Hugo Alvarez Pifano

José Ángel Lamas

La luz de las estrellas desaparecidas Por Hugo Álvarez Pífano Hace millones de años desaparecieron del universo muchas estrellas, pero la luz que una vez ellas dieron continúa viajando por el espacio infinito y puede verse durante las noches en todo su esplendor. Así ocurre con José Ángel Lamas, ni siquiera sabemos a dónde han ido a parar sus restos, pero la música que el compuso brilla como la luz de las estrellas desaparecidas, acompañando siempre a los venezolanos durante la Semana Mayor. Cuando tomamos conocimiento de lo que fue la vida de José Ángel Lamas (1775-1814), una pregunta inquietante se nos plantea: ¿Por que sufren los hombres justos? Esta pregunta es tan antigua como la primera lagrima que derramo el ser humano que sintió dolor por vez primera y tan nueva, como una carta cuajada de esperanzas que nos llega a través de un servicio de correos que funciona con prontitud y eficiencia, un bien que nunca hemos conocido los venezolanos. Siempre el hombre se ha sentido desconcertado ante la injusticia del mundo que lo rodea. Cuando hacemos esa pregunta a los teólogos cristianos- y es a ellos a quienes debemos dirigirnos, ya que José Ángel Lamas es esencialmente uncompositor de música religiosa y nuestro músico más importante en este genero- ellos nos indican que Dios, conforme a su propia naturaleza, no puede hacer distinciones: El hace nacer el sol para buenos y malos. Hace que la lluvia caiga sobre justos y pecadores. En pocas palabras, la ley de la causalidad prescinde de que seamos o no virtuosos. Los teólogos también nos enseñan, que los buenos padecen porque el sufrimiento es el medio de que Dios se vale para sacar a la luz lo mejor del ser humano y proyectar la elevación moral de nuestra especie. Entonces, aquí hemos llegado al concepto clave que nos lleva a entender la música de José Ángel Lamas y el sentido de su breve, modesta y fructífera vida: el sufrimiento como inspiración para la música y su música misma como una forma de elevación moral de la condición humana. Pocas veces ha habido en las obras universales de la música un cristo más lleno de dolor, más dotado de la condición humana del sufrimiento que el redentor concebido por José Ángel Lamas para su Popule Meus. En este compositor se combinan en forma muy bella, la emoción intensa de sus sentimientos con una gran pureza espiritual,para crear en su música una profunda tristeza, pocas veces lograda por otros músicos. Lamas tuvo la rara cualidad de trasmitir a través de su creación musical y en la forma de un mensaje dirigido al corazón humano su propia vivencia interior: el sufrimiento. Pero, veamos, ¿Que ocurrió con José Ángel Lamas? Lamas fue un músico a quien sus contemporáneos nunca evaluaron adecuadamente, estaba tan por encima de ellos que fueron incapaces de darse cuenta del alto nivel de su espíritu y de su condición de hombre superior. Algo que ocurre a menudo con los verdaderos artistas. Posteriormente, los autócratas y demás gobernantes que ha tenido Venezuela, tampoco han podido encontrar alguna diferencia entre él y los otros hombres y mujeres de su entorno, a quienes ellos conceptúan como grandes figuras del gentilicio venezolano. Pero lo curioso de esta historiaes que ha sido precisamente el pueblo de Venezuela quien ha recibido a José Ángel Lamas como el músico que ha llegado a lo más profundo de su corazón. En efecto, desde que se estreno el Popule Meus en el año de 1801, nunca ha dejado de interpretarse los jueves o los viernes santos, en todas las iglesias de Venezuela, aun en las más remotas y más humildes. ¿Qué venezolano no ha escuchado el Popule Meus durante la Semana Mayor? Cuando yo rondaba los cinco años de edad lo escuche por vez primera. Entonces mi madre nos llevaba a la vieja Catedral de San Felipe, en el Estado Yaracuy, allí existía un órgano aflautado, presunto heredero de los antiguos “hidraulos.” El sochantre de la Catedral, el Maestro Rafael Limardo, un viejo de muy mal carácter, pero de gran talento interpretativo, con pasos lentos y pausados subía al instrumento musical, como esos experimentados capitanes de mar suben a sus grandes navíos. Después se escuchaban los graves y solemnes acordes de la música de Lamas. Yo sobrecogido por la emoción me acurrucaba muy pequeñito al costado de mi madre. Popule Meus (Miqueas 6:3-4) es el angustioso grito del hombre que se siente abandonado. Pero, ¿cuan abandonado ha debido sentirse este músico introvertido, profundamente místico y sensible, como pocos? A Lamas le toco vivir una época terrible para Venezuela: sequías, pérdidas de las cosechas, hambre y miseria; conspiraciones contra el poder real, sofocadas en sangre; espantosas matanzas perpetradas por los realistas, etc. Al final de sus días, a la edad de 39 años murió en la miseria. Según el acta de defunción, no hizo testamento porque no tenía bienes. Se le dio sepultura en el cuarto tramo de la iglesia de San Pablo, la cual fue demolida en 1876, por orden del presidente Guzmán Blanco. Los difuntos allí enterrados no fueron exhumados. Cuatro años más tarde se inicio la construcción del Teatro Municipal. Nuevamente en 1948, el peristilo del Municipal fue amputado para ensanchar la calle, en ocasión de los trabajos de construcción del Centro Simón Bolívar. Apareció entonces el fragmento de una lapida con las primeras tres letras del apellido Lamas y algunos huesos. Todo esto fue colocado en un cajón, que se depositóen la barraca donde los obreros guardaban sus herramientas y materiales. El dictador de turno exigía que las obras públicas fueran entregadas en fecha convenida. Todo debía estar limpio y en orden para ese momento. La barraca, el cajón y lo que parecían ser unos restos mortales, desaparecieron en el fragor de los preparativos para una inauguración en fecha ya fijada: 2 de diciembre, día del “Nuevo Ideal Nacional”. Venezuela es un caso singular: los restos de José Ángel Lamas- el más grande de los artistas de

