El Petróleo seguirá siendo poder
Por Rafael Gallegos En 1911 el Primer Lord del Almirantazgo Winston Churchill, vislumbrando la relación petróleo – poder que se avecinaba, se empeñó en sustituir el carbón por petróleo, en el combustible de los navíos de la Marina Real. En 1919, al finalizar la gran guerra, Francia y Gran Bretaña con un mapa, reglas y lápices, se repartieron el medio oriente. Ya había certeza del potencial petrolero en la zona. En 1928, los grandes productores de hidrocarburos se reunieron en el Castillo de Achnacarry en Escocia y se distribuyeron el mundo petrolero. De allí salieron las llamadas Siete Hermanas, que dominaron sin oposición el negocio por casi cincuenta años. Crearon y tumbaron gobiernos y, a su antojo manejaron la producción y los precios del petróleo. La segunda guerra mundial la ganó… el que tenía más petróleo. Hitler lo buscó desesperadamente. Su apertura de dos frentes no fue una locura, sino una desesperada búsqueda del petróleo soviético. La escasez de hidrocarburos de los nazis fue palpable cuando los tanques de Rommel se quedaron paralizados en el desierto por falta de combustible. Por otro lado, Pearl Harbor se produjo luego que los norteamericanos le negaran petróleo a Japón. Por cierto, el petróleo venezolano jugó un rol fundamental en esa guerra. VENEZUELA La revolución mexicana aceleró la búsqueda de petróleo en Venezuela. Zumaque y luego Barrosos, marcaron un crecimiento acelerado. Venezuela llegó a ser el primer exportador y segundo productor mundial de petróleo cuando Juan Vicente Gómez. El dictador fue implacable y represivo para con sus paisanos y un cachorro sumiso con las petroleras, que hicieron lo posible por mantenerlo en el poder. Gómez fue un dictador de petróleo. La nacionalización del petróleo mexicano y la segunda guerra mundial, estimularon al vertiginoso crecimiento de la producción petrolera en Venezuela, que se convirtió por décadas en el surtidor más confiable de petróleo en el mundo occidental. DE LA TÍMIDA OPEP AL EMBARGO PETROLERO En 1960, se funda la OPEP. Su objetivo era muy tímido: coordinar políticas petroleras a fin de lograr precios justos para los países productores. Las siete hermanas dominaban el mercado. Sin embargo, en 1973, se desarrolló la Guerra del Yom Kippur. Los árabes embargaron a los países que apoyaban a Israel. El precio se multiplicó por cuatro. Había comenzado el reino de la OPEP, y el dolor de cabeza de los países consumidores. Los altos precios de la gasolina y de los hidrocarburos en general desestabilizaron las economías. Se inició la llamada estanflación (inflación con decrecimiento del PIB) y se hicieron comunes las colas por gasolina. Los países occidentales no entendían como la maravillosa maquinaria tecnológica e industrial que habían desarrollado, dependía para su funcionamiento de las “decisiones de unos bárbaros”, (los árabes y claro, los venezolanos). Estados Unidos aceleró la búsqueda de energías alternas que les dieran independencia energética, y creo la reserva estratégica, que consistió en unos 500 millones de barriles que depositaron en cuevas de sal para utilizarlas sólo en casos de emergencia. Curiosamente la aproximación a la independencia energética, la conseguiría EEUU décadas después en el mismísimo petróleo… de lutita. DE LA LLEGADA DE JOMEINI A LAS TORRES GEMELAS En 1979, cayó el Sha de Irán, el policía del petróleo en el mundo árabe. Estaba armado hasta los dientes por las petroleras, y todas esas municiones pasaron a un enemigo de USA y Europa, el Imán Jomeini. Los precios volvieron a multiplicarse y llegaron a 30 dólares. Para restablecer el equilibrio en la zona, mandaron a Hussein a invadir Irán y se inició una guerra de ocho años. Al final, Hussein quedó como el policía petrolero de la zona. Pero se creyó su leyenda de invencible e invadió Kuwait. El mundo occidental reaccionó inmediatamente. Hussein fue derrotado, y dos años después, con la excusa fallida de tener armas nucleares, fue invadido, perseguido, juzgado y finalmente ahorcado. El nuevo policía de la zona fue Arabia Saudita. Sin embargo, luego del atentado a las Torres Gemelas, los occidentales observaron que Bin Laden era saudita y que se podría repetir una voltereta. Entonces… llegó (¿provocada?) la primavera árabe, que trajo como consecuencia el Isis y el conflicto en Siria. De Siria salió un nuevo esquema geopolítico: Estados Unidos, Europa y Arabia Saudita, por una parte, y Rusia, China e Irán, por el otro. Petróleo y poder de la mano. UCRANIA La invasión a Ucrania ha traído otro giro estratégico: la búsqueda de independencia energética de occidente respecto a Rusia e Irán, la consideración del gas y la energía atómica como energías alternativas, la aceleración de búsqueda de tecnologías limpias y… la opción de hacer de Venezuela nuevamente un surtidor confiable de occidente. Para ello negocian y ofrecen al gobierno cambiar sanciones por democracia. El problema energético es tan grave que Estados Unidos, por tercera vez en 50 años, ha decidido liberar petróleo de la reserva estratégica. Lo hace a razón de un millón de barriles diarios por seis meses (el 40 % de dicha reserva). Esta cifra por sí sola muestra la necesidad perentoria de lograr surtidores occidentales confiables. EL FUTURO Todo indica que las energías limpias no han desarrollado la velocidad suficiente para sustituir al petróleo en poco tiempo. Ya los expertos pronostican que el petróleo va a estar en primer plano más décadas que las esperadas. Y ello implica que el petróleo seguirá siendo poder por muchos años del siglo XXI. —————————————————————————————– Rafael Gallegos Ingeniero Petrolero. Ex-gerente en PDVSA. Profesor del IESA. Miembro de Gente del Petróleo. Coordinador Académico del Diplomado de “Diplomacia Petrolera y otras Energías” del CODEIV