden y la democracia.
El Primer Ministro, Ariel Henry declaró un “Estado de Emergencia”, sin embargo, no ha podido regresar a Puerto Príncipe y se encuentra en Puerto Rico, sin posibilidad de regresar al Pais. Esto ha incrementado el clima de violencia en todo el país, En este sentido vemos la incapacidad de las fuerzas de seguridad del Estado, para combatir a las bandas armadas que actúan impunemente y con mayor potencia de fuego, controlando gran parte de la capital y del País.
Varios episodios de intentos de toma del poder por parte de los grupos armados al margen de la ley, hemos visto en las ultimas semana. Como por ejemplo, la toma y liberación de los presos de la principal cárcel de Puerto Príncipe. Sin embargo, el pasado lunes un grupo de armado, intento tomar el Palacio Presidencial, lo cual fue repelido por leales, pero desmoralizados grupos de la policía Haitiana.
Ante el clima de violencia y la inestabilidad reinante en el país, las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, consideran que se incrementaran los desplazamientos que se efectúan en la capital, donde los ciudadanos huyen de los grupos armados. Al respecto, desde Naciones Unidas informan de que más de 360.000 civiles han sido desplazados, como consecuencia de la creciente violencia en la capital del país.
La descontrolada y desesperada huida de los haitianos de la violencia en su país, ha generado un gran flujo de refugiados hacia su vecina República Dominicana, quien ha manifestado que ya no puede seguir recibiendo a la población haitiana. Por esta razón, también observamos importantes cantidades huyendo hacia los Estados Unidos y Canadá, algunos utilizando al igual que los venezolanos el paso por el conocido Tapón del Darién, como vía de escape para llegar a los países del norte del continente.