Nobleza y ética en los deportes, chapucerías en la Diplomacia

  Por Hugo Álvarez Pífano El corredor de Kenia Abel Mutai (medalla de oro de los 3.000 con obstáculos, en Londres) creyó haber cruzado la meta, muy fatigado aminoró su paso, detrás a muchos metros de distancia corría el español Iván Fernández (la mejor promesa de España en atletismo), quien en lugar de pasarle por un lado y ganar la carrera, le indicó que tenía que cruzar la meta para ser el ganador. ¿Qué tiene esto que ver con la Cancillería de Venezuela? A continuación, les narro dos historias de dos diplomáticos venezolanos -dos cancilleres de Venezuela: Marcos Falcón Briceño e Ignacio Iribarren Borges- que al parecer en temas de la diplomacia no compartían esos valores de nobleza y ética que a veces se dan en los campos deportivos.  I Abel Mutai e Iván Fernández En efecto, el corredor de Kenia creyó que había cruzado la meta, a esta percepción errónea contribuyeron tal vez una poco efectiva y precisa señalización de la meta, la fatiga y la emoción de una merecida victoria. Muy por detrás del keniano corría el español Iván Fernández, quien al percatarse del error de Abel Mutai le indicó que tenía que cruzar la línea final de la carrera, a escasos metros de distancia, más aún lo empujó para que pisara la demarcación final, pues el keniano no entendía lo que estaba pasando. Entonces, el director técnico de la escuadra de atletismo de España le preguntó: ¿Por qué lo dejaste ganar? Cuando podías ser tú el vencedor de esa carrera. A lo que Iván Fernández respondió: Yo no lo dejé ganar, fue él quien ganó esa carrera, pues yo nunca lo pude alcanzar y menos aún superar, yo solo le indiqué que debía cruzar la meta para alcanzar su merecido triunfo. El técnico muy enfadado riposto: Pero, con eso privaste a España de tener una medalla de oro más. -Entonces, qué quiere usted que yo le diga a mi madre: Te he traído una medalla de oro que gané porque un corredor que llegó primero se confundió y no cruzó la meta. Pues no, esa no es la medalla de oro que yo quiero ganar, mi medalla de oro será la que yo gane con la nobleza de un verdadero vencedor. Medalla de oro: Abel Mutai; Medalla de plata: Iván Fernández. Felicitaciones a Abel Mutai; Chapeau a Iván Fernández, con mi más profundo respeto y admiración. II Marcos Falcón Briceño e Ignacio Iribarren Borges Winston Churchill falleció el 24 de enero de 1965, la Reina Isabel II le concedió el honor de un funeral de estado, el cual tuvo lugar en la Catedral de San Pablo, fue este el primer funeral realizado en esta Catedral a una persona que no era miembro de la familia real. En esa ocasión asistieron al mismo, el mayor número de dignatarios extranjeros en la historia de Gran Bretaña, con representantes de más de 100 países. Es de notar, que nunca se vieron reunidos en ningún lugar del mundo, tal cantidad de jefes de Estado, en una ceremonia de este género. En un primer momento, el Gobierno venezolano ignorando la magnitud de este funeral de estado acreditó como representante de Venezuela a su embajador en Londres: Ignacio Iribarren Borges, más tarde al tomar conciencia de la trascendencia histórica de este acontecimiento, envió como jefe de la representación de Venezuela al ministro de Relaciones Exteriores, Marcos Falcón Briceño, quien según rumores no fue acreditado como tal por la embajada en Londres. También se barajó la hipótesis que el protocolo real no podía a cada momento variar el orden de precedencia de las delegaciones y mantuvo su estructura original. Lo cierto fue que, la Catedral de San Pablo resultó insuficiente para acogerlos a todos.  En resumen, por parte de Venezuela concurrieron: Marcos Falcón Briceño, ministro de Relaciones Exteriores jefe de la delegación de Venezuela e Ignacio Iribarren Borges, embajador de Venezuela inicialmente acreditado para presidir el evento. Mientras Iribarren Borges fue ubicado dentro de la Catedral, con la Familia Real, los jefes de Estado y miembros de la Cámara de los Lores; Falcón Briceño fue colocado afuera, en un lugar ad hoc preparado al efecto, para que tomaran asiento los “comunes” y otros miembros menores de las numerosas delegaciones. Esta “circunstancia protocolar” no la olvidó Falcón Briceño, esto lo amargó durante toda su vida. III Ignacio Iribarren Borges y Shridath Ramphal, En lo personal, la última imagen que conservo del Canciller Iribarren Borges fue en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en ocasión en que se llevó ante esa instancia la reclamación venezolana de la Guayana Esequiba. Hacía uso de la palabra Shridath Ramphal, el más distinguido diplomático guyanés de largo alcance internacional, secretario general del British Commonwealth (1975-1990), ministro de Relaciones Exteriores de Guyana (1972-1975) y presidente de la comisión que atendía la reclamación venezolana a finales de los años 60. Ramphal se dirigió al presidente de la Asamblea General, giró su espalda y encaró a todos los asistentes a esa sesión, y les dijo: -por favor, dirijan su mirada al lugar donde se encuentra la delegación de Venezuela. Todos hicieron caso a la invitación. Allí estábamos, Ignacio Iribarren Borges, quien la presidía; a su lado Carlos Sosa Rodríguez, Embajador ante la ONU; después Pedro Zuluaga, Embajador Alterno; detrás Nelson Hernández; al lado quien escribe esta crónica y después, Laura Guardia Bossi, una internacionalista, muy linda como son la mayor parte de ellas. Entonces Ramphal explicó: Venezuela es un país cuya población, en su casi totalidad es producto de un mestizaje, después añade un pequeño núcleo de amerindios, otro también pequeño de afro venezolanos y otro no muy numeroso de gentes blancas. Pero, este último pequeño grupo de blancos, desde hace siglos detenta el poder político, económico y la más alta posición en las esferas sociales. Estos blancos son los que ustedes ven sentados allá en esas sillas. ¿Debemos considerar que Venezuela es un país democrático? Con vocación para ofrecer a mestizos, descendientes de africanos e indios un mejor destino. En

El Heroísmo del humilde

Por Hugo Álvarez Pífano A la vuelta del pasado año en el Mundial de Qatar, asistimos a una de las más grandiosas ymejor orquestadas ceremonias de exaltación que se hayan realizado jamás, para glorificar aun futbolista: el argentino Lionel Messi. Pero, así como toda moneda tiene dos caras -unanverso y un reverso- también existen héroes del futbol, que jamás fueron glorificados ninada parecido y en nuestros días están completamente en el olvido, héroes desconocidos:Hablamos de Joseph Ilunga Mwepu, nacido en el Congo belga, llamado después Zaire yactualmente República Democrática del Congo, quien con la más irracional y disparatadajugada que el futbol haya visto, salvó la vida de todos los jugadores de esa entera escuadraafricana. Veamos entonces, quien es este auténtico héroe del futbol a nivel mundial, al quejamás se le hizo reconocimiento alguno y a quien pudiéramos con todo cariño ponerle unaetiqueta a su actuación como futbolista: La grandeza de lo pequeño y la debilidad del poder. IExposición de los hechosLa única y sola vez que Zaire asistió a una Copa del Mundo, fue en el mundial de 1974celebrado en la República Federal de Alemania, esto lo logró después de vencer a Marruecos yCamerún -dos países de vieja y excelente tradición futbolística- entonces fue llamada “lasorprendente Zaire” Este triunfo sin par a nivel africano, dio lugar a que Mobutu Sese Seko eldictador más cruel, feroz y despiadado de África, como propaganda política de su gobiernoutilizara al equipo de futbol para proyectarse y darse a conocer internacionalmente, en forma positiva. ¡Qué mejor pantalla que una Copa del Mundo celebrada en Alemania Occidental!Pero, que gran contrariedad para el autócrata Mobutu: Zaire perdió 2 a 0 frente a Escocia y 9 a0 ante Yugoeslavia, este último resultado irritó profundamente al dictador, quien comunicó asu escuadra que no aceptaría un abultado escore en el juego entre Zaire y Brasil, nunca jamásun resultado mayor de 3 a 0. De ocurrir una derrota humillante por encima de este resultado elentero equipo de futbol sería decapitado. El 22 de junio de 1974 tuvo lugar un partido único en la historia: La singularidad de esteencuentro consistía en que la poderosa Brasil, campeón del mundo, se enfrentaba a una de laspeores escuadras que se presentaba a un mundial de futbol: Zaire. Hay tres aspectos de esteencuentro que merecen ser destacados: el Brasil del técnico Mario Zagallo; a) No contaba conlas grandes figuras del pasado reciente, los atacantes Pele, Garrincha, Tostao y pare de contarni con los defensores Nilton Santos y Dialma Santos, era un equipo en plena reestructuracióncon futbolistas jóvenes; b) Venía de lograr dos empates a cero con Escocia y Yugoslavia, por lotanto para avanzar a finales debía lograr un abultado escore frente a la modesta Zaire; c) Enaquellos tiempos no existía la red, Internet, televisión por cable, tampoco las plataformasdigitales, solo existía la televisión de las trasmisiones internacionales con las cuales el genocidaMobutu proyectaba promocionar su imagen, con la amenaza de cortarle el pescuezo a suentera escuadra de futbol. Corría el minuto 80 de partido y Brasil, como favorito dominaba en el marcador, pero no conun escore de contundencia: La ‘canarinha’ vencía 0-3, muy distante del 9-0 que Yugoslaviahabía propinado al conjunto africano tan solo cuatro días antes. Zaire estaba mostrando unaimagen digna y gratificante. Pues bien, en un momento único para recordar llegó la jugada másinexplicable en la historia de los Mundiales: una acción que dio la vuelta al mundo y que, eneste mundial de Qatar y glorificación a Messi, cumple 49 años, por un pelo medio siglo. Mwepu Ilunga fue el protagonista. Entonces, el árbitro Nicolai Rainea cobró una falta a favorde Brasil en la mitad del medio y en la puerta que da a la frontal del arco rival. Roberto Rivelinofamoso por sus potentes disparos a balón parado y ejecutando penaltis -tenía el apodo depatada atómica- colocó el balón para chutar y cuando el árbitro pitó, ante la sorpresa de todoel público, un jugador zaireño salió de la barrera -como poseído por el demonio- para golpearel balón y mandarlo a las tribunas. Lo inverosímil apareció ante los aficionados presentes enGelsenkirchen y entre aquellos que seguían el partido desde sus casas: ¡Un jugador, queestaba en un Mundial, ni tan siquiera conocía las reglas! Un primitivo e ignorante jugadorafricano de futbol: Mwepu Ilunga, quien fue amonestado no fue echado del partido, pero loque Rivelino presenció -sorprendido y estupefacto- fue a un jugador que temblaba de miedoante el cobro de una falta. El colegiado pitó de nuevo y la bola pateada por Rivelino pasó porencima del arco. En los quince minutos restantes Brasil no hizo gol se mantuvo el 3 a 0.Ahora bien, una pregunta esencial para entender esta historia: Por qué temblaba de miedo eljugador defensa central de Zaire y realizó la jugada de un lunático. Esto lo explicamos acontinuación, a través del bosquejo de los rasgos fundamentales y la personalidad de los doscausantes de la jugada histórica. Seres humanos que tuvieron muy poco de buenos, fueronmás bien miserables; para nada generosos, por el contrario, mezquinos; nunca valientes, unosverdaderos cobardes, que transformaron el Congo -un país de bellezas naturales admirables ygrandes recursos- en un horrible infierno sobre la tierra, el peor de todos los infiernos. IIMobutu Sese SekoMobutu modificó su nombre de pila por el de Mobutu Sese Seko Kuku Ngendu Wa Za Banga,que significa literalmente “el guerrero todopoderoso que va de conquista en conquista y dejafuego a su paso” ¡Que solemnidad y pompa! Nada más y nada menos, exacto como la autoglorificación de un cochino provisto de inmensa fuerza en su trompa. Joseph Mobutu gobernó el Congo -más bien llamado Zaire en su época y actualmente comoRepública Democrática del Congo- con mano de hierro por poco más de tres décadas (1965-1997), fue apreciado por Occidente como un factor de estabilización, la garantía del ordenfrente a la irrupción comunista representada por Patrice Lumumba, un líder republicano ynacionalista, orientado a hacer del Congo una nación de oportunidades para todos susciudadanos, en la recuperación y administración de sus inmensos recursos naturales, muy lejosde la explotación de las

