Modi: ganador, pero…
Por Luis Daniel Álvarez V. India atraviesa un momento de enorme incertidumbre Si bien el primer ministro Narendra Modi consiguió la mayoría parlamentaria mínima para mantenerse en el puesto, su partido no obtuvo los escaños suficientes, por lo que se vio obligado a pactar con otras fuerzas. Lo ocurrido insta a una lectura general de lo endeble de la situación y del peligro que representa la actuación de un personaje que no ha escatimado con exacerbar dramas y rencillas, con tal de surgir. Que el país más poblado del planea enfrente inquietudes y esté sometido a una zozobra generalizada es preocupante. Modi, quien se ufanaba de ser el artífice de la recuperación económica de su nación, sacó una cuenta que, aunque simplista, genera enorme inquietud. Su triunfo podía ir de la mano de factores religiosos, por ende, inició una campaña electoral de proyectar el hinduismo, tildando a los musulmanes de violentos y de estar fraguando un plan de conquista paulatino al trabajar en el aumento de la población con tasas de natalidad elevadas. Todo ello lo acompañó con un discurso que a veces parecía no discriminar entre la religión y la política. Pero en este caso, quedó a merced de otras organizaciones que lo condicionarán e incluso chantajearán. El BJP del jefe de gobierno no puede gobernar solo y tendrá que tender puentes con grupos que, si bien lo secundan, no son plenamente de él, lo que generará incomodidad al momento de avanzar en determinadas decisiones. Lo que está claro es que la leyenda del líder supremo que no necesita de otros, colapsó. Frente a ello irrumpe una oposición variopinta y diversa que tal vez no tuvo la fortaleza para imponerse, pero que, con una hábil campaña, puede ir cambiando las tendencias y visiones. Se siente en el ambiente que el líder pareciera comportarse como Netanyahu, pues ambos son personajes que generan discursos tendentes a exacerbar la supremacía religiosa; los dos han tenido gestiones económicas favorables, pero ambos han quedado a merced de la voluntad de sectores minoritarios que tratan de imponer sus agendas, anunciando que de no acatarse lo que solicitan, montarán tienda aparte. Modi ha evidenciado no medirse ni tener escrúpulos a la hora de tratar de imponerse. Esa situación se torna particularmente más complicada, pues la región es un polvorín en que además de la pugna de India con China, se hace presente la polémica con Paquistán, el tutelaje ante otros Estados de la zona o las denuncias de la oposición de que el país es una dictadura dirigida por una versión local de Vladimir Putin. Lo cierto es que en un país tan complejo y con una inequidad tan acentuada, el primer ministro pareciera ser capaz de cualquier cosa con tal de mantener el gobierno. Internacionalista UCV, Doctor en Ciencias Sociales. Profesor en la UCV y UCAB. Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Secretario General del CODEIV