La bandera, símbolo sagrado y vivo, con que una nación expresa su soberanía

                                                                                                     Existe una sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en el “Caso del templo de Preah Vihear”, donde Tailandia con su bandera izada sobre un templo invalidó una frontera trazada por Francia en favor de Camboya. En este momento, Guyana está tratando de hacer lo mismo, revalidar su frontera, en razón de que ha conservado su bandera enarbolada en territorios reclamados por Venezuela, en los cuales durante los últimos veinte años no ha tenido lugar una manifestación de protesta – más bien en algunos casos de aquiescencia- por parte del gobierno actual de Venezuela, ante concesiones mineras, petroleras, pesqueras y construcciones hidroeléctricas. Una observación para quienes quieren llevar la controversia sobre el Esequibo a la Corte Internacional de Justicia: El estoppel, Art. 45, de la Convención de Viena, sobre derecho de los tratados, de fecha 23 de mayo de 1969, de la cual son partes Venezuela y Guyana. También hablaremos de dos actitudes del gobierno revolucionario relacionadas con el uso de la bandera de Venezuela, a saber: ¿Qué significado tiene, conforme al protocolo internacional, izar o haber izado la bandera de Cuba en instalaciones militares venezolanas? ¿Cuál es el sentido de transformar la Bandera Nacional en un chinchorro –con sus tres colores, su Escudo y sus 8 estrellas- y regalarla a un dignatario chino para que se acueste sobre ella? A continuación, trataré de dar respuesta a estas tres interrogantes.                                                                  I                                                   ¿Qué es la bandera? 1.- La bandera como símbolo de la patria  La bandera es un “símbolo vivo” que representa el espíritu y la razón de vida de cada nación. Con la bandera se cubre por completo la dimensión territorial de un país, es el indicador indiscutible de defensa de la soberanía de un estado sobre su propio territorio. Pero más allá de todas estas consideraciones, es la representación de una dimensión emocional, de una presencia espiritual, que involucra los amores y afectos de todos los hombres por su familia y sus amigos, por los valores de su religión, por la defensa de su propia cultura y muchas otras creencias compartidas, que en forma de vivencias y de recuerdos se anidan en el fondo del alma de los integrantes de una nación. En pocas palabras, la bandera es todo esto, es el símbolo de la patria. Por estas razones, en el mundo moderno, la bandera ha dejado de ser concebida como un objeto material y ha pasado a tener el significado de un símbolo viviente, que casi acaricia el borde de lo sagrado, como decíamos al comienzo. 2.- La bandera a la luz del derecho internacional Bajo esta moderna concepción de la bandera, sus reglas de uso están regidas por el derecho internacional, los usos y costumbres internacionales, el derecho interno de cada país y el protocolo de los poderes públicos del estado. Pero vamos a comenzar por el principio, tan solo para citar un ejemplo: cuando un Embajador no ha presentado sus credenciales diplomáticas, no puede izar la bandera del estado que representa, él marcha con este propósito en su carro sin bandera. Cuando tiene lugar la presentación de sus cartas credenciales, es conducido al patio de honor donde pasa revista a las tropas y una banda marcial ejecuta el Himno Nacional de su país, entonces se alza su bandera, el Embajador de pié coloca su mano derecha sobre el corazón, y mira de frente a la banda marcial que entona el himno – mientras la bandera no ha llegado a la parte alta del mástil- al llegar el pabellón nacional a la cúspide, dirige entonces el Embajador su mirada hacia su bandera. A partir de ese momento él es el representante del jefe del estado que lo envía ante el gobierno de ese país. Regresa entonces en su carro con la bandera sobre el guarda fango derecho y la misma es izada en la Embajada, y enarbolada en su residencia oficial. ¡Que fuerza tiene la bandera como símbolo viviente de una nación! Es la representación misma de un Estado. 3.- La bandera y su trato conforme al protocolo internacional La bandera no debe ser enarbolada antes de la salida del sol ni debe permanecer izada después de la puesta del sol, esto responde a una tradición de milenios, honrada por hombres que adoraron y vivieron al ritmo del sol. Ahora bien, esta regla tiene una excepción, cuando las fuerzas militares, navales y aéreas se encuentran en batalla, bajo el fuego del enemigo, en estos casos la bandera jamás es arreada. La bandera no se debe inclinar ante persona alguna ni ante otra bandera. Cuando en las ceremonias militares vemos banderas que se inclinan ante un jefe militar, esa no es la Bandera Nacional, se trata de banderas, estandartes e insignias de autoridades civiles y militares de los componentes: ejército, marina de guerra, aviación, guardia nacional y autoridades policiales. Así mismo, cuando el representante de un país –un embajador- visita una alcaldía o una instalación militar, por razones de protocolo puede ser enarbolada su bandera, pero esto se limita al tiempo de duración de la visita. Otras tres normas fundamentales: en época de paz, ninguna bandera debe ser izada a mayor altura que otra, esto  es una consecuencia del principio de igualdad entre naciones (ya retornaremos sobre este punto); igualmente,  nunca se debe colocar la bandera en modo que se le impida flotar libremente, cuando se sitúa sobre una pared o una ventana, debe quedar suelta y plana, jamás recogida con una cinta o festoneada; todo buque anclado o atracado en puertos venezolanos, desplegará la bandera nacional en el asta de popa, lo cual indica que está sometido a las leyes nacionales, ningún buque atracado en puerto venezolano goza de extra territorialidad. ¡Que fuerza tiene la bandera ¡                                                                   II                         Sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya 1.- Caso del templo de Preah Vihear. 1, a.- Ahora bien, donde quedó demostrada la fuerza de una bandera como un símbolo vivo, representativo del concepto de una nación,