El adiós silencioso de Pololo, educador de un público para la buena música

Por Hugo Álvarez Pífano Forsan et haec olim meminisse iuvabit: “Quizás un día nos acordemos deesto con júbilo”. Frase del último verso de La Eneida de Publio VirgilioMarón Hace unos pocos años murió Leopoldo Márquez Muñoz-Tébar –Pololo- como solían llamarlosus amigos. Muy pocas veces hemos tenido ocasión de apreciar con justeza y reconocer enjusticia el trabajo inteligente, modesto y callado, de este hombre culto, de excelenteformación humana, orientado profesionalmente a la docencia dentro de la músicaacadémica, quien dedicó sus mejores esfuerzos a la producción de óperas, conciertos demúsica sacra y a la formación de un público en Venezuela, a través de sus magníficos cursosde apreciación musical, en especial dentro del excelso mundo de la ópera. 1.- Manuel Caballero y los intentos de reescribir la historia de VenezuelaEn los últimos días de su vida, el historiador venezolano Manuel Caballero publicó un libro deprofundidad en sus ideas y muy bien documentado en su rigurosidad histórica: Historia de losvenezolanos en el siglo XX, Editorial Alfa, Caracas 2010. Se trata de un trabajo maravilloso ysingular, cuyo mérito principal consiste en que entra de lleno en el debate llevado a caborecientemente en nuestro país, por los intentos de reescribir la historia de Venezuela. Enapretada síntesis, cuatro ideas constituyen el encuadre que articula el pensamiento de ManuelCaballero: Primeramente, indica al lector que en los estados modernos, los aportes de los civiles en el quehacer humano son más importantes y consistentes que los de los hombres dearmas; luego, nos toma de la mano y nos conduce a encontrar la esperanza que ofrece lademocracia y la política frente al caudillismo y a los cuartelazos; después, muestra que lapalabra y el análisis discursivo de los ciudadanos son la única alternativa válida ante una ordende mando y el mero ejecútese de los autócratas. Finalmente, a manera de recordatorio, señalaque gobernar no es simplemente mandar y menos aún, hacer uso del engaño mediante unahabilidosa propaganda política.No tengo dudas de que, si este libro hubiese sido escrito en Italia por un italiano, en el mismoestarían presentes Federico Felini, Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni, Vittorio de Sica,Roberto Rosselini y tantos otros cineastas que llevaron por todo el mundo su visión del cinecomo un arte. Igualmente, en sus páginas encontraríamos a Enrico Caruso, Tita Rufo, GiacomoLauri Volpi, Ettore Bastianini, Rossana Cartieri, Renata Tebaldi y decenas de grandes cantanteslíricos que lucieron sus voces en los más prestigiosos teatros y salas de concierto a nivelplanetario, mostrando el arte del “bel canto” italiano. No tengo dudas que estarían en eselibro, los grandes maestros de la moda italiana, entre los mejores del mundo: Laura Biagiotti,Mario Valentino, el inolvidable Gianni Versace, Krizia, Paola Fendi, Valentino Garavani,Gianfranco Ferrè, Mila Shon, Giorgio Armani, Ottavio Missoni, Franco Moschino e LucianoSoprani. En el fondo, se trata de una forma de valorar la cultura al interior de las diversassociedades. Entonces, ¿Por qué en un libro dedicado a los venezolanos en el siglo XX, noaparecen cineastas, contantes líricos, poetas, compositores, científicos, maestros de las artesplásticas, diseñadores de la moda etc., etc.? Acaso no tenemos en Venezuela personas que sededican a estas ramas del saber humano. ¿En un libro sobre los venezolanos en el siglo XX,deberíamos encontrar en todas sus páginas solo a políticos y militares? Pues bien, sí tenemoscompositores de óperas, sinfonías, conciertos para guitarra, piano, violín y todos losinstrumentos musicales, cantantes, ejecutantes y grandes concertistas, directores de orquestay pare de contar. Ocurre que no aparecen en nuestros libros porque, al parecer, nadie seocupa de ellos, son figuras públicas que no generan noticias con sus hechos culturales. 2.- La muerte de Pololo pasó casi desapercibidaAhora bien, lo que me ha movido a estas reflexiones es que la muerte de Pololo pasó casidesapercibida, como si en la Venezuela de nuestros días no hubiese lugar para quienesdedicaron su vida a la divulgación de la música venezolana y de los valores musicales ligados ala misma. Se siente un gran vacío, la perdida de espacios para la cultura y sus protagonistas,grandes, medianos o modestos. Para fines del año en curso tengo el proyecto de publicar unlibro de mi autoría: Música, músicos y público de Venezuela (hablo de un proyecto, puespublicar un libro de música en Venezuela cuesta mucho más que invertir en un ojo de la cara)Un capítulo del mismo lo he dedicado a Pololo, se refiere al montaje de mayor jerarquíarealizado por él: la ópera Virginia de José Ángel Montero en el Teatro Teresa Carreño. Seapropicia la ocasión para reproducir esta parte de mi trabajo como homenaje póstumo a mibuen amigo y colega musicólogo: Leopoldo Márquez Muñoz-Tébar.3.- Música, músicos y público en VenezuelaAbundando un poco más sobre mi libro, pues viene al caso en la Venezuela actual, en el mismohe seleccionado unos cincuenta y tantos artículos de prensa, crónicas y presentacionesmusicales –de unos 300 que escribí en El Nacional, como columnista de música de ese diario,en el período 2000 al 2011- que creo pueden tener un cierto valor histórico, para mostrar avuela pluma, lo que ha sido en Venezuela la formación de una entera generación de músicos:compositores e intérpretes –ejecutantes de instrumentos musicales, cantantes, directores deorquestas y agrupaciones corales- y por qué no incluirlos, musicólogos y críticos de música ypor encima de todo esto, un público de gran interés, por lo nuestro y lo de afuera, que llenólos teatros, auditorios y salas de conciertos, para escuchar con deleite el mensaje de unacultura auténticamente venezolana. Todos ellos pensaron que ofrecían a su país unacontribución válida a su cultura y a su permanencia histórica como nación. Al lado de ellos,entre mis gentes, me tocó vivir esta maravillosa experiencia, como parte de una enteracolectividad que hizo vida dentro de la existencia venezolana. Ahora, en la Venezuela denuestros días todo esto ha desaparecido, como sal en el agua, sin dejar rastros. Casi no noshan quedado ni siquiera los restos flotantes de ese gran naufragio que es la Venezuela actual.Para quienes atesoramos en nuestra memoria recuerdos felices de esa vida musical de calidaden lo que fue nuestra Venezuela, solo nos resta repetir la frase del último verso de La Eneidade Publio Virgilio Marón:

