La Diplomacia y el Golf

Por Ignacio Arcaya “La mejor credencial para un diplomático es un hándicap de un solo digito en el Golf” (Ego dixit)  Siguiendo la pasión  de mi padre  por el golf,  me  inicié  con  él a los  10 años  de edad en el Caracas Country Club, el cual fue fundado  el  1919,  inter  alia  por  mi  tío abuelo Pedro Manuel Arcaya y del cual donde  todavía  soy  miembro  y  jugador activo (Mi hijo y mi nieto  han  continuado  con  la pasión,  mejorando  considerablemente a las dos generaciones anteriores) Mi primer destino diplomático  fue en 1966 como Tercer Secretario  en Ginebra,  allí solo jugué, un par de veces cuando acompañé al entonces embajador venezolano de turno, a la antigua sede del Golf Club de Genève Estando en Ginebra  me trasladé a Caracas  a presentar  el Concurso  de Oposición  para ingresar a la Cancillería  como  Diplomático  de  Carrera  y casarme.  Cosas  que  hice, regresando a Ginebra como funcionario de carrera, con Lilí ya que sin ella no hubiera llegado ni a primera base. En 1968. re g re s e a la Cancillería, como Jefe de la Oficina ( Segundo Secretario) de los Comisionados de Venezuela en La Comisión Mixta de Limites con Guyana y jugué golf con cierta regularidad en el Caracas Country Club y en La Lagunita.  También  tuve oportunidad jugar durante los viajes a las reuniones de la Comisión en México, Barbados, y Trinidad. Luego de mi paso por el Servicio Interno, fui nombrado, en 1969 , Primer Secretario en la Delegación Permanente ante la OEA en Washington, donde comencé a usar el golf como un instrumento diplomático. Ingresé al Bretton Woods Golf Club, creado por al Fondo Monetario Internacional (FMI)  para  la comunidad  internacional  de Washington, i.e.  el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), la Organización de Estados Americanos (OEA) y donde los diplomáticos acreditados en esos organismos podían ser miembros.  mientras  tuvieran  esa  calidad.  Allí tuve  la oportunidad  de jugar  con  diplomáticos de distintas misiones permanentes, acreditados ante esas Instituciones,  así como  con funcionarios de las mismas En 1972 fui trasladado a  Caracas  como  Consejero  en  el Instituto  de  Comercio Exterior (ICE). Continúe jugando golf con regularidad en el Caracas Country  Club  y La Lagunita, así como en los viajes a reuniones en el exterior que me tocaba asistir como Jefe de Relaciones Internacionales del ICE, como sucedió en visitas de trabajo, a Colombia, Perú, Chile, la India, México, Suiza y Estados Unidos. Volví al exterior en 1975 como Ministro  en la Embajada  en Paris.  En vista  de que el Golf Club de Saint –  Cloud,  mi preferido,  solo admitía  como  socios  diplomáticos  a embajadores,   me hice miembro de Saint Nom La Breteche Golf Club, donde jugué, durante mi permanencia en Paris,  con diplomáticos  acreditados  en Francia,  la UNESCO  y la OTAN,   así como  también con funcionarios gubernamentales, principalmente del Quai D’Orsay En 1978, fui designado Embajador en Australia con jurisdicción en Nueva Zelandia y Fiyi. Fue para mi un alto honor pues ello significaba que era el primer Funcionario de Carrera en la historia republicana de nuestra Patria que llegaba al Rango de Embajador Apenas llegué “Down Under” me hice  miembro  diplomático  del Royal Canberra  Golf Club donde verdaderamente comencé a usar al máximo el Golf como un instrumento diplomático. Los embajadores y altos comisionados golfistas, con la ayuda de la Dirección del Protocolo organizaban torneos de golf seguidos  de actividades  sociales.  Al poco tiempo  de mi llegada tuvo lugar el primer Torneo en que participé y fue con el Primer Ministro Malcom Fraser y miembros de su Gabinete, seguido de una  recepción  en la Embajada  de Francia.  Luego vinieron  otros  torneos,  ya que se trataba  de tener  ese evento  una vez al año. Participé   en tres de esos torneos Con igual formato se hicieron torneos anuales de golf y tenis, con los miembros del Parlamento. Tuve la oportunidad    de participar en cuatro  de ellos.  La informalidad característica del golf hacia que la relación  personal  entre  los embajadores  y los altos funcionarios y parlamentarios fuera mas fluida y cordial, lo cual facilitaba enormemente la labor diplomática Cuando presenté credenciales en Nueva Zelandia, aproveché para jugar con unos amigos golfistas en el Royal Wellington Golf Club En una visita Oficial del Primer Ministro de Fiyi, Ratu Sir Kamisese Mara, a Canberra,  el Protocolo  australiano  le organizó  una partida de golf y fui invitado  a participar  en  ella. Cuando me tocó ir a Suva a presentar credenciales al Gobernador  General,  de Fiyi,  después del acto protocolar el Primer Ministro me invitó a jugar en el Fiji Golf Club con los Altos Comisionados de Vanuatu y Tonga, para luego a cenar en su Residencia Oficial. Terminadas mis funciones diplomáticas en Australia, cuando  me fui a despedir  de las autoridades fiyianas, el Protocolo fiyiano organizó para que la ceremonia tuviese lugar en El Pacific Harbour Golf Resort, después de dos partidas “four ball” con el Primer Ministro,  los titulares de Relaciones Exteriores, Defensa y Turismo, así como los embajadores de Francia, Australia y Japón. Luego del golf y de la ceremonia, el Embajador francés nos invitó a todos a un agasajo que ofrecía a bordo de un destructor francés en Suva de visita en Fiyi. Allí terminó mi relación diplomática – golfistica en ese país Estando en Australia tuvo lugar en Manila la V Conferencia de la UNCTAD, como yo había formado parte de las delegaciones de Venezuela  en dos  de las cuatro  conferencias anteriores, (Delhi y Santiago) y dado que muchas veces participé, como delegado de Venezuela en los comités y comisiones de esa organización, fui incorporado a nuestra delegación Al final de la primera semana de la Conferencia,  el Gobierno  Filipino  organizó  un torneo  de golf de dos días (sábado y domingo, Shutgun – mejor pelota por pareja) en el Manila Country & Golf Club y en el Wack  Wack  Golf Club.  Por  el ser el Delegado  con menor  hándicap  (8), me tocó jugar de pareja con el Presidente Ferdinand  Marcos  (hcp.4).  El primer  día jugamos