Venezuela y el Sahara Occidental
Por Abraham Clavero T. La reciente modificación de la postura del Gobierno de España respecto al Sahara Occidental, avalando el Plan de Autonomía diseñado por Rabat, nos permite hacer referencia a las relaciones bilaterales entre Venezuela y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Desde el 8 de agosto de 1982, en el gobierno de Luis Herrera Campins, se procedió a su reconocimiento. De esta manera, pasamos a integrar el grupo de países latinoamericanos que han adoptado esa decisión: Panamá (1978), Bolivia, Argentina, México, Perú, Uruguay, Cuba, Nicaragua y Ecuador. Cabe destacar que existe otro grupo de países del continente que han decido congelar dichas relaciones: Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay y República Dominicana, todo ello como resultado de la labor diplomática marroquí que ha presionado utilizado diversos mecanismos, para conseguir su objetivo de aislar a la RASD internacionalmente. En total 82 países de la comunidad internacional aceptan a la RASD. La formalización de las relaciones diplomáticas bilaterales tuvo lugar cuando la embajada saharaui en Caracas fue aperturada en 1982, y, a su vez, por medio de nuestra embajada en Argelia. Los primeros años de esta relación se caracterizaron por el respaldo permanente de Venezuela a la posición de la RASD ante los organismos internacionales, favoreciendo el principio de la obligatoriedad de hacer cumplir las disposiciones de las Naciones Unidas, con miras a la realización de un referéndum consultivo que conduciría a la auto determinación del pueblo saharaui. Debido a la vinculación de Marruecos con el tema y objeto de dar visión completa, hay que destacar, igualmente, la apertura de nuestra embajada en Rabat (1997), que, además de sus objetivos de afianzar de las relaciones bilaterales, permitió exponer la posición oficial respecto a dicho contencioso reafirmado que Caracas solo favorecía el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. Esta postura frente a la situación del Sahara Occidental, en cierta forma, contribuyó a debilitar las relaciones bilaterales. A esto hay que agregar las críticas manifestadas por la Cancillería marroquí en el sentido que Venezuela abrió primero vínculos diplomáticos con el Polisario ante que con la Monarquía alauita. Con la llegada al poder de Hugo Chávez Frías, las relaciones bilaterales pasaron a otro nivel y se intensificaron por medio de la firma de diversos acuerdos. Al respecto, el 5 de octubre de 2004 se rubricó un Convenio Integral de Cooperación entre el Ministerio de Energía y Minas y el de Cooperación de la RASD. En ese mismo mes se firma el Acuerdos de Cooperación Bilateral en virtud del cual, jóvenes saharauis pueden realizar estudios en diversos centros universitarios públicos venezolanos. A partir del 2006, el grupo venezolano en el Parlamento Latinoamericano impulsó acciones de solidaridad con el pueblo saharaui. Ese mismo año, el Presidente Chávez se reunió en Caracas con su homólogo, Mohamed Abdelaziz, ratificando el compromiso de Venezuela en favor de la descolonización de dicho territorio. El 31 de enero de 2007, once estudiantes saharauis fueron aceptados para realizar estudios en el área de refinería petrolera dentro del marco del Programa Internacional de Becas de Venezuela. En el 2009, Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano en colaborar con la Escuela de Cine del Sahara mediante la donación de equipos tecnológicos por parte del Ministerio de Cultura. De esta forma se apoyó la realización de un Curso Audiovisual Introductorio, en el que participaron profesionales venezolanos en las disciplinas de guion, dirección, cámara-sonido y edición. A su vez, la Dirección General del Laboratorio Nacional Hidráulica (LNH) del Ministerio del Ambiente y el Instituto Hidráulico Saharaui desarrollan un proyecto de administración de aguas subterráneas, que incluía la capacitación a técnicos de la RASD en las áreas de hidrogeología y perforación. En abril de 2010, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Embajada de la República Saharaui revisaron las diversas posibilidades de cooperación educativa. El 27 de octubre de 2011, se firma el acuerdo complementario de los recursos hídricos con rango de Convenio de Cooperación, por parte del Viceministerio de Agua del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas, y la Embajada de la RASD. Como parte de la cooperación educativa entre Cuba y Venezuela, fue creada la Escuela Secundaria Básica “Simón Bolívar” ubicada en el mayor campamento de refugiados saharauis en Argelia, cercano a la Wilaya de Smara. La primera etapa del proyecto entró en funcionamiento con una matrícula de 360 alumnos, mientras que en la segunda etapa se incorporaron otros 300 estudiantes. El 27 de febrero de 2020 la representación diplomática de la RASD celebró el cuadragésimo cuarto aniversario de la proclamación del Estado Saharaui con un acto solemne en el Panteón Nacional y el Mausoleo del Libertador Simón Bolívar. Dentro de la evolución de las relaciones a tres banda, destaca la decisión del Reino de Marruecos de cerrar su embajada en Venezuela (2009), alegando entre otros motivos que el gobierno venezolano apoyaba el “separatismo”. A partir de esa fecha la embajada marroquí en República Dominicana cumple la función de concurrente. Por su parte, la Embajada en Venezuela en Rabat ha continuado funcionado a nivel de encargado de negocio. En importante acotar que, en 1997, precisamente cuando Venezuela abrió su embajada en el país magrebí, Naciones Unidas designó a James Baker III, ex Secretario de Estado norteamericano como enviado especial. Esta decisión estaba destinada a la apertura de un diálogo con las partes en conflicto para proceder a la aplicación inmediata del “Plan de Arreglo” y celebrar el referendo previsto en el mismo. Esto condujo a los Acuerdos de Houston estableciéndose un calendario concreto sobre las diferentes fases del proceso para la descolonización del Sáhara Occidental. La celebración de la consulta electoral tendría lugar el 8 de diciembre de 1998. Sin embargo, tal como lo han señalado Amnistía Internacional y Human Rights Watch, las presiones del Reino alauita impidieron que el pueblo saharaui se expresar al respecto. Tanto en el gobierno del Rey Hassan II como de su hijo Mohamed VI, Rabat han utilizado la presión política, el arresto de activistas humanitarios