Tres visitas de Estado, las mas importantes en Venezuela

Por Hugo Álvarez Pífano SEGUNDA PARTE¿Por qué consideramos que estas tres visitas de estado fueron las más importantes para ladiplomacia venezolana en el Siglo XX? De seguidas lo explicamos. Ellas son: Charles DeGaulle, Presidente de Francia, septiembre de 1964, al Presidente Raúl Leoni; Visita de SuMajestad Imperial Mohammad Reza Pahlavi, Sha de Irán, Mayo de 1975. Al PresidenteCarlos Andrés Pérez; Visita del Presidente de Rumania Nicolae Ceausescu, agosto 1973. AlPresidente Dr. Rafael Caldera Rodríguez. IISu Majestad Imperial Mohammad Reza Pahlavi, Sha de Irán El Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, llegó al Aeropuerto Simón Bolívar acompañado de SuSeñora Esposa, la Shahbanou (Emperatriz)  Farah Diba y una suntuosa y extensa comitivatransportada en tres Boeing 707 e integrada por 130 guardias de seguridad con su respectivoarmamento, 25 funcionarios de alto y medio rango, su barbero, un mayordomo, dos estilistaspara su esposa y dos damas de vestuario y tocador, un jefe de cocina, cuatro ayudantes de cocina, un religioso para alimentos y un probador de comidas que comprobaban la buenaelaboración de los mismos. Toda esta delegación, bien dotada de un avituallamiento devíveres, bebidas, condimentos y especies favoritos del Rey de Reyes, como se hacía llamar. Losrecibió el presidente de Venezuela señor Carlos Andrés Pérez, su señora esposa BlancaRodríguez de Pérez y una conspicua representación de su gabinete ministerial. Los huéspedesfueron trasladados a La Viñeta, residencia oficial de los jefes de estado extranjeros, el resto dela comitiva fue alojada en las instalaciones anexas, en especial el Circulo Militar. 1.- Dos hechos curiosos de esta visita1, a.- El Sha tomaba su baño en una tina llena de agua de VichiUna semana antes de llegar el Sha de Irán, el Embajador Gil Fortoul, director del protocolo dela Cancilleria venezolana, me llamó para que colaborara con él y me dijo: – Alvarez Pifano,vamos a poner una “torta imperial” falta solo una semana para la llegada del emperador y notenemos el agua de Vichi. Le respondí: En los supermercados de Caracas se consigue. Yopensaba que el Emperador bebía exclusivamente esta agua francesa. Entonces me explicó: ElSha se cepilla los dientes con esa agua, se lava las manos y la cara, no usa la ducha, se bañacon esa agua en una tina, por consiguiente debemos tener centenares de litros de agua deVichi, tienes tú como conseguir eso, a lo que respondí afirmativamente. Telefoneé a un amigo,el gerente de Viasa en Curazao y durante 5 días la línea aérea transportó a Maiquetíacentenares de litros de esta agua.1, b.- En La Viñeta el Sha debía pisar solamente sobre alfombras persasLos negociadores iraníes nos indicaron que, en La Viñeta alojamiento del Sha en Caracas, esteno podía pisar sobre porcelanatos o pisos de granito, todos debían ser cubiertos con alfombraspersas. Alfombra roja hasta la entrada y al interior alfombras persas. En otras áreas esto no eranecesario e imprescindible.2.- Aspectos de contenidoEl último día de la visita, el Presidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez y el Sha Reza Pahlavifirmaron un Comunicado Conjunto en el que convinieron formalizar programas de cooperaciónen los campos financiero, tecnológico, energético e industrial. Ahora bien, el tema másimportante de este encuentro fue que el emperador iraní informó al presidente venezolanoque, él había creado un programa de becas, para la formación de miles de iranies en las más prestigiosas universidades de Europa y los Estados Unidos de América, con lo cual pensabamodernizar su país y crear una estructura industrial y productiva que respondiera a lasnecesidades básicas de un Irán situado en el mundo moderno. Pues bien, esta fue la idea paraque Carlos Andrés Pérez creara el programa de becas Gran Mariscal de Ayacucho, con esosmismos fines.A modo de un breve paréntesis, es oportuno señalar, que esta compleja comitiva iraní y todasu parafernalia significó un reto para la Cancillería y la Casa Militar, las cuales tuvieron queresolver difíciles asuntos protocolares, de seguridad y funcionalidad, en armonía y equilibriocon los complicados funcionarios persas. LA CANCILLERÍA DEMOSTRÓ ESTAR CAPACITADA Y ALA ALTURA DE RETOS DIFICILES. 3.- Programa de becas Gran Mariscal de AyacuchoGracias a esta visita Carlos Andrés Pérez creo el programa de becas Gran Mariscal deAyacucho, que permitió educar y especializar a miles de venezolanos en carreras de alto nivelen universidades de Europa, Canadá y USA en beneficio del país, hoy en día casi todos estosprofesionales están fuera de Venezuela, prestando servicios en países extranjeros. Pero locurioso de esta historia es que, al emperador de Irán nadie le reconoció el aporte educativoque dio a su pueblo: la formación de los doctores, técnicos, y obreros especializados que son labase científica, industrial y cultural del Irán moderno, los gobiernos posteriores no educaron anadie con este nivel. Igualmente, a Carlos Andrés Pérez -al parecer, como ha indicado lahistoria reciente- ninguno de los miles de becarios del Gran Mariscal de Ayacucho le agradeciósu formación y los gobiernos posteriores de Chávez y Maduro formaron a muy poca gente coneste mismo nivel, a excepción de sus allegados e incondicionales, que también se han ido delpaís. El programa educativo de las misiones demostró ser muy deficiente.4.- Epilogo final.El Sha Reza Palavi murió en el Cairo, muy solo y sin ningún reconocimiento a legado alguno enbeneficio de su país, también Carlos Andrés Pérez murió en el exilio en Miami, muyabandonado por los centenares de venezolanos que el ayudó a enriquecer y a formarprofesionalmente, su salma tardó muchos meses en ser trasladada a Caracas para su sepelio en el Cementerio de la Guairita. Cuando esto se logró un periodista entrevistó al presidenteHugo Rafael Chávez Frías, sobre el legado de Carlos Andrés Pérez en Venezuela, quienrespondió con la más lapidaria, escueta y deshumana respuesta: YO NO PATEO PERROMUERTO. III Presidente de Rumania Nicolau Ceausescu A mediados de agosto de 1973, Nicolau Ceausescu, presidente del Consejo de Estado de laRepública Socialista de Rumania y secretario general del Partido Comunista rumano,acompañado de su esposa Elena Petrescu, arribaron al aeropuerto internacional Simón Bolívar,como parte de su gira latinoamericana. Fue recibido por el Presidente de Venezuela, Dr. RafaelCaldera Rodríguez, su esposa Alicia Pietri de Caldera y su Gabinete Ministerial, de seguidas fuetrasladado a La Viñeta.Para la fecha de la visita de Ceaușescu a Caracas, este era visto

