La Rebelión de los Velos

Por Abraham Clavero Toro La convulsionada situación que vive la R.I de Irán, a consecuencia del asesinato de la joven Mahsa Amini, ha puesto nuevamente sobre el tapete la compleja situación socio-económica que vive el país convirtiéndose en el detonante de una movilización masiva considerada, solo la punta del iceberg, en la cual la juventud iraní quiere libertades y oportunidades. Su muerte se ha transformado en un símbolo de las manifestaciones actuales contra el uso obligatorio del Hijab. Las protestas están siendo protagonizadas por la llamada generación de los 1380 (según el calendario persa, los nacidos desde los 2000), que solo han disfrutaron de ciertas prerrogativas en los gobiernos de los presidentes reformistas Mohammad Jatamí (1997-2005) y Hasan Rohaní (2013-2021). Gran parte del país se encuentra agitado, desde hace más cuatro semanas, desde el Kurdistan, donde nació Mahsa Amini, hasta Teherán, e incluso la ciudad de Qum, centro del chiismo en la nación persa.  Bajo el lema de “mujer, vida y libertad”, las protestas también han tenido su repercusión en Francia, Turquía, Irak, Estados Unidos, Alemania, Noruega Grecia y España. En el exterior las manifestaciones han sido aupadas, en cierta medida, por la diáspora iraní, que de acuerdo con cifras oficiales asciende a más de 4 millones de nacionales diseminados en diversas partes del mundo, de los cuales 1,900 en America y 1,185 en Europa.   Desde la llega al poder del ultraconservador Ebrahim Raisi, (2021) las normas de comportamiento islámicas se han vuelto más rígidas contribuyendo a fomentar la desobediencia de los sectores más jóvenes. A finales de junio pasado, el despliegue de la Policía de la Moral incrementó los arrestos por llevar el velo de forma incorrecta proliferando los avisos en las cafeterías que conminan al adecuado comportamiento de los jóvenes. Esta presión social de endurecer las estrictas leyes de vestimenta sucede, además, en un momento en que la población en general, se ve empobrecida, en parte por las sanciones internacionales y una inflación en torno al 40 % en el precio de los productos básicos. En esas circunstancias, el fallecimiento de Amini ha sido considerado como un elemento provocador que ha contribuido a “echar gasolina al fuego”, y constituyendo el más serio desafío que ha enfrentado el régimen de los ayatolas desde el Movimiento Verde en 2009. Distanciándose de la posición de otras generaciones, los jóvenes se han rebelado en unas protestas que han logrado canalizar la furia popular, a diferencia de otras ocasiones que se debieron a cuestiones de índole puramente económico. A esta problemática, hay que agregar, a su vez, la eventual sucesión del actual líder, el ayatolá Alí Jamenei (1989), cuya desaparición augura una transición conflictiva tanto para Irán al igual que para el Medio Oriente en general.  Entre los candidatos favoritos a sucederlo se encuentra el actual Presidente Ebrahim Raisi y el segundo hijo de Jamenei, Mojtaba. Se especula que el líder lo ha estado preparando, motivando un gran rechazo, por considerar que el liderazgo hereditario estaría llevando a la República Islámica a socavar aún más la legitimidad del establecimiento clerical. Por esta razón, la ira pública ahora se ha centrado directamente en la legitimidad de Jamenei y del sistema que representa. A lo largo del país, miles de manifestantes enardecidos continúan cantando “muerte a Jomeini”, “fuera los clérigos” y “Mojtaba, que mueras y no te conviertas en el líder supremo”. Retomando el rechazo al velo (hiyab) hay que acotar que este ha sido un tema recurrente desde la llegada del gobierno islámico.  El 8 de marzo de 1979, más de cien mil mujeres tomaron las calles de Teherán para protestar contra la decisión gubernamental de exigirles cubrirse cuando estuvieran fuera de casa. Muchas amenazaron con quemarse al estilo “bonzo”, mientras una parte de la manifestación tomó el Palacio de Justicia y otras organizaron una sentada en la gran Mezquita. Desde ese momento, la obligatoriedad del velo fue considerada una normativa más de carácter político que religioso, y al mismo tiempo una especie de código de segregación del líder Ruhollah Jomeini hacia las mujeres. Con el paso del tiempo es visto como la imposición del patriarcado espiritual y político, estableciendo diversas dificultades a la hora de luchar contra las normas que regulan la desigualdad de género, la pervivencia del matrimonio temporal, la disparidad de la herencia, la poligamia, la desigualdad en la custodia de los hijos y los derechos políticos que siempre se les han negado. Sin embargo, la figura emblemática del ayatolá Jomeini, contribuyó a que estas manifestaciones no pudieran alcanzar sus objetivos debido a que el pueblo iraní confiaba en sus discursos anti monárquicos y anti imperialista, con la promesa de una “democracia islámica”. Desafortunadamente, la sublevación popular que depuso a la dinastía Pahleví, no cumplió con los sueños revolucionarios de la total emancipación. Al hablar, específicamente, de la situación del velo, no se puede generalizar respecto a la comunidad islámica mejor conocida como la Umma (1.900 millones), que comprende a todos aquellos países que profesan la religión islámica. En este tema, existencia una amplia modalidad que van desde los países del Golfo Pérsico, los más conservadores, hasta aquellos en los cuales existe una flexibilidad de dicha costumbre: algunos países del norte de África, Indonesia y en menor grado en Malasia. Etimológicamente la palabra hiyab significa tapar, ocultar la belleza de la mujer. No solo es el pañuelo o el manto que cubre el cuerpo de la mujer, es una conducta, una forma de actuar, el Hiyab en el islam son valores, son principios morales. Cabe destacar que durante el gobierno del Presidente Mohammad Jatamí se relajaron las normas islámicas, permitiendo que la sociedad iraní llevara una existencia menos rígida. Fue a Jatami a quien le correspondió promover el Dialogo entre Civilizaciones y cuya idea fue acogida por Naciones Unidas en el 2001.     Sin embargo, por encima de estas normativas religiosas,prevalece la opinión que han sido muchos años de abuso por parte de las autoridades, específicamente de los basijis (una fuerza paramilitar formada por voluntarios, fundada por orden del