El Protocolo Deportivo

MARIA ENRIQUETA ALVAREZ GOMEZ Si hay algo que me apasiona es hablar sobre protocolo. Mucha gente piensa que el protocolo es dejar de ser uno mismo, que es algo anticuado o fuera de moda; ciertamente, existe desde que el mundo es mundo, nace con el ser humano. En el Código de Hammurabi, por ejemplo, que es aproximadamente del año 1750 A.C., ya se habla de precedencia, tanto a nivel corporativo, como a nivel social. Pero, el protocolo, no es solamente para personalidades de la política o del mundo diplomático, ni solo para reyes, duques, presidentes o jefes de Estado. No, hablar de protocolo es hablar de normas, costumbres, tradiciones, cortesía, respeto, puntualidad… Vamos a encontrar muchas acepciones con su definición, pero también muchos tipos de protocolo, tales como: de Estado, social, empresarial, diplomático, en el turismo, deportivo, gastronómico… y más.   Pero hoy, vamos a referirnos al apasionante mundo del protocolo en el deporte. Vamos hablar de una fiesta. Organizada, donde los atletas son los protagonistas de la misma. En los diversos temas del protocolo siempre hay símbolos que usar, y el deporte no escapa de la misma. Hay bandera, Himno y la gran Antorcha, que es lo más representativo del deporte. ¿Pero, en qué consiste el protocolo deportivo? Aquí comenzamos con una controversia,  porque una  definición de  protocolo  deportivo ha  sido  un  tanto complejo,  ya  que  encontramos  autores  que  afirman que  el  protocolo deportivo como  tal  no  existe, sin  embargo,  observamos normativas protocolarias contempladas en la  Carta  Olímpica y  en  los reglamentos de  los  juegos  regionales,  como  podría  ser los  juegos  deportivos Panamericanos, los  juegos  deportivos Bolivarianos o  los  Centroamericano y  del  Caribe,  por  citar  algunos que  corresponde con Latinoamérica; y podemos ir a más, como son los Juegos Olímpicos. Podríamos definir protocolo deportivo como: Normativa establecida por usos y costumbres, que determinan el orden, precedencia y honores que deben tener  las  personas y  los  símbolos en  los  actos  deportivos,  así  como  la  solemnidad y  el  desarrollo ceremonial  de  dichos  actos,  donde  se  relacionan  las  personas,  en  sus  distintas  etapas. En el caso de una competencia que se promueva en el país, el orden de precedencia no es fija, pudiera ser de esta manera: Comité Olímpico Internacional Comité Olímpico Nacional Federación Deportiva Internacional Federación Deportiva Nacional Asociaciones Deportivas Regionales Ligas Distritales Deportivas Comisiones Deportivas Municipales Clubes Deportivos Atletas Es decir, la precedencia varía según el evento, lugar, objetivo, anfitrión. La mezcla de autoridades deportivas, gubernamentales, y de toda índole a nivel nacional, así como representantes del mundo privado (empresarial), es lo que el profesional del protocolo tiene que saber ubicar de forma correcta y, sobre todo con mucha sutileza, ya que obviamente, no todos pueden ser protagonistas. Al hablar de los juegos olímpicos, se debe recordar que estos   se llevan a cabo cada 4 años. Congregan aficionados de todas las naciones, en competencia igual y no se permite ninguna discriminación contra cualquier país o persona por motivo de raza, credo, sexo o afiliación política. La primera prueba documental de la celebración de los Juegos Olímpicos data del año 776 a. C. en la localidad griega Olimpia. En la época clásica, los juegos duraban cinco días, y los ganadores de las pruebas eran considerados como héroes por su propia ciudad. Todos, los que eran ciudadanos libres griegos, tenían el derecho de participar en los Juegos Olímpicos; sin embargo, las mujeres no podían competir, ni participar como espectadoras, ya que éstos eran privilegios sagrados de los hombres. En principio, el veto era por razones de pudor, ya que se pretendía impedir que las mujeres contemplasen el cuerpo desnudo de los atletas. Bajo Alejandro Magno y en tiempo de los romanos erosionó el sistema de valor y el significado de los juegos. Se suspendieron en  el  393 a.C. El resurgir olímpico se inició en 1896 cuando se llevaron a cabo los primeros Juegos Olímpicos en Atenas, Grecia, con la asistencia de 245 atletas de 13 naciones.  Así fue, como quince siglos después de la desaparición de las antiguas olimpiadas, el 4 de abril de 1896 el rey Jorge I de Grecia, declaró oficialmente inaugurados los Juegos Olímpicos de Atenas. Once días duró la competición y la prensa mundial no le dio mayor relevancia.  Desde entonces, el número de atletas, países representados y la variedad de los deportes se ha incrementado. El   gran percusor   y   fundador   de la era moderna de los Juegos Olímpicos fue Pierre de Fredi, Barón de Coubertain, quien formó el Comité Olímpico Internacional en París, 1894.   Fue   el impulsor de la reimplantación de la tradición olímpica, y además realizó numerosos aportes al ceremonial olímpico como es el traslado de la antorcha olímpica y la creación de la bandera con los cinco anillos entrelazados.  La meta del Movimiento Olímpico es contribuir a la paz, y a la construcción de un mundo mejor a través de la educación de los jóvenes con el deporte, sin discriminación de ningún tipo y con el espíritu olímpico que requiere entendimiento mutuo de amistad, solidaridad y justicia. En cuanto a sus símbolos, tenemos: La Bandera Olímpica, una tela blanca que significa paz, entrelazada por 5 aros que son los continentes y los aros tienen un color distinto (amarillo, azul, rojo verde y negro) estos colores representan las banderas de todos los países del mundo, es decir, al menos uno de los seis colores de la Bandera Olímpica está en todas las banderas de los países del mundo, y   los cinco anillos representan la unión de los cinco continentes, en paz, unidos por el deporte. En el caso de Venezuela es el amarillo, azul y rojo.  Así que debemos olvidar eso que siempre se había dicho que era la representación a un continente cada color de los aros.  No.  La Bandera Olímpica se iza en todas las Ceremonias de apertura, desde Amberes, Bélgica en 1920; aunque fue exhibida   por primera vez en 1914 en el Congreso Olímpico de Paris. Esta debe ondear desde el principio hasta el final de los Juegos Olímpicos, en un mástil erigido