Tres visitas de Estado, las mas importantes en Venezuela

                                                                                                                        Por Hugo Álvarez Pífano                                                              PRIMERA PARTE ¿Por qué consideramos que estas tres visitas de estado fueron las más importantes para la diplomacia venezolana en el Siglo XX? De seguidas lo explicamos. Ellas son: Charles De Gaulle, Presidente de Francia, septiembre de 1964, al Presidente Raúl Leoni; Visita de Su Majestad Imperial Mohammad Reza Pahlavi, Shah de Irán, Mayo de 1975. Al Presidente Carlos Andrés Pérez; Visita del Presidente de Rumania Nicolae Ceausescu, agosto 1973. Al Presidente Dr. Rafael Caldera Rodríguez.                                                                              I                                    General Charles De Gaulle, Presidente de Francia Charles de Gaulle visitó Venezuela el 21 de septiembre de 1964 y días siguientes, en la primera parada de una gira que realizó a diez países sudamericanos. Se trataba de una oportunidad del presidente francés para explicar su “tercera vía”, escogida por Francia, para “instaurar un orden mundial nuevo y fraternal entre todos los países”.   Fue recibido en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, por el Presidente de Venezuela Dr. Raúl Leoni, de allí partieron en una caravana de autos descapotables (1) hasta el Círculo Militar de Caracas, donde fue honrado como el más importante héroe de Francia en la Segunda Guerra Mundial, estadista y como Presidente de la Francia republicana, pero también como un huésped difícil de acomodar, pues el General De Gaulle era tan alto que no existía hotel alguno de Caracas que tuviera una cama donde pudiera entrar a sus anchas y dormir confortablemente. Por fortuna, un carpintero de Petare hizo el milagro de alargar un lecho, en una forma que daba la impresión de estar en presencia de una gigantesca batea, donde podían remojar y lavar su ropa unas diez lavanderas con toda eficacia y comodidad, allí Charles De Gaulle logró dormir a pierna suelta, como el mismo lo declaró a la mañana siguiente. Federico Schlesinger, hombre de vasta experiencia en la operación de hoteles, como el Potomac, Waldorf y sitios de buen gusto gastronómico, para citar uno El Encantado, era el concesionario de los restaurantes del Círculo Militar de Caracas, fue el quien tuvo a su cargo algunas de las atenciones protocolares: menaje, meriendas, pequeños piscolabis y hospedaje de los esposos De Gaulle y la comitiva que le acompañó en la gira. Todo dentro de la exquisita cocina francesa.  1.- Hechos fundamentales de esta visita. 1, a.- Visita al Congreso Nacional de Venezuela Lugar en el que pronunció un emotivo discurso y destacó la figura de Francisco de Miranda: “Nos enorgullece que el nombre de un venezolano, Francisco de Miranda, esté inscrito en el emblemático Arco del Triunfo, como uno de los hombres que contribuyó a la construcción de la República francesa”. En ese mismo discurso agradeció el apoyo que “en las horas sombrías de la Segunda Guerra Mundial” Venezuela dio a la causa de la Francia Libre. Así mismo, destacó por parte de Venezuela “la alegría que manifestó por la liberación de París, ciudad donde tantos venezolanos han ido a completar su educación”. Se refirió a la cooperación binacional a los fines de avanzar en la preparación técnica de los venezolanos con el propósito de acentuar el desarrollo económico. Expresó con énfasis: “Francia mira con atención e interés los acontecimientos de la vida nacional de Venezuela y desea seguir abriendo las puertas de sus centros de estudios a los venezolanos”. 1, b.- Cena de gala y recepción de honor en la Casa Amarilla El día 22, el presidente Leoni y la primera dama, Menca Fernández de Leoni, ofrecieron una recepción de honor a sus huéspedes en la Casa Amarilla, a la cual asistió una numerosa y selecta concurrencia. En el patio central fue colocado un gigantesco adorno de plumas de garza con los colores de la bandera de Francia y a su alrededor centenares de guacamayas multicolores, el cual se constituyó en el centro de atención y admiración de todos los presentes. No obstante, muchos conservacionistas y opositores al maltrato animal, criticaron los miles de garzas que hubo que matar para confeccionar semejante adorno y el cruel cautiverio de las desafortunadas guacamayas durante largo tiempo. Se cuenta -en el anecdotario de la Cancillería- que el General De Gaulle se quedó durante largo rato mirando la bandera francesa hecha con plumas de garza y una a una a las guacamayas. Estaba a simple vista emocionado. Entonces uno de sus allegados, se acercó y le dijo: Mi General, solo falta que uno de estos animales grite: Viva la France. A lo que De Gaulle le respondió sonriendo: Yo también creo eso, pero ocurre que nadie les ha preguntado si quieren dar ese grito. La recepción estuvo antecedida por una cena de gala para cincuenta personas, en la gran sala de banquetes de la Casa Amarilla, que el Presidente Raúl Leoni y su señora esposa Menca Fernández de Leoni ofreció al General Charles De Gaulle, Presidente de Francia y su señora esposa  Yvonne Vendroux De Gaulle,  en la cual desfilaron sobre una elegante mesa solamente platos de la alta cocina francesa, preparados en el Restaurante Henry IV, propiedad de los señores Pierre Huguet y Lionel Tarrazón situado en la esquina de Los Jabillos con Avenida Andrés Bello, diagonal a la Basílica de la Chiquinquirá en La Florida de Caracas. Este restaurant estaba conceptuado por los gourmets como el de más elevada calidad y exquisitez de la cocina francesa en toda América latina. El buquet de los vinos franceses desplegó su inigualable tonalidad olfativa por todo el recinto y los quesos de Francia su penetrante aroma a una bien curtida mujer francesa, de esas que se quitan los aretes de sus orejas utilizando solamente los dedos de los pies. A la sazón, el encargado de los aspectos de etiqueta de esta visita fue el director del Protocolo de la Cancillería venezolana: El Embajador Don Enrique Gil Fortoul, hijo de José Gil Fortoul, el eterno embajador de Juan Vicente Gómez en Paris, férreo defensor de la dictadura gomecista. Don Enrique era un hombre muy afrancesado quien nunca permitió que en la Cancillería venezolana se sirviera comida

El monumento de Páez en Cocorote

Por Hugo Álvarez Pífano                                                                                                                                 ¿Cuál es la diferencia entre una estatua y una escultura? La diferencia consiste en la forma en que las estatuas y las esculturas nos miran a nosotros y el modo en que nosotros las vemos a ellas. Generalmente las estatuas nos observan desde lo alto hacia abajo, están inmóviles, son frías y no trasmiten ningún sentimiento. Las esculturas por el contrario poseen el don del movimiento, cuando las miras desde ángulos distintos, la expresión de su rostro cambia y puedes captar los estados del ánimo que nos trasmiten: alegres y felices o tristes y dolorosas. Hablan directamente al corazón, a pesar de ser mudas y silenciosas -poseen el toque mágico del hechizo- por esa razón amamos a muchas esculturas y las recordamos toda la vida.  La escultura más famosa: La piedad de Miguel Ángel, muestra el rostro de dolor de la Virgen María al momento de recibir en sus brazos a su hijo recién bajado de la cruz. La estatua más fría e inexpresiva es la de un militar argentino: Julio Argentino Roca -uno de los mayores genocidas en la historia de la humanidad, asesinó a millones de indígenas de la Patagonia argentina, para asegurar que su país fuera una nación de gentes blancas- su monumento, en una calle de Buenos Aires, tiene un rostro inexpresivo, carente del más mínimo sentimiento de humanidad.  Cuando visites Cocorote no dejes de ir a admirar la escultura del general José Antonio Páez, el estará esperándote para contarte, con la expresión de su rostro y sus movimientos corporales, los sentimientos que vivió y experimento como un héroe de mil batallas en la gesta emancipadora de Venezuela.   1.- La estatua de José Antonio Páez en Cocorote A la entrada de Cocorote, lanza en ristre, montado en su caballo con actitud de alzar el vuelo -las patas delanteras del corcel suspendidas al viento, con un gesto altanero de desafiar al horizonte inatrapable- una curva bien definida de su torso, indica su intención de girar completamente sobre sí mismo, al tiempo que su rostro dibuja la expresión de gritar “vuelvan caras” Así de simple, en actitud minimalista,  se alza el monumento de José Antonio Páez, el más intrépido de los generales de la gesta emancipadora de nuestra independencia. La estatua ecuestre es obra del escultor valenciano Andrés Pérez Mujica, quién la llevó a cabo en 1903, al ganar el premio único para la realización del proyecto. El monumento de Cocorote es una réplica en bronce, llegó al Yaracuy en 1973, algunos dicen que el original se encuentra en Caracas en un sector de la Plaza Madariaga, llamado Plaza Páez, el otro está a la salida de Valencia camino al campo de Carabobo. A mí siempre me ha parecido que las tres estatuas son distintas, pues si bien las tres tienen en común un mismo autor, el vaciado en bronce fue hecho por escultores venezolanos diferentes y esto les comunica expresiones propias de cada artista. Ahora bien, sin ánimo de polemizar, yo encuentro que la mejor es la de Cocorote, por diversas razones que explico a continuación: 1, está montada sobre un hermoso pedestal, en una plazoleta, situada en la cumbre de una pequeña colina sembrada de gramilla fina o grama pata de perdiz, rodeada de arbustos típicos de la zona. Se puede acceder a la misma por mosaicos de terracota, franqueados por un brocal de piedras. 2, Cuando se llega a Cocorote por la avenida perimetral que viene de San Felipe, el Centauro de los Llanos emerge de pronto, al improviso, encarándose de frente con el viajero desde su monumento. 3, es entonces cuando nos damos cuenta de la fiereza de su mirada, el gesto decidido de su rostro, expresado a través de su mandíbula volitiva y su enorme lanza, que sin lugar a dudas, alguna vez lució intensamente roja de sangre, como las lanzas coloradas que portaban sus célebres lanceros. 2.- Tres observaciones previas para entender esta reláfica Hay tres acotaciones que tengo que hacer de seguidas para que se entienda el desenlace final de esta historia. 2, a.- Inauguración de la estatua de Páez en Cocorote El 7 de mayo de 1973, conjuntamente con la inauguración de la Avenida San Felipe-Cocorote, se procedió también a inaugurar la estatua ecuestre del General en Jefe, José Antonio Páez en Yaracuy, con motivo del centenario de su fallecimiento. Ambos actos estuvieron precedidos por el Presidente de la República Dr. Rafael Caldera Rodríguez, quien al referirse al héroe escribió las siguientes palabras: “Nacido en Curpa, en los llanos de Portuguesa, formado en el Yaracuy, endurecido por la brega en las sabanas de Barinas, a pesar de su escasa instrucción escolar, alcanzó a convertirse a fuerza de tesonera y admirable voluntad en hombre de fina cultura. Supo desempeñar los más altos cargos de gobierno con soltura y decisión. Todo lo cual redondeó su personalidad para hacerla una de las más representativas del gentilicio venezolano» (presentación del libro de Alfredo Boulton, «20 retratos del General José Antonio Páez»  2, b.- Daños sufridos por la estatua en su montaje  Cuando se trató de montar esta pesada estatua ecuestre de seis mil kilos sobre su pedestal, se utilizó una gigantesca grúa, que por impericia en su manejo o falta de fuerza de la misma dejó caer el monumento, el resultado fue un machucón en la pierna del héroe y una grieta en la panza del caballo. Los periodistas locales registraron el suceso, pero no explicaron cómo se remediaron los daños, debemos presumir que el problema fue resuelto como mejor se pudo en un pequeño pueblo. 3, b.- Yaracuy, una visión emocional de un mundo mágico  La otra, es que el Yaracuy no puede prescindir de historias y leyendas, la hermosa nuez de su mágico mundo interior gira montada en un carrusel en el que cobran vida, casi a diario, las figuras mitológicas de El Negro Miguel, Rey en su corte de abalorios; Faustino Parra, “negro el pelo, negro el rostro, negro el caballo trotón, negra como

El Sonido de los Aborígenes Venezolanos

Por Hugo Álvarez Pífano ¿Es posible escuchar en nuestros días la música que tocaban los aborígenes venezolanos en tiempos de la llegada de Cristóbal Colón a estas tierras: 1498?  Yo considero que sí es posible. Más aún, un buen número de músicos académicos venezolanos han tomado los motivos indígenas para la realización de importantes obras musicales. Si mis lectores están en consonancia con este tema, es porque intuyen que la diplomacia cultural es una poderosa herramienta de la política internacional para dar a conocer y defender los valores culturales de un país: Una nación sin cultura propia, es un gentío condenado a desaparecer. Organización de las Naciones Unidas 1971                                                                      I       LA MÚSICA DE LOS POBLADORES AUTÓCTONOS DE VENEZUELA 1.- Los aborígenes venezolanos y su musicalidad.  Entre los seres humanos ha existido siempre a escala universal la necesidad de hacer música y vivir en compañía de la música, bien sea entonando un canto, al tocar algún instrumento -aunque solo se trate de un rudimentario artefacto rítmico- mientras se realizan las faenas cotidianas, se ejecuta una danza o se lleva a cabo una ceremonia religiosa. Esto ocurre, porque tanto el habla como la musicalidad son rasgos inherentes a la condición humana (1). Debemos asumir por lo tanto que, así como existieron en Venezuela aborígenes que tallaron sobre la piedra los llamados petroglifos y estos se conservan como expresiones ideográficas de una cultura autóctona, también hubo otros que cantaban canciones, bailaban y hacían sonar algunos instrumentos. El testimonio de estas manifestaciones son los cantos, danzas e instrumentos musicales, que ellos han trasmitido de generación a generación hasta nuestros días. Los antropólogos han encontrado en los indígenas venezolanos creaciones artísticas, que comprenden cuentos, leyendas, mitos, juegos y juguetes (especialmente en los niños pemones) danzas, canciones líricas escenificadas, cantos, ritos escenificados e invocaciones mágicas. En todos está siempre presente la poesía. Dice Fray Cesáreo de Armellada y Carmela Bentivenga de Napolitano “Nadie hasta lo presente ha encontrado poesía meramente recitada, siempre la hemos encontrado cabalgando sobre ritmos o melodías, es decir hemos encontrado cantares. Cantares simplemente o en danzas profanas o religiosas; cantares de piaches con abundante escenificación. Y, finalmente, se han encontrado los investigadores con ritos escenificados” (2). 2.- ¿Por qué algunas civilizaciones viven en un estancamiento permanente?  Antes de examinar las manifestaciones musicales de los indígenas venezolanos, debemos formular una pregunta que es muy importante porque fija un punto de partida para nuestras observaciones: ¿Es posible escuchar en nuestros días la música que tocaban los aborígenes venezolanos en tiempos de la llegada de Cristóbal Colón a estas tierras?  Yo considero que sí es posible y para hacer esta afirmación tomo como elemento de juicio la tesis del filósofo estadounidense de origen español George Santayana (1863-1952), un humanista y un moralista, autor de importantes obras de estética, “The Reason in Art”, en que expone su filosofía del arte y “The Sense of Beauty”, en que da a conocer su teoría de lo bello. Santallana en su obra más importante “The Life of the Reason” (3), trata de explicar porque algunas civilizaciones han tenido un desarrollo gradual y sostenido, mientras que otras han experimentado una situación de estancamiento, se han ido quedando por decirlo así, en una especie de infancia permanente. Es evidente que la España que vino a las costas de Venezuela en 1498, traía junto con sus carabelas una serie de creencias, valores, procesos de pensamiento, instintos, deseos y un sistema de vida, muy diferentes a la manera de ser y de pensar de los españoles del presente Siglo XXI. No se trata de calificar en esta sede, si ese proceso evolutivo ha marchado de malo a bueno o de mejor a peor, pero sí de poner en evidencia que los españoles del pasado eran muy diferentes a los españoles de nuestros días; para citar un ejemplo muy simple, aquellos no fabricaban automóviles, ni se casaban un hombre con otro hombre como los españoles actuales. En todo caso, ha tenido lugar una evolución, a la que se suele llamar progreso. Por otra parte, los habitantes originarios de esta “tierra de gracia”, como la llamó el misterioso almirante, tenían también sus valores, creencias y un modo de vida, que después de 500 años no ha cambiado mucho, como lo demuestran los Yanomami, encontrados a finales del Siglo XX, sin haber llegado a la edad de los metales y sin haber tenido contacto con el “hombre blanco”. (Huelga decir que los Yanomami, para citar el mismo ejemplo, no tienen todavía fábricas de automóviles y continúan uniéndose un hombre con una mujer, como lo han hecho siempre). Ahora bien, ¿A que se debe esa diferencia en el proceso evolutivo de ambas civilizaciones? ¿Por que algunos grupos no cambian, mientras que otros experimentan grandes transformaciones?  La tesis de Santayana a que hemos hecho referencia, se suele resumir en la frase siguiente: “Todos aquellos que no pueden recordar el pasado, están condenados a repetirlo”. Esto significa que cuando la experiencia no es retenida, la infancia de los hombres se hace perpetua, tienden a no evolucionar. El alba de cada día anuncia a éstos, que las experiencias y lecciones que tuvieron ayer han sido olvidadas. En estas condiciones de olvido permanente, una persona o un grupo es incapaz de tomar decisiones acertadas para corregir los errores. Más bien ellos actúan según sus instintos y sus reflejos, que son por naturaleza repetitivos. Cada día es poco más o menos el mismo día y esto es lo que Santayana llama “repetir el pasado”. El progreso, según el filósofo citado, requiere de una cierta estabilidad y de capacidad de retentiva en los individuos y en las sociedades. Esta es la base para la evolución humana: un comportamiento educado, basado en la experiencia y la práctica de la comunicación para intercambiar creencias, valores y conocimientos, que se van adquiriendo y no se olvidan. Para los indígenas, su historia es muy corta, todo les resulta reciente. De los abuelos para atrás, no hay nada, solo el olvido. Sus registros históricos son

Cecilia Mujica, la heroína del Yaracuy

Por: Hugo Álvarez Pífano “Todo masón es dueño de decir que lo es, si lo considera útil para un noble fin; pero ningún masón debe decir que otro lo es. Esa reserva nos da fuerza”. Roger Leray (Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, elegido al frente del GODF entre 1979 y 1981 y luego entre 1984 y 1987).         I     Aporte de los masones al desarrollo de la humanidad 1.- Un secreto masón muy bien guardado. Es tal la fuerza integral de esta reserva que el doctor James Anderson (1678-1739), un escocés a quien se considera el mayor historiador de la masonería, autor del Libro de las Constituciones, que reunió por primera vez las reglas generales de la masonería es considerado por los masones del mundo actual, como una persona de quien no se sabe con certeza si fue realmente un masón, pues él nunca lo declaró en forma expresa y nadie se atrevió a decir que lo era. Este “secreto masónico” por una parte, los preservó de la persecución y el exterminio desatado en su contra por autócratas como Hitler, Mussolini, Franco, Lenin y Stalin, para citar solo algunos. Pero si existe una verdad a favor de la masonería es que esta sobrevive y continúa existiendo, porque responde a muchas esperanzas, anhelos espirituales y a una gran cantidad de necesidades humanas. 2.- El secreto masón crea incertidumbre. Por otra parte, esta misma reserva ha dado lugar a incertidumbre acerca del aporte de los masones al avance de la educación y la cultura, al desarrollo de la humanidad y a la consolidación de la civilización. Pero, una cosa es cierta, la Orden desde el siglo XVII hasta nuestros días, como una estrategia general de la masonería, ha participado en todas las revoluciones, en especial en las inglesas del siglo XVII, en la norteamericana de 1776, en la gran revolución de Francia de 1789, en el movimiento emancipador latinoamericano de 1800 en adelante, en la Revolución rusa de 1917, en la Revolución mexicana y en la lucha y resistencia antifascista. 3.- Presencia de los masones en la independencia de las naciones americanas. En efecto, en las guerras de independencia de las naciones americanas destaca en primer lugar “El Precursor” Francisco de Miranda, el masón de mayor universalidad, brillo y prestancia de su tiempo. También se dijo de Simón Bolívar que frecuentaba las logias masónicas suramericanas. En Argentina, José de San Martín, un miembro destacado de la Logia Lautaro, que albergó entre otros, a Domingo Faustino Sarmiento. En México a Benito Juárez, estadista de primer plano en la emancipación mexicana. Al lado de estos, vienen figuras de primera línea en las luchas por la libertad y la justicia en Europa, los integrantes de la joven Italia del Rissorgimento: Giuseppe Manzini, Cavour y Garibaldi, de las logias italianas. Hegel, Goethe y Herder, de las logias iluministas alemanas. En Suiza, Henri Dunant creador de la Cruz Roja Internacional, un masón del más elevado rango. En Inglaterra, Robert Baden Powell, el fundador del Movimiento Scout Mundial, masón que fungió como destacado guía en materia de educación y formación juvenil. Recientemente albergó en el cetro británico al conservador Winston Churchill y al laborista Clement Attlee. Se decía, que Harry Truman no aprobó el Plan Marshall para España porque era masón y miembro de la Iglesia Bautista y por lo tanto adiaba a Francisco Franco que era católico, nada más alejado de la realidad: Francisco Franco siempre fue para Harry Truman un criminal de guerra. Los masones favorecieron al republicano Bob Dole, alto dignatario de la masonería estadounidense y al demócrata Bill Clinton, presidente de su país y devoto de la misma. En Asia, la orden participó en el movimiento emancipador chino que estableció la República, liderado por el masón Sun Yat Sen. 4.- Contradicciones generadas por el secreto masónico en Latinoamérica.  En el ámbito latinoamericano, siempre esta reserva generó contradicciones e incertidumbres, como si los masones trataran de demostrar que nunca han sido un cuerpo compacto, sino que cada uno actúa en un mundo propio, personal, como en la Flauta Mágica de Mozart (el masón de más alto vuelo en la creación artística), basada en un rito masón del Egipto de los faraones. En efecto, al decir de Carrera Damas, ABRO COMILLAS: “Bolívar es uno de los hombres más importantes y extraordinarios de la historia de la humanidad. Su epopeya agotó el sentido de la creatividad. Pero, así como hizo cosas grandiosas, hizo cosas muy malas. La peor, en el aspecto político, fue un acto absolutamente injustificable y vergonzoso: entregar a su comandante en jefe, Miranda, a Monteverde, su enemigo, para recibir a cambio un pasaporte que le permitiría irse al exterior” CIERRO COMILLAS. Más aún, el líder rebelde Augusto César Sandino perteneció a la masonería nicaragüense y los estadounidenses inscribieron en la suya a Anastasio Somoza, jefe de la Guardia Nacional, quien articuló su asesinato y fue posteriormente presidente de Nicaragua. En Guatemala, el presidente de izquierda Jacobo Árbenz fue masón, igualmente Carlos Castillo Armas quien lo derrocó. Así mismo, en la masonería chilena figuraron el socialista Salvador Allende y el moderado Jorge Alessandri, su antagonista. En Puerto Rico, la Gran Logia Nacional, tuvo en su ceno al nacionalista revolucionario Pedro Albizu Campos, pero tuvo también a su gran adversario político Luis Muñoz Marín, quién creo la pérfida formula neocolonialista del “estado libre asociado” En Argentina hay dudas acerca de la filiación de Perón a la masonería –aunque existen documentos que lo acreditan como tal- pero tuvo muchísimos ministros enrolados, como su canciller Juan Atilio Bramuglia y el vicepresidente Alberto Teissaire. Fueron también masones quienes impulsaron en centro América las luchas contra las dictaduras, como José Figueres en Costa Rica y más al sur Víctor Raúl Haya de la Torre, en Perú.                                            II                                              La masonería en Venezuela 1.- Sus hombres, sus doctrinas y sus tendencias Frente a una sociedad tan reservada y muchas veces contradictoria, a los historiadores venezolanos de la masonería, les ha sido difícil desentrañar las raíces de la Orden

El ágil caballito de Benito Chapellín

Por Hugo Álvarez Pifano Nunca te olvides de sonreír, porque el día en que no sonrías será un día perdido                                                                                                               Charles Chaplin Hace poco, por puro caso, encontré en la red un retrato a lápiz, que mi apreciado amigo José Martín Estaba hizo de Benito Chapellín, uno de los artistas de mayor habilidad que he conocido en el espléndido arte de la talla de la madera. Rápidamente, al ver el expresivo rostro de Benito: mi otro amigo, pintor, escultor y maestro en la talla de la madera, me trasladé a la década de los 60 en la ciudad de Los Teques, donde compartí con ellos -mis queridos compañeros tequeños, en especial Julio Barroeta Lara, el más honesto y competente de los periodistas venezolanos- muchas vivencias y en especial, mis inicios en la carrera diplomática. Aún recuerdo, los delgados dedos de Chapellín moviéndose con la industriosa habilidad de una abeja y la firmeza de las tenazas de un cangrejo, para conducir su navaja sobre la rústica corteza de un tronco. ¡Que ingenio de artesano renacentista, en ese oficio de bordar una hilacha usando encajes de hebra fina! Las virutas de madera saltaban con fuerza, a los cuatro vientos, mientras en la superficie del viejo tronco aparecía la serena mirada de Jesús de Nazaret en el acto de bendecir, como salvador de toda la humanidad; en otras ocasiones, se dejaba ver el rostro huesudo y severo de Don Quijote de la Mancha, con su frente surcada por un fugaz e inteligente pensamiento; y muy a menudo también, la cara triste del Libertador Simón Bolívar, cabizbajo y meditabundo, en actitud de recordar su última frase: he arado en el mar. Estos eran los tres personajes que más a menudo le encargaban sus clientes, como temas para sus tallas, él los vendía por separado o en un combo -como se dice hoy en día- en este caso, sus clientes llamaban al trío “los tres majaderos” un nombre sin duda irreverente, pero que mueve a profundas reflexiones en la religión, ética del comportamiento humano y en la política. Pues bien, hacia los años 70, específicamente en torno a 1978, fui designado como representante de Venezuela a una conferencia en Ginebra, cuyo objetivo era elaborar un código de conducta para el transporte internacional. Estaba preparando mi maleta, cuando mi madre me dijo que Benito Chapellín tocaba a la puerta de nuestro apartamento en Los Teques. Traía en sus manos un hermoso caballo de madera de pequeñas dimensiones, con tres palabras gravadas: liberté, égualité y fraternité. Me entregó la talla y me pidió que la depositara sobre la tumba de Charles Chaplin en Suiza. Esa noche escuché por primera vez que Charlot estuviera enterrado en Suiza. Me contó también que, a poco tiempo de su entierro, unos malhechores profanaron la tumba y su cuerpo fue secuestrado, con el objeto de pedir un rescate a su familia. Al final, los delincuentes fueron detenidos y Charles Chaplin regresó al cementerio de Corsier-sur-Vevey a descansar en paz. Entonces, al concluir su relato, me guiñó un ojo y me dijo: el caballito tiene también por objeto, de que si lo vienen a secuestrar nuevamente, “tenga tiempo de montar en su caballo, antes de que pistola en mano se le echen a montón” Se refería por supuesto al célebre corrido mejicano “Juan Charrasqueado”. Ya en el umbral de la puerta de mi casa, celebró su chiste con una carcajada y me confió una frase que he recordado siempre, Charlot solía decir:” Nunca te olvides de sonreír, porque el día en que no sonrías será un día perdido”. También yo solté una carcajada, no tanto para no perder un día de mi vida, sino para celebrar precisamente, que ese mismo día, había aprendido con Benito Chapellin tres cosas nuevas que no conocía. 1.- En medio de la conferencia, un domingo lleno de sol, invité a mis amigos a entregar en las manos de Charles Chaplin el hermoso caballito que un artista de Los Teques había creado para él. La idea produjo un gran entusiasmo, en una caravana de automóviles partimos: Gustavo Rodríguez, secretario de la delegación de Venezuela en Ginebra; Oscar Villegas, experto en transporte marítimo; Efraín Mazzei, experto en transporte aéreo; Freddy Ríos, técnico en aduanas; Hernán Villanueva, funcionario del finado Instituto de Comercio Exterior, a quien llamábamos “el maquiritare”. Fue un día inolvidable, encontramos la tumba de Charlot completamente cubierta de flores y de regalos, entonces en la parte frontal de la última morada del más humano de los actores británicos –del cómico que enseñó a sonreír a todo el mundo- coloqué el caballito que le ofreció Benito Chapellín. No sé, tal vez pronuncié la expresión, misión cumplida. 2.- Pasaron muchos años, tantos como diez o más, y un día en Nueva York encontré en una librería, un grueso volumen de una biografía de Charles Chaplin, en el capítulo final, relacionado con su tumba, en un espléndido primer plano, aparecía el caballo de Chapellín en una foto de deslumbrante belleza. De Benito Chapellín no se han escrito libros, tampoco estudios sobre su arte, tal vez uno que otro artículo de prensa, pero para las gentes de Los Teques y para mí en lo personal, ha sido el artesano que creó miles de tallas de madera, el pintor que dejó en sus lienzos centenares de paisajes de Los Teques, el artista plástico más representativo de su pueblo. Pero, más allá de todo esto, fue un hombre que entendió como una forma de comportamiento ante vida, el profundo significado de tres palabras: liberté, égualité y fraternité, las mismas que estuvieron siempre presentes en la existencia de Charlot, que están contenidas en el escudo de la República francesa y en el frontón de la Gran Logia de Francia. Fue precisamente, en este contexto, que Benito Chapellín le hizo llegar un reconocimiento a Charles Chaplin, en la forma de un ágil y precioso caballito y a nombre de todos los artistas venezolanos que creen en estos tres principios. 3. Para terminar